La iniciativa internacional Unitaid anunció este viernes 18 que financiará la introducción en Brasil y Sudáfrica de un innovador tratamiento preventivo para el VIH, inyectable, “de gran eficacia y larga duración”.

El nuevo tratamiento de profilaxis pre-exposición (PrEP) de acción prolongada “podría tener un impacto revolucionario, mejorando las opciones y haciendo que la prevención del VIH sea una opción más viable para más personas”, dijo el portavoz de Unitaid, Herve Verhoosel, en su sede en esta ciudad suiza.

El programa, explicó Verhoosel, está particularmente destinado a “las adolescentes y mujeres jóvenes en Sudáfrica, que son actualmente las primeras afectadas por el VIH, y las personas transgénero y los hombres que mantienen relaciones sexuales con hombres en Brasil, otros segmentos de la población muy afectados”.

Unitaid estima que en Brasil 30 % de las personas transgénero viven con VIH, así como 18 % de los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres.

En África al sur del Sahara seis de cada siete nuevas infecciones por el VIH en adolescentes ocurren entre niñas, y las mujeres jóvenes tienen el doble de probabilidades de vivir con el VIH que sus pares varones, según la entidad.

El nuevo tratamiento se basa en cabotegravir, de acción prolongada, desarrollado por la empresa ViiV Healthcare, un consorcio de la farmacéutica británica GlaxoSmithKline con la estadounidense Pfizer y la japonesa Shionogi.

El pasado diciembre, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA en inglés) aprobó al cabotegravir inyectable de acción prolongada como profilaxis previa a la exposición para adultos y adolescentes, lo que saludó el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (Onusida).

La versión inyectable ha demostrado ser entre 70 y 90 % más eficaz que la toma oral cotidiana de PrEP, recordó Unitaid, una iniciativa albergada por la Organización Mundial de la Salud que promueve el acceso al tratamiento de enfermedades como el sida, la malaria y la tuberculosis en países del Sur en desarrollo.

El nuevo tratamiento solo requiere seis inyecciones al año, cada una de las cuales actúa durante dos meses, impidiendo que el virus se replique en el cuerpo, lo que reduce de manera efectiva la carga viral.

Aunque los medicamentos orales existentes, conocidos como “PrEP oral” pueden prevenir el VIH en 99 % de los casos, la aceptación ha sido lenta y se han perdido los objetivos para reducir las nuevas infecciones, según Unitaid.

Eso se debe a menudo a que las personas con VIH temen el estigma, la discriminación, o la violencia de la pareja íntima si toman la píldora todos los días.

Las primeras dosis que irán a Brasil y Sudáfrica fueron donadas por empresas farmacéuticas, indicó Verhoosel.

El tratamiento tiene un costo muy alto, de alrededor de 20 000 dólares al año en las naciones ricas, prohibitivo en otras regiones, por lo que “se debe garantizar un suministro adecuado y asequible para que las personas en todas partes puedan beneficiarse sin demora”, expuso Verhoosel.

Unitaid ha planteado a los laboratorios que adapten sus precios a los países con bajos ingresos y que, a largo plazo, permitan la fabricación de genéricos.

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