Divine Bamboo es el nombre de la empresa ugandesa que produce briquetas de bambú. «Quería hacer algo que abarcara tanto mi pasión por la naturaleza como que también ayudara en la lucha contra el cambio climático y la deforestación», dice la fundadora y directora de la empresa, Divine Nabaweesi.

El 90 % de la población de este país africano necesita la leña para cocinar, las briquetas de bambú reemplazan al carbón.

“No basta con decirle a la gente que no tale árboles. La gente todavía necesita un sustento, todavía necesita comer, necesita obtener un ingreso, así que si podemos darles una alternativa en forma de bambú que crece rápido, en tres años estarían cosechando”, expresa la empresaria a Africa News.

Carbonizar el bambú secado es el proceso que realiza la empresa, que busca que aumenten exponencialmente las plantaciones de esta planta en el país. El precio en el mercado es de medio dólar por dos kilos de este carbón, que tiene una consistencia más pesada que el carbón vegetal.

El bambú es la planta leñosa que crece más rápido y un estudio científico demuestra que un bosque de bambúes absorbe un 30 % más de dióxido de carbono que un bosque equivalente de árboles de madera dura.

Hay documentos que demuestran que el carbón de bambú se utilizaban en China desde el Siglo XV y tiene la ventaja de que su generación es menos contaminante que la de leña de otros árboles.

En China y Japón además se aprovecha el vinagre de bambú que es útil para centenares de tratamientos en los campos, ya que contiene alrededor de 400 compuestos químicos que permiten su uso en cosméticos, insecticidas, desodorantes, procesamiento de alimentos y agricultura.