Temprano esta mañana Gabriel Boric presentó a quienes constituirán su gabinete a partir del 11 de marzo. Un equipo compuesto por 14 mujeres y 10 hombres.

El nuevo mandatario que está por cumplir 36 años y será el gobernante más jóven de la historia chilena, va a ser acompañado por un equipo de gobierno que promete transformaciones sociales profundas y es probablemente el más diverso que se ha visto en el país: más mujeres que hombres, la mitad de ellos formados en la educación pública, algunos miembros de partidos que salen de su coalición política, otros independientes; son un símbolo de un Chile que se aleja de las élites sociales que han gobernado desde el fin de la dictadura.

Son la fuerza de una época que representa una energía generacional de transformación que ha aprendido a ir valorando a la historia y a quienes los antecedieron. Representan el aire fresco, la juventud, lo nuevo, pero en conciencia con el encadenamiento histórico de los procesos. Representan también que el statu quo o el conservadurismo es lo que peor le puede venir a Chile en estos momentos en los que el mundo cambia vertiginosamente.

La Ministra del Interior -que es a su vez el cargo que subroga al Presidente de la República y coordina al gabinete ministerial- será  la ex-presidenta del Colegio Médico, Izkia Siches -independiente- de 35 años, una hija de pocos meses. Una mujer con agallas, que lo ha demostrado con creces desde hace rato. Es un liderazgo reconocido por la sociedad chilena del rol que jugó en los momentos más difíciles de la pandemia.
De opiniones firmes pero a la vez abierta a escuchar y convocar transversalmente para un bien común por sobre los intereses personales, logró darle un sentido de propósito a un colegio médico que durante mucho tiempo solo había defendido intereses de un sector muy reducido y desde ahí le habló a la sociedad. Se desempeñará como Ministra del Interior y Seguridad Pública, que es un desafío tremendo, porque es un ministerio que tradicionalmente ha sido ardiente.

El cargo de Canciller será ejercido por la abogada Antonia Urrejola, integrante y luego presidenta de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.  Recientemente, en entrevista de la BBC, Gabriel Boric señaló, a propósito de relaciones exteriores que «Me da mucha esperanza y espero tener un trabajo codo a codo con Lucho Arce en Bolivia, si Lula gana las elecciones en Brasil con Lula, la experiencia de Gustavo Petro si se consolida en Colombia. Creo que ahí se puede armar un eje tremendamente interesante», lo que seguramente será la dirección en la que se oriente la diplomacia chilena.

En la cartera de Defensa aumirá la ex-Presidenta de la Cámara de Diputados y Diputadas, Maya Fernández, socialista. Porque este gabinete incorpora a miembros de las diferentes tiendas políticas de la coalisión Apruebo Dignidad configurada por el Frente Amplio y el Partido Comunista, pero también a figuras socialistas, del PPD, radicales y liberales, ampliando así al máximo posible el arco de partidos que quedan incluidos en un gabinete diverso en términos políticos y también inter-generacional debido a la incorporación de personas de generaciones mayores, como es el caso del futuro Ministro de Vivienda y Urbanismo, Carlos Montes, de 75 años.

Pero el corazón político de este equipo estará configurado, además de Izquia Siches, por Giorgio Jackson y Camila Vallejo, de 34 y 33 años respectivamente, quienes asumirán la Secretaría General de la Presidencia y del Gobierno, ubicados en el Palacio de La Moneda. Son los mismos compañeros de luchas que, junto a quien ahora llega a ser Presidente de la República, comenzaran en el 2006 con las primeras manifestaciones estudiantiles demandando por su derecho a una educación gratuita y de calidad. Dejan en cambio a cargo del Ministerio de Educación, por primera vez en años finalmente a un profesor. Será asumido por Marco Ávila, de 44 años, militante de Revolución Democrática.

Esperemos que este gran equipo de expertas y expertos navegue las turbulentas aguas de esta época con la mirada puesta en los grandes cambios que puedan hacer de Chile un país más justo, inclusivo, descentralizado y paritario.