«Las emisiones globales todavía van en aumento. En 2021 está proyectado que registraremos el segundo mayor incremento de emisiones hasta ahora. Eso es un claro signo de que aún nos movemos en la dirección equivocada», afirmó la joven activista climática sueca, de 18 años, Greta Thunberg, en una entrevista con la BBC este domingo, comenzando la cumbre COP26 que se sostiene en Glasgow, Escocia.

Greta dijo que no ha sido «oficialmente» invitada a intervenir en la COP26. «Muchos temen que si invitan a demasiados jóvenes radicales, les harán quedar mal», afirmó.

La impulsora de protestas escolares defendió la necesidad de continuar presionando a los políticos desde las manifestaciones en las calles para que tomen medidas más ambiciosas contra el cambio climático, y si bien admitió que ha «pensado en la posibilidad» de presentarse a unas elecciones en Suecia, destacó que «ahora mismo no» se plantea dar ese paso.

«Lo que necesitamos es un gran cambio en la narrativa alrededor de la crisis climática, necesitamos alcanzar una masa crítica de gente que exija cambios. Por ahora, es más eficiente hacerlo desde la calle que desde dentro de la institucionalidad», sostuvo.

Thunberg criticó las políticas que quedan «sobre el papel» que anuncian los gobiernos como el del Reino Unido y los Estados Unidos, que a su juicio no contribuyen a solucionar el problema climático. «La realidad siempre es un poco peor de como nos la presentan», sostuvo.

«En el Reino Unido se dice que han reducido las emisiones en un 44 por ciento desde 1990. Eso suena muy bien, por supuesto, queda bien sobre el papel, pero si miras las emisiones reales, no es así», alertó la activista.

También ella criticó el liderazgo climático del presidente de Estados Unidos, Joe Biden: «Estados Unidos está de hecho expendiendo sus infraestructuras de combustibles fósiles, eso es un signo de que no están tratando realmente la crisis climática como una emergencia», sostuvo.

Cuestionada sobre la posibilidad de que los países lleguen a acuerdos para mantener el calentamiento global por debajo de 1,5 grados centígrados, respondió que «en teoría es posible». «Depende de nosotros, de si queremos que eso sea lo que ocurra», recalcó.