“Me llamaste mentirosa”. Esa es la acusación de Elizabeth Warren a Bernie Sanders off the record, inmediatamente después del debate de los candidatos a la nominación del Partido Demócrata en Des Moines, Iowa, donde el 3 de febrero se hará la elección primaria inicial. La acusación de Warren fue muy fuerte por muchsa razones y sobretodo porque no sólo los dos candidatos son amigos sino también colegas en el Senado. Es verdad que ambos quieren conquistar la nominación del Partido Demócrata, y al final desafiar a Donald Trump en las elecciones de noviembre. Pero además de eso es por el hecho de que han tratado de competir lealmente sin ningún tipo de pelea entre los progresistas.

En el debate de Des Moines, Sanders respondió negativamente a una pregunta sobre una conversación privada con Warren en el 2018. Un informe de CNN, había dado los detalles de ese encuentro, según el mismo Sanders supuestamente le dijo a su colega que una mujer nunca podría ganar la presidencia de los Estados Unidos. Warren enfatizó que no tenía ninguna intención de aportar más detalles, reiterando el vínculo fraterno y la afinidad de ideas políticas entre ellos.

Se trata obviamente de una situación en la que se confrontó “lo que ella dijo contra lo que él”, como hemos visto últimamente en tantas ocasiones denunciadas por el “Me too movement”. Una mujer hace una acusación y es contradicha por un hombre. En muchas ocasiones la versión masculina prevalece. Ello ha creado un clima de hermandad entre mujeres cuando estas situaciones salen a la luz.

Sanders y Warren trataron de dejar de lado la pelea que tanto interesa a la prensa. No obstante la cuestión queda en el aire y no pocos se hacen lo preguntan: ¿puede una mujer convertirse en Presidente de los Estados Unidos? En el debate, Sanders dijo sin vacilación que sí puede ser Presidente, haciendo notar que en las elecciones del 2016 Hillary Clinton  recibió 3 millones de votos más que Trump, quien llegó a la Casa Blanca por el sistema del Electoral College. Siguiendo con esta argumentación, Warren explicó que entre todos los candidatos presentes sólo las dos mujeres (ella y Amy Klobuchar, senadora de Minnesota) siempre han derrotado a los candidatos republicanos en sus propias contiendas electorales. Después de unos días en Iowa, Warren reiteró su amistad con Sanders, agregando que se necesita concentrar en los verdaderos temas de la campaña en vez de distraerse con el contenido de una conversación privada.

Si la discusión entre Sanders y Warren fue dejada de lado, la pregunta de una mujer como presidente de los Estados Unidos permanece. Clinton casi pudo hacerlo, primero conquistando la nominación de su partido y después obteniendo más votos que Trump en la elección del 2016, como ha reiterado Sanders. Los obstáculos para una mujer sin embargo de ser líder del País más poderoso del mundo son mayores que esas de un hombre, especialmente de un hombre blanco, ya que, con la elección del Barack Obama, todos los presidentes de la historia estadounidense han sido hombres blancos.

Si otra mujer ganara la nominación del Partido Demócrata va a ser duramente atacada por Trump, como ya ha hecho con todos sus adversarios, especialmente las mujeres, que representan para él un “blanco” muy fácil. Una mujer que quiera derrotar al actual inquilino de la Casa Blanca requiere una calidad que obviamente Hillary Clinton no tuvo. Esto se aplica en tantos campos en que las mujeres aspiran a triunfar. Para la Presidencia de Estados Unidos la montaña a escalar es bastante más alta. Una mujer candidata en política va a ser atacada por poco auténtica ya que busca entrar en un mundo dominado por hombres.

La conquista histórica de la Casa Blanca por parte de una mujer requiere de un talento extraordinario, combinado con un carisma de enormes proporciones, como lo ha demostrado la victoria de Barack Obama en el 2008 y en el 2012, siendo el primer afro-americano en romper el tabú de que el Presidente deba ser un hombre blanco. Vale la pena notar que el New York Times ofreció su patrocinio para la nominación del Partido Demócrata a dos mujeres –Warren y Klobuchar. El prestigioso periódico explicó su opción señalando que las dos mujeres representan la mejor posibilidad para derrotar a Trump. El grupo editorial recalcó la diferencia entre las dos candidatas como representantes de una política de pequeñas mejoras (Klobuchar) y cambios estructurales (Warren). De hecho que se trata de las dos alas del Partido Demócrata, una de centro y la otra progresista.

Para poder derrotar a Trump en noviembre, una de estas dos mujeres deberá superar primero a los candidatos hombres. No será fácil. Warren, hasta el mes pasado, parecía haber conquistado el primer puesto, de acuerdo al sondeo está dando una buena contienda a Joe Biden, candidato tradicional de centro. Los últimos sondeos indican que el desafío entre los de centro y los progresistas va a ser representado por Biden y Sanders. Klobuchar, sin embargo está ascendiendo en la carrera de los centristas pese a que no hay que descartar la posibilidad de Pete Buttigieg, ex alcalde de South Bend, Indiana. La situación de Warren y Klobuchar puede revertirse ya que según los sondeos estos cinco candidatos están muy cerca de ser preferencia en Iowa y que el 60 por ciento de los electores del Hawkeye State está todavía indeciso.

Traducción de Olga Patricia Arias, Los Osos, California.