Este informe es el testimonio/historia del delegado sindical de Darío Salvetti RSU FIOM. Darío participó ayer como ciudadano particular en la procesión/manifestación organizada por Si Cobas.   La manifestación, que comenzó en Florencia y llegó a Prato, fue promovida en solidaridad con los trabajadores de la Superlativa, que fueron sometidos a una interminable cadena de explotación, abuso, violencia e injusticia. Al principio explotados sin descanso por sus empleadores, (la empresa Superlativa), que durante mucho tiempo los sometieron a un trabajo ilegal, masacrando turnos que superaban las 12 horas durante 7 días a la semana, negándoles vacaciones y enfermedades, hasta no pagar sus salarios durante más de 7 meses. En este contexto, los trabajadores de la Superlativa se declararon en huelga en julio de 2019, y se manifestaron pacíficamente con sentadas en la calle frente a su lugar de trabajo, todo ello para llamar la atención sobre la continua falta de respeto a la dignidad de su pueblo y a los derechos mínimos de los trabajadores, previstos por la legislación italiana. Fueron fuertemente acusados por la policía durante su protesta y más tarde multados con 4.000 euros en «virtud» de los nuevos decretos de seguridad Salvini, como «culpables» de haber hecho una huelga y haber montado una protesta en la calle.

Ayer en Prato, al final de la manifestación de solidaridad con los trabajadores de la Superlativa, a pesar de que todo se desarrolló de manera completamente pacífica, también fuimos testigos de las acusaciones inmotivadas y completamente inútiles que las fuerzas policiales hicieron a los participantes de la iniciativa, bajo el testimonio de Darío, delegado de la Fiom, cuyas reflexiones creemos que deben hacernos reflexionar.


«A pesar de que el frío (y los disparates) nos hizo tomar una postura de alboroto, nos habíamos ido hace unos minutos cuando la policía decidió cargar una plaza ya medio vacía y desmovilizada.

Además de la historia principal (trabajadores multados por la huelga por salarios impagados y contra formas de trabajo ilegal), la procesión de Prato nos deja subordinados a tantas otras micro-victimas dignas del grotesco teatro al que se reduce la bota:

a) la policía cargando la plaza que ahora se está vaciando y que está en desmovilización, como ya se ha mencionado

b) los periodistas que extrañamente resisten hasta el final de la procesión y aparecen por arte de magia para filmar la carga

c) los Digos que casi se apoderan de un camión de Esselunga para que sirva de tapón para el desfile (¿se ha quedado sin fondos?)

d) la increíble cantidad de camiones de la expedición que actúan como un corcho para sí mismos y por la noche no pueden salir del centro de Prato (entonces no han terminado los fondos)

e) las Sardinas que se unen a la procesión (sólo ocurre en Prato…)

f) las Sardinas que le dicen a Pd y Cgil que deberían haberse unido a la procesión (sólo sucede en Prato…)

g) toda la sociedad «democrática» que protesta por lo antiliberal de Salvini, pero que luego prohíbe la llegada de una procesión bajo el Ayuntamiento … (no sucede sólo en Prato)

h) barra itálica del centro donde la pequeña burguesía y los hijos de la pequeña burguesía arruinaron, nada y rellenaron con Del Debbio y Meloni en la cabeza, sorbo spritz vomitando odio en un río lleno de trabajadores, en su mayoría inmigrantes, que cruzan el centro luchando activamente por la libertad y los derechos (y ni siquiera esto sucede sólo en Prato …)

Por lo demás, que tengo que decirles, los que han fracasado en nombre de sus diferencias con Si Cobas, están quizás seguros de estar protegidos por los Decretos Salvini. En cambio, creemos que estamos entre los potenciales objetivos futuros. Eso es todo. Nada particularmente sofisticado. Es todo muy natural.

Dario Salvetti, delegado sindical RSU FIOM

Estas son las crónicas de la nueva «democracia» que avanza hacia el año 2020


Traducido del italiano por Estefany Zaldumbide