Aprovechando  el estreno en Madrid del documental El Principio del Fin de las Armas Nucleares, entrevistamos a su director, Álvaro Orús, sobre el documental y el momento actual del Tratado de Prohibición de Armas Nucleares.

El acto de estreno tendrá lugar el día 23, a partir de las 19 horas, en el Cine Doré de Madrid. Después de la proyección, habrá un coloquio.

 

Pressenza.- Álvaro, este documental está teniendo una estupenda acogida. Lo hemos podido ver en la premier en Chile y en el estreno de Nueva York. Es como si el público despertara…

Álvaro Orús.– Si, porque parece que desde los años 80 en que el pacifismo antinuclear tomó mucha fuerza, se hubiera quedado dormido y este tema ha estado lejos de ser central en la prensa y los debates públicos. Sin embargo las armas siguen allí y el tremendo peligro que supone su mera existencia.

 

P.- Cuenta la historia de las bombas nucleares hasta llegar a la firma del TPAN…

A.O.- Esto parte del hecho de que la mayoría de los países del mundo no están “protegidos” por las armas nucleares, pero si comparten el riesgo de los daños que podrían producir. El artículo VI del Tratado de No Proliferación firmado por las grandes potencias nucleares, obliga a los firmantes a avanzar sinceramente hacia el desarme, pero este avance se paraliza por decenios. Por otro lado, dentro de la ONU, varios países sintonizan y logran llevar adelante prohibiciones sobre diferentes tipos de armas, como las minas antipersona y las bombas de racimo, aun sin el apoyo de las grandes potencias. Así que, en estas condiciones, la iniciativa del IPPNW (Asociación Internacional de Médicos para la Prevención de la Guerra Nuclear) va ganando sucesivos apoyos. La participación de las organizaciones sanitarias (Como la Cruz Roja) y de los supervivientes de Hiroshima aportan un enfoque humanitario diferente al enfoque estratégico de seguridad que primaba hasta entonces. Cuando la iniciativa va tomando cuerpo, los países poseedores tratan de boicotearla, pero esto afianza la voluntad del conjunto decidido a cambiar las reglas de juego. El triunfo de la votación en 2017 (122 países votaron a favor) y el refuerzo de prestigio y difusión que confiere el premio Nobel, hace cundir el sentimiento de que el TPAN puede salir adelante. Tras las votaciones vienen las ratificaciones y un esfuerzo diplomático, político, social, de difusión, financiero… en todos los frentes, para ayudar a que el TPAN entre en vigor y para que la estigmatización de las armas nucleares termine en una erradicación real.

 

P.- Es un modo de apoyar la firma, ratificación y puesta en vigor del Tratado. Pero hay tratados que han entrado en vigor y, sin embargo, no se respetan o bien algún miembro los abandona como estamos viendo…

A.O..- Así es, la firma del tratado, aunque entre en vigor al alcanzar las 50 ratificaciones de los 122 países firmantes, solo obliga a aquellos que lo firman. Sin embargo, en el caso que hemos mencionado de la prohibición de las minas anti-persona y las bombas de racimo, se ha llegado a una erradicación real sin que las grandes potencias lo firmaran. Y esto se debe a la estigmatización. Estas armas pasan de ser un factor de poder y prestigio a ser ilegales, propias de criminales de guerra y de negocios nauseabundos. Por eso este problema no se arregla solo en la ONu, es necesario crear conciencia, denunciar a los que apoyan y financian las armas nucleares, definirse públicamente por la prohibición, forzar un debate social y político, etc.

 

P.- En España no existe como tema en la calle ¿Cuál es la situación en nuestro país respecto al Tratado?

España no ha firmado a favor del tratado de prohibición cono no han firmado los demás miembros de la OTAN. Al menos por ahora. Parece que en su momento el presidente en funciones –Pedro Sánchez- se comprometió a que España firmaría, pero este compromiso no se ha llevado a cabo. Hace ya un año, más de 90 diputados habían firmado su apoyo a la campaña de prohibición. Nos consta que muchos cargos electos de todo el espectro político en conciencia lo apoyan. También numerosas ciudades han declarado oficialmente su adhesión al tratado e instan al gobierno a firmar y esperemos que se sigan sumando más.

Nuestro convencimiento es que la gran mayoría de la gente en España está en contra de la existencia de las armas nucleares e instamos a nuestros políticos a que se hagan eco de la voluntad popular.

Aquí me gustaría rescatar estas afirmaciones del documento “España y el Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares de la ONU” publicado por ICAN:

“España se ha unido a los tratados internacionales que prohíben las armas biológicas, las armas químicas, las minas terrestres y las municiones en racimo, tratados que se han basado en el impacto inhumano e indiscriminado de estas armas en la población civil.”

“España no posee armas nucleares y, como parte del Tratado sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares (TNP) de 1968, se le prohíbe adquirirlas. Además, España ha mantenido durante mucho tiempo una política contra el alojamiento de armas nucleares estadounidenses en el territorio español. De hecho, en 1986, cuando el pueblo español votó si seguir siendo miembro de la OTAN o retirarse, el voto restante se basó explícitamente en la validez continuada de la prohibición de España del despliegue de armas nucleares en suelo español. Aunque, posteriormente, la validez de dicha prohibición se ha cuestionado, España se ha mantenido libre de armas nucleares hasta el día de hoy. Por lo tanto, España ya cumple con la mayoría de las prohibiciones contenidas en el TPAN.”

 

P.- El documental termina con un tono de esperanza…

A.O.- La intención del documental es que la toma de conciencia sobre el problema no se convierta en una pesada carga sobre el espectador sino de dar salidas, de mostrar que la situación puede cambiar y de qué manera concreta puede cada persona contribuir a ese cambio. Las armas nucleares ya no tienen justificación. Son ilegales, indiscriminadas, terriblemente crueles y nuestra sensibilidad ya no admite que esos artefactos estén apuntando a la cabeza de la gente. Pero, tal vez, a partir de combatir uno de los hechos y poderes más oscuros de la humanidad surja algo nuevo en el orden mundial capaz de abrirnos el futuro.