Por Kate Hudson, Secretaria General de la CND

Mientras se acerca el aniversario número 70 de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte), es hora de evaluar la alianza militar con armas nucleares que surgió para garantizar la superioridad militar occidental durante la Guerra Fría. Lo más sorprendente es que, en sus primeros 40 años de existencia, durante la Guerra Fría, la OTAN no emprendió guerras ni campañas militares. Sin embargo, en los 30 años transcurridos desde la Guerra Fría y la eliminación de su rival político-militar, la Unión Soviética, la OTAN se ha expandido masivamente territorialmente, cambió su declaración de misión de una postura defensiva a una agresiva y se embarcó en una serie de guerras, de las cuales su intervención en Afganistán se ha prolongado durante dos décadas.

Estas actividades han convertido el final de la Guerra Fría de una oportunidad única para una nueva diplomacia y desarrollo pacífico en una nueva era de tensión global, envolviendo a Rusia y China, creando así las condiciones para una nueva Guerra Fría, destruyendo las normas legales internacionales, en particular alrededor de soberanía nacional y la introducción de conceptos erróneos de «guerra humanitaria».

Un segundo aniversario de la OTAN, digno de mención, ocurrió la semana pasada el 12 de marzo: veinte años desde que se unieron los primeros estados del antiguo Pacto de Varsovia. Ese día, Hungría, Polonia y la República Checa se registraron, y solo unos días más tarde se encontraron en guerra con su vecina Yugoslavia. La guerra fue ilegal y trajo consecuencias humanas devastadoras a lo que quedaba de Yugoslavia, incluido el legado de uranio empobrecido tóxico. También fue el primer uso de la justificación sin fundamento de Tony Blair para las guerras de intervención.

Forces.net, el servicio de noticias de las fuerzas armadas es uno de los pocos medios para cubrir el aniversario de la expansión de la OTAN en Europa del Este, y hace algunos puntos muy válidos, señalando que las primeras expansiones en 1999 comenzaron una marcha «aparentemente imparable» de la frontera de la alianza hacia Rusia. De manera reveladora, el informe también observó que si bien las acciones rusas en Crimea han renovado el enfoque de la OTAN en Rusia, algunos han cuestionado «si la expansión de la OTAN ha provocado a Rusia y ha arriesgado una nueva Guerra Fría».

Esa es la pregunta crucial y como la OTAN se está expandiendo ahora a América Latina, las implicaciones de estos desarrollos también deben entenderse. Estos son solo algunos de los temas que abordará el movimiento cuando se celebre la cumbre de la OTAN en Londres en diciembre, donde se espera que Donald Trump esté presente y la CND se esté preparando para las principales protestas.

Mientras tanto,  la red No a la guerra – no a la OTAN, de la que forma parte la CND, ha emitido la siguiente declaración para el 20 aniversario de la guerra de la OTAN en Yugoslavia. Léelo y muévete a tomar medidas contra la OTAN.

¡Detengan las guerras e intervenciones de la OTAN!

El 24 de marzo de 1999 comenzó la guerra ilegal en Yugoslavia.

Veinte años después del inicio de la guerra ilegal en Yugoslavia, la red internacional «No a la guerra – no a la OTAN» recuerda este ataque deliberado contra un estado soberano. Se abrió una caja de Pandora, desde la cual se iniciaron varias guerras ilegales: en Afganistán, Libia, Irak y Siria, con un sangriento rastro de destrucción, expulsión forzada, pena y muerte.

La guerra en Yugoslavia fue el plan para alimentar los conflictos étnicos y nacionalistas, y la militarización de las sociedades hasta el punto de llevarlas a la guerra. Los que huyen de las zonas de guerra siguen siendo amenazados continuamente por acciones militares, ya sea que el autor sean las Naciones Unidas / Frontex y / o la OTAN.

La supuesta legitimación de estas guerras era una red de mentiras, empleada para ganar dominio, influencia, recursos y hegemonía.

Durante este tiempo, la OTAN ha desarrollado un alcance global y se convirtió en LA alianza militar internacional. Esto se ha enfatizado en la decisión tomada conjuntamente por sus miembros de lograr un gasto de defensa de al menos el 2% del PIB para 2024. Este impulso reducirá la influencia de China y Rusia y asegurará los recursos para la hegemonía capitalista.

Las contradicciones entre los estados de la OTAN no pueden conciliar este objetivo común y la expansión territorial permanente de la OTAN sirve a estos propósitos. Los preparativos para la guerra, más recientemente contra Venezuela, subrayan su actitud agresiva. Abandonar las armas nucleares nunca se ha considerado seriamente como una opción. A través de la modernización integral y el despliegue previsto de nuevas armas nucleares por parte de los EE. UU., siguiendo la disolución del tratado INF, la carrera de armamentos nucleares será alimentada a un nivel que no se ha visto en décadas. Además, la primera estrategia de ataque de la OTAN es una amenaza para el planeta en su conjunto.

Desde su fundación en 2009, la red internacional «No a la guerra – no a la OTAN» ha logrado con éxito, a través de diversas acciones, reducir el apoyo a la OTAN entre la población de estados clave, e incluso deslegitimar a la OTAN. Nuestro objetivo sigue siendo el mismo: veinte años después del ataque ilegal en Yugoslavia y 70 años después de la fundación de la OTAN: superar al dinosaurio llamado OTAN y reemplazarlo con una organización internacional para la seguridad colectiva y el desarme.

 

Sobre el Autor

Dra. Kate Hudson

Secretaria General de la CND

Kate Hudson es Secretaria General de la CND desde septiembre del 2010. Anteriormente, se desempeñó como Presidenta de la organización desde 2003. Es una destacada activista contra las armas nucleares y contra la guerra a nivel nacional e internacional.


Traducción por: Ana Gabriela Velásquez Proaño