Con un debate sobre «Periodismo Noviolento» realizado en la sede de la Embajada del Ecuador en Santiago de Chile, Pressenza celebró sus 10 años como agencia internacional de noticias. En la ocasión el Embajador Homero Arellano inauguró el evento, donde se fueron proyectando una selección de imágenes de los fotógrafos de la Redacción Chile publicadas en este lapso de tiempo, mientras tomaron la palabra la Directora General de «El Desconcierto», Francisca Quiroga, el Director de la Escuela de Periodismo de la USACH, René Jara, y el Diputado humanista del Frente Amplio, Tomás Hirsch, moderados por las intervenciones de Pía Figueroa, Co-Directora de Pressenza.

«Cada vez resulta más evidente que la atmósfera social está constituida no solamente por los hechos que se suceden sino sobretodo por el modo cómo los interpretamos, la lectura que hacemos de ellos. Importan pues los relatos que van dando forma a lo que llamamos realidad y la mirada con la que se tratan las informaciones, lo que el periodismo destaca así como lo que ignora e invisibiliza, las imágenes que los medios de comunicación difunden.

Las distintas expresiones de violencias que tienen lugar actualmente ¿hasta qué punto responden a claves con las que los medios interpretan, potencian, peraltan ciertas acciones que terminan resultando funcionales a sus intereses? ¿Si otra fuera la cobertura que logran, disminuirían esas violencias? Si otro fuera el sujeto que las relata, ¿empatizaría la sociedad y se movilizaría para terminar con aquello que somete a otros?», comenzó señalando Figueroa.

«Por otra parte, cada vez hay más proyectos, iniciativas, emprendimientos y organizaciones innovadoras que ponen en marcha formas colaborativas que justamente buscan instalar modos de vivir y miradas inclusivas, paritarias y noviolentas, pero que son sistemáticamente invisibilizadas en los medios de comunicación. Se las descalifica porque «no constituyen noticias».

¿Cómo podemos desarrollar un periodismo noviolento y hacernos cargo de relatos que den cuenta de nuevas realidades, esperanzadoras? ¿Cómo podemos desde la academia, la política y los medios, contribuir a una atmósfera social diferente?», preguntó la moderadora al ofrecer la palabra a los panelistas, quienes desde su particular perspectiva fueron desarrollando el tema.

Francisca Quiroga relató la experiencia de El Desconcierto respecto a la inserción en los conflictos sociales, a cómo se cuentan los logros y se usa la creatividad de los formatos, la crónica creativa que pueda influir positivamente en las audiencias, sin apartarnos de la consistencia de nuestras líneas editoriales, las que en definitiva son posturas políticas.

Mientras René Jara sostuvo que en Chile invilibilizamos los conflictos y no nos resultan atractivas en absoluto las noticias noviolentas. Pero tal vez, en la formación de las nuevas generaciones, podemos enfatizar en los enfoques de derechos. Por otra parte, el académico destacó que en nuestro país no se da solamente una intensa concentración de medios, sino también una concentración de contenidos. Finalmente enfatizó en la actual precariedad de los medios y laboral para los periodistas, tema del que nadie habla actualmente.

Tomás Hirsch señaló que informar es dar forma, estructurar algo desde una cierta mirada y esa forma la da justamente quien relata el hecho. En ese relato se evidencian intenciones no explícitas, por ello es importante que los medios expliciten con verdad sus  intereses. El rol de los medios es comunicar, ayudar a la comunicación en tanto vías para que los individuos y los pueblos se comuniquen de mejor manera. Si se pudieran seleccionar las noticias en base al criterio de qué contribuye más a mejorar la vida de los individuos y los pueblos, sin duda avanzaríamos hacia una sociedad noviolenta. Entre tanto, los medios pueden servir de puentes, ayudar a poner en contacto, a que se logren encontrar todos aquellos que están en intentos similares, contribuyendo – a través de una amplia red de medios – a la comunicación real.

Desde las preguntas y comentarios del público, surgieron interesantes propuestas en el sentido de buscar avanzar como país en una nueva Ley de Medios, considerar la figura de una Defensoría de las audiencias y también buscar formular el derecho a la objeción de conciencia por parte de los periodistas ante la presión editorial que experimentan.