Los obreros agrícolas de Foggia se unieron a la huelga proclamada por la Unión de Sindicatos Básicos después de las dos masacres de trabajadores, que se cobraron 16 vidas en 48 horas. Nadie está trabajando en los campos alrededor del gueto de Rignano, en la ciudad de San Severo, el corazón de la protesta, desde donde a las 8 de la mañana la marcha de boinas rojas se dirigió a la prefectura de Foggia.

Cientos de obreros desfilaron con los mismos sombreros que las víctimas, gorras distribuidas hace semanas por USB y Rete Iside para ayudar a los trabajadores a protegerse del sol del campo e idealmente de la explotación y la falta de derechos, en un proceso de organización que avanza a gran ritmo. A los trabajadores de la marcha se unió el gobernador de Apulia, Michele Emiliano.

Las reivindicaciones son las mismas que las que ya hizo USB hace un mes al Ministro de Trabajo, que aceptó las peticiones prometiendo una mesa interministerial sobre el sector, pero nunca ha visto la luz. Por lo tanto, USB hace un nuevo llamamiento a la seguridad, los derechos y la dignidad de todos los trabajadores agrícolas, sin importar de dónde procedan.

Si la prefectura de Foggia es el objetivo físico de la marcha de hoy, el objetivo ideal sigue siendo, una vez más en la capital Daunia, la conferencia nacional organizada el 22 de septiembre por la Obra Agrícola USB para ilustrar su plataforma para el sector, acosado por décadas de falta de derechos y ahora de nuevo expuestos a la explotación a través de la reintroducción de vales con el llamado decreto dignidad. El Ministro de Políticas Agrícolas, Gianmarco Centinaio, garantizó su presencia en la conferencia, hablando esta mañana en vivo en Rai Tre en Agorà Estate con Aboubakar Soumahoro, del ejecutivo nacional de Trabajos Agrícolas de USB, quien encabezó la marcha de las boinas rojas. «Iré allí, el Ministro Centinaio está allí el 22 de septiembre», dijo el exponente legista en respuesta a la invitación de Soumahoro.

Unión Sindical de Base