Las severas medidas que ha tomado el gobierno de Trump en contra de la inmigración y los inmigrantes que ya están viviendo de los Estados Unidos ha generado malestar generalizado y múltiples protestas. Sólo un par de horas después de que el Departamento De Seguridad Nacional revelara sus planes de deportación masiva, un grupo de activistas desplegó una pancarta de 1×6 metros con el mensaje “Bienvenidos, Refugiados”, en la base de la Estatua De La Libertad.

La Casa Blanca está intentando expandir enormemente la autoridad del Departamento de Seguridad Nacional para darles el poder de deportar a millones de inmigrantes sin documentos y para que sumen 15.000 agentes de inmigración y de Patrulla de Fronteras. Según las normas que se emitieron el martes, casi cualquier persona sin documentos legales podría ser detenida y deportada, incluso si nunca ha cometido ningún crimen. Ahora una simple infracción de tránsito o la mera sospecha de que alguien cometió un crimen podría ser suficiente para deportar a alguien. E incluso pueden deportar, sin siquiera una audiencia, a cualquier inmigrante que no pueda probar que ha estado en los Estados Unidos por más de dos años.

Los memorandos también instan a que se persiga a los padres que intentan traer a sus hijos al país mediante contrabando. Según la Casa Blanca, la protección del programa DACA por ahora seguirá vigente. Este programa creado por el ex presidente Obama, Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA por sus siglas en inglés), ampara a los inmigrantes que llegaron a los Estados Unidos siendo niños y les da permiso de trabajo.

Traducido por Emilio Stanton