Sólo dos días después del atentado comenzaron a aparecer en los sitios web de ventas en línea camisetas, bolsos, perfumes, sombreros y más cosas con el slogan «Je suis Charlie«. Al mismo tiempo, los precios de las antiguas ediciones del periódico Charlie Hebdo comenzaron a subir abruptamente en E-bay.

Así es que ahora, en los mismos sitios de ventas on-line en el que se puede estar orgulloso de la guerra mediante la compra de boinas, medallas militares, ropa y armas paramilitares «airsoft», uno puede comprar un bonito aparato que lleva la inscripción «Je suis Charlie«.

En uno de los sitios de venta en línea incluso declaran que un porcentaje del 10% derivado de las ventas será donado.

Otros sitios en los que han aparecido mensajes de protesta de algunos internautas, se justifican declarando:

«Hemos recibido comentarios negativos de algunos ciudadanos franceses que creen que estamos tratando de sacar provecho de esta tragedia, lo que nunca ha sido nuestra intención. Nuestro objetivo nunca ha sido buscar beneficio de la venta de estas camisetas, sino ayudar a crear conciencia y ayudar a mantener el apoyo a la población francesa «.

Uno se acuerda de la famosa frase latina «Pecunia non olet» que quiere decir, el dinero no tiene olor.

Dicho que contiene muchos significados ya que pecuniario o «dinero» en lengua latina deriva de pecuspecoris, o «ganado«, «ovejas», ya que antes los animales, en la época romana, y especialmente el ganado criado, representaban la riqueza que se poseía y podía canjearse a través del trueque. Las ovejas, los pollos y el ganado en general, en un momento en que aún no se daba impuso el uso de monedas, representaban los billetes de entonces.

Lo que es menos conocido es que a los oídos de los romanos esta frase no sólo sonaba como «El dinero no tiene olor» sino que en un juego de palabras simultáneamente suenan también como «Las ovejas no tienen olor.«

Dado el contexto de la globalización y la observación de nuestra época, marcada por la intocable y poderosa ley de «dominio del mercado», que considera como legítimo obtener beneficios de todo y de todos, continuando el juego de palabras latinas, uno se pregunta: ¿para los antiguos romanos, hoy en día, a qué tipo de «ovejas» estarían haciendo alusión?