Mientras que el personal sanitario en Alemania sigue estando sobrecargado y la calidad de la atención a los pacientes se resiente, el nuevo ministro de Sanidad, Gröhe, diseña una reforma que hace frente a los problemas existentes

Los servicios sanitarios carecen de personal. El comisionado de Sanidad, Laumann, habla de que faltan 50.000 puestos de trabajo. Por ello existe un cada vez más frecuente déficit en la atención. La Sociedad Alemana de Higiene Hospitalaria asciende la cifra de infecciones hospitalarias a 900.000 casos al año, de los que 30.000 acaban en muerte. Esto se debe en parte a la falta de cumplimiento de las medidas de higiene, claro indicador de la escasez de personal y la sobrecarga que éste sufre.

La profesión de cuidador pierde en valor y atractivo

Uno de los motivos de la escasez de personal en la atención sanitaria es el poco atractivo de la profesión. El interés que ésta suscita es principalmente alto en los recién graduados escolares y desempleados. No obstante, Laumann afirma que el bajo salario que percibirían haría cambiar de opinión a más de uno. El salario inicial del cuidador es de 1.300 a 1.600 € netos, siendo para un trabajador veterano de 1.600 a 1.800 € de media en Alemania, teniendo en cuenta además la carga tanto física como psicológica que soportan. El salario de los cuidadores experimentados ha sufrido una reducción debido a algunas medidas de reestructuración y al cambio en las titularidades, donde los empleados se han visto obligados a firmar nuevos contratos.

Otro de los motivos por los cuales la popularidad de esta profesión ha disminuido, es la cada vez más alta carga de trabajo, hecho que provoca que sea irrealizable el sueño de querer ayudar a la gente.

Asimismo ha crecido la carga administrativa. Debido a los complejos procedimientos de liquidación con los seguros médicos, se requiere documentación en cada una de las fases de trabajo. De esta forma se tarda de media al día en cada paciente diez minutos en cada fase, tiempo que se podría dedicar a los pacientes.

Un problema que surge como consecuencia de estas condiciones es el éxodo de personal cualificado a otras profesiones.

La carencia de personal es desde hace años cubierta por auxiliares de enfermería, que en algunos estados federados ejercen tras pasar únicamente un curso de seis semanas, a un muy bajo coste. A menudo se ven obligados a realizar un trabajo que previamente llevaba a cabo personal altamente cualificado. Esto provoca descontento en ambos profesionales, ya que los auxiliares de enfermería no quieren hacerse cargo de esas tareas porque deben limitarse al ámbito de funciones de cuidados básicos.

Una reforma en la atención sanitaria que planta cara a los problemas

El Ministerio de Salud tiene previsto para el 2017, fin de la legislatura, una reforma que haga frente a estos problemas, dando un impulso tanto financiero como estructural a las empresas, con el fin además de formar a más gente.

Para subsanar las deficiencias en la asistencia sanitaria se debe poner énfasis en los voluntarios. Laumann sugiere que los jubilados más activos podrían aumentar su pensión en 100 euros, por ejercer como ayudante familiar o ayudantes en centros para la tercera edad. Con esto se produce una separación intencionada entre cuidado y asistencia, para que ésta última pueda delegar funciones a los voluntarios y personal de apoyo, recibiendo éstos últimos una recompensa económica.

De nuevo la atención pierde valor. Después del modelo de cuidado ABEDL, de Monika Krohwinkel, después del cual se ha trabajado en Alemania principalmente en la atención a largo plazo, las tareas de la asistencia sanitaria serán claramente definidas como tareas de cuidado, las cuales se deberán llevar a cabo por personal cualificado.

Con el fin de ahorrar en gastos de atención, se debe ofrecer en el futuro cinco niveles de atención en lugar de tres. Según el código de legislación social se les daría el nivel 0 a las personas que tengan limitaciones para hacer frente la vida diaria y el nivel 3 + para los casos más difíciles. Los profesionales de la atención critican que los niveles adicionales beneficiarán a los desarrolladores de software, que son los que tienen que crear los nuevos programas.

Las medidas contenidas en el proyecto de reforma van más allá de los problemas reales, explicó Yvonne Falckner, colaboradora de la plataforma de acción alemana “La atención sanitaria está por los suelos”.

Continúan las protestas de la plataforma de acción “La atención sanitaria está por los suelos”

Falckner organiza en Berlín junto con otro muchos compañeros desde hace meses la protesta “La atención sanitaria está por los suelos” y desde la plataforma de acción anima a todo el personal sanitario a salir a la calle. La acción agradecería especialmente el apoyo de médicos bajo el lema “Quiero y necesito a mi personal sanitario”.

El próximo flashmob tendrá lugar el sábado 10 de mayo en varias ciudades.

Traducido del alemán por María Navas