Después de 14 semanas de huelga todavía sigue el impasse entre el gobierno Charest y el movimiento estudiantil de Québec. La ministra de educación Line Beauchamps presentó su renuncia al primer ministro Jean Charest.

La ministra Beauchamps explicó que se siente incapaz de obtener compromisos a partir de las negociaciones con las federaciones estudiantiles y el movimiento de los estudiantes y que ha perdido la confianza hacia los movimientos estudiantiles. Muchas universidades y colegios siguen cerrados en Québec, que incluyen a más de 138 asociaciones estudiantiles y a 156.790 estudiantes.

El 14 de mayo, 12:00 hrs., un grupo de una sesentina de profesores y de científicos de varias universidades y de centros de investigación de la provincia de Quebec reclamaron una moratoria al proyecto de aumento de los derechos de escolaridad del gobierno Charest. Solicitaban una moratoria al proyecto de aumento hasta la próxima elección provincial prevista para el otoño del 2012.

El 14 de mayo, 8:00 hrs., muchos estudiantes resultan heridos luego de una escalada de violencia que tuvo lugar frente al colegio de Rosemont en Montreal. La policía anti-disturbios se encontraba en el lugar para rechazar a los estudiantes en huelga y dejar entrar a algunos estudiantes que habían recibido una orden de la corte superior de Québec que los obligaba a reintegrarse a clases.

Por otra parte, para mantener la paz en sus instituciones, muchos directores de colegios prefirieron no respetar dichas órdenes y podrían ser juzgados por desacato al tribunal. Desde el comienzo del conflicto han sido presetnadas más de 25 medidas cautelares ante los tribunales de Quebec.

Viernes 12 de mayo, el movimiento estudiantil recibía apoyo desde más allá de las fronteras. Las agrupaciones estudiantiles de Chile, que están en paro desde hace varios meses, escribieron a los estudiantes secundarios y a los universitarios de Quebec.

Los estudiantes chilenos critican a la « política neoliberal » del gobierno de Jean Charest. Camila Vallejo, una de las líderes del movimiento estudiantil chileno, apoyó a los estudiantes canadienses.

« Cuando se defiende el derecho a la educación pública gratuita al servicio del pueblo y de sus necesidades, se enfrentan los peces grandes que se oponen a que avancemos en esa dirección. Y entonces se requiere mayor astucia, más inteligencia, mayor compromiso, ser más consecuente, a fin de evitar caer en el juego y en la estrategia de quienes quieren dividirnos, borrarnos, de quienes nos tratan de intransigentes, nos llaman delincuentes. Los exhorto a continuar con fuerza », declaró Camila.

Un representante de la Organización continental latino-americana y caribeña de estudiantes declaró por su parte, a propósito de la « primavera del arce », sobrenombre del movimiento de Quebec: « Podrán cortar las hojas, pero no detendrán la primavera. »