Sobre el ensayo nuclear de Corea del Norte

Frente a las noticias del 6 de enero de 2016, Mundo sin Guerras denuncia fuertemente el ensayo nuclear realizado por el gobierno de Corea del Norte.

Este ensayo subterráneo llevará inevitablemente a la fuga de material radiactivo y al innecesario aumento de tensiones en una región de varios países poseedores de armas nucleares y otros países supuestamente protegidos bajo un “paraguas nuclear”, cortesía de los Estados Unidos.

Sin embargo, a pesar de nuestra denuncia al gobierno norcoreano por amenazar a sus vecinos con la destrucción nuclear y sus desastrosas consecuencias humanitarias, reconocemos que este acto no ocurre aisladamente de otros hechos.

La península coreana aún está oficialmente en un estado de guerra. Corea del Sur tiene una fuerza militar que cuenta con 630.000 soldados activos, y Corea del Norte con 1.190.000. Además, los Estados Unidos tienen más de 30.000 soldados en la península.

Habiendo sido etiquetado por Bush como un país del “eje del mal”, el régimen norcoreano ha visto cómo han sufrido otros países, tales como Irak y Libia, con sus líderes asesinados brutalmente. A la luz de esto, ellos ven sus armas nucleares como la única manera de sobrevivir. Corea del Norte sostiene su doctrina de disuasión, tal como lo hacen todos los demás países con armas nucleares.

En ese contexto, no basta con denunciar a Corea del Norte; es necesario denunciar a todos los países poseedores de armas nucleares y al peor perpetrador del acoso nuclear: los Estados Unidos y sus aliados de la OTAN.

Estados Unidos es el único país que ha usado armas nucleares contra una población inocente. Entraron en una carrera nuclear con la Unión Soviética, lo que varias veces llevó al planeta al borde de la completa destrucción y, a pesar de la oferta de Gorbachov para entrar en un proceso de desarme nuclear, se negaron a hacerlo. Ahora con sus aliados de la OTAN, invierten 11 veces más que Rusia en sus gastos militares, y han desplazado continuamente los límites de la OTAN justo hasta la frontera con Rusia, a pesar del acuerdo entre Gorbachov y Bush de que esto no ocurriría al reunificarse Alemania.

Esperar que las naciones del mundo frenen el desarrollo de armas nucleares, mientras su propia existencia está amenazada por el mayor matón del mundo, es estúpido. Tanto China como Rusia se sienten cada vez más atacados por la doctrina militar de los Estados Unidos.

La única salida a la creciente amenaza de detonaciones nucleares, sean estas intencionales o accidentales, es que las naciones del mundo avancen rápidamente hacia el desarme, tanto de sus armas convencionales como de las nucleares.

Estos esfuerzos deben ser impulsados por aquellos que gastan más en sus presupuestos militares.

Mientras tanto, todas las naciones del mundo necesitan avanzar en la creación de medidas que hagan ilegales a las armas nucleares y en la preparación de un plan para su eliminación. Tales medidas deben incluir: la negociación de un tratado para prohibir las armas nucleares y hacerlas ilegales; la ratificación y firma del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares por parte de los ocho países necesarios para que entre en vigor; y la negociación de un tratado para controlar la producción de material fisible, entre otras cosas.

Otras medidas tales como que los países poseedores de armas nucleares disminuyan el estado de alerta máxima a sus armas nucleares para que ningún país pueda aniquilar a otro en cuestión de minutos, puede ayudar a crear las condiciones para que las relaciones internacionales mejoren y se desarrolle la confianza.

Está de más decir que esta reducción de gastos militares debe llevar a la erradicación de la pobreza alrededor del mundo, y al desarrollo de un sistema económico mundial equitativo que permita a todos los seres humanos del planeta vivir una vida digna con pleno acceso a servicios de salud y educación de buena calidad, al empleo, al tiempo de ocio, y a la seguridad en la vejez.

Esta declaración está publicada en nombre de Mundo sin Guerras, Hungria.