El secretario de la Organización de Estados Americanos (OEA) Luis Almagro, se reunió este viernes con la presidenta brasileña, Dilma Roussef y dialogó sobre la situación política del país en medio de un proceso de destitución contra la mandataria en el Congreso.

Tras el encuentro, Almagro emitió una declaración que fue difundida a través del sitio web de la organización. Una de las conclusiones, tras “un detallado análisis” de la OEA sobre el juicio político iniciado contra Dilma, es que el proceso no se encuadra dentro de las normas que sustentan dicho procedimiento”.

“No existe una acusación de carácter penal contra la Presidente, sino que se la acusa de mala gestión de las cuentas públicas en 2014. Esta es en todo caso una acusación de carácter político, que no amerita un proceso de destitución”, señala el secretario de la OEA.

Añade que del análisis se derivan dudas reflejadas también dentro del propio sistema de acusación pública, que señaló en una carta firmada por 130 miembros del Ministerio Público de Brasil, entre otras cosas, que el impeachment es en realidad un juicio jurídico-político que “no exime caracterización de certeza de los hechos que se le imputan a la autoridad en cuestión.

En este sentido, cita Almagro, al existir ausencia de juicio de certeza, “la resolución positiva del «impeachment» constituye un acto de flagrante ilegalidad, por significar una finalización sin motivo, por ende arbitraria, basado en conclusiones opinativas que, obviamente, carecen de demostración limpia y clara”.

Por otro lado, resalta que el procedimiento de destitución y cómo éste fue tratado en un comité preparatorio para apoyar la decisión de los diputados “están lejos de dar lugar a un juicio por indicios de delito de responsabilidad”.

Es decir, “no existe prueba de la práctica de un delito de responsabilidad, de acuerdo al artículo 85 de la Constitución Federal”, finaliza el análisis de la OEA.

Semanas atrás, Almagro había dicho desde Washington que “no hay fundamento” para la destitución de Rousseff y que si los hubiera, el impeachment se debería hacer, sin embargo, no existen pruebas y aseguró que “es muy deshonesto plantearlo en estos términos».

La Cámara de Diputados empezó este viernes la sesión en la que se definirá si el proceso de juicio político contra la mandataria avanza hacia el Senado, la cual tendrá la última palabra sobre el impeachment.

Sin embargo, sólo el domingo o el lunes, según analistas, se conocerá la votación final, pues son 513 diputados los que deberán debatir el tema. Para que la destitución sea aprobada se necesita del voto de dos tercios de la Cámara (342 representantes).

En varias embajadas de Brasil en la región, como la de Ecuador, se realizaron muestras y manifestaciones de apoyo al gobierno de Rousseff y rechazaron cualquier intento de golpe de Estado, que pueda ocurrir en esa nación.

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