En la Arenga de la Curación del Sufrimiento, Silo lleva adelante una gran acción válida, en opinión de la autora. Explica el momento actual de violencia en el que vivimos y propone cómo superarlo a través de una alegoría, que contiene el germen de su doctrina, de un nuevo mito: el que hoy necesita el ser humano para superar tanto dolor y sufrimiento y, con ello, dar un salto cualitativo como no lo ha vivido antes.

Hoy quiero sumarme a otros con mi testimonio y particular interpretación de la Arenga de la Curación del Sufrimiento, que Silo pronunciara el 4 de mayo de 1969 en Punta de Vacas, un lugar remoto en la Cordillera de los Andes, donde el poder militar de la época le permitió hablar “a las piedras” y que alberga el Parque de Estudio y Reflexión del mismo nombre.

Si una persona se pregunta por la doctrina y la obra de Silo -en mi opinión-, lo más rápido para acercarse a la misma es escuchar o leer La Curación del Sufrimiento; después ya puede estudiar sus obras, investigar sobre su proyección en el mundo y animarse a experimentar, si así le encaja… o quizás mejor comenzar por la experiencia para avanzar después en el estudio…

Algunos comentarios a La Arenga de la Curación del Sufrimiento

Desde el comienzo, Silo deja claro que las respuestas a las grandes preguntas que han acompañado siempre al ser humano están en el fondo de su conciencia y de su corazón. No en figuras o mandatos externos. Y lo dice así…

Si has venido a escuchar a un hombre de quien se supone se transmite la sabiduría, has equivocado el camino porque la real sabiduría no se transmite por medio de libros ni de arengas; la real sabiduría está en el fondo de tu conciencia como el amor verdadero está en el fondo de tu corazón.

En el siguiente párrafo, explica su ubicación mientras aclara la actitud que corresponde a una acción válida, algo que está llevando a cabo en ese momento con la exposición de su enseñanza…

Si has venido empujado por los calumniadores y los hipócritas a escuchar a este hombre a fin de que lo que escuchas te sirva luego como argumento en contra de él, has equivocado el camino porque este hombre no está aquí para pedirte nada, ni para usarte, porque no te necesita.

Algunos pueden ver detrás de estas palabras a un ser soberbio. No me parece. Lo que está a punto de compartir, lo lanza como un acto moral, por amor a otros, por amor a la humanidad; desde la coherencia y la libertad interna… sin esperar nada, como una gran acción válida, como apuntaba.

Después, pone como contexto el estado de dolor y sufrimiento en el que vive hoy el ser humano. Diferencia el dolor del cuerpo del sufrimiento mental y apunta a la violencia como la base del sufrimiento, y al deseo como raíz de la violencia…

Hay un tipo de sufrimiento que no puede retroceder frente al avance de la ciencia ni frente al avance de la justicia. Ese tipo de sufrimiento, que es estrictamente de tu mente, retrocede frente a la fe, frente a la alegría de vivir, frente al amor. Debes saber que este sufrimiento está siempre basado en la violencia que hay en tu propia conciencia. Sufres porque temes perder lo que tienes, o por lo que ya has perdido, o por lo que desesperas alcanzar. Sufres porque no tienes, o porque sientes temor en general… He ahí los grandes enemigos del hombre: el temor a la enfermedad, el temor a la pobreza, el temor a la muerte, el temor a la soledad. Todos estos son sufrimientos propios de tu mente; todos ellos delatan la violencia interna, la violencia que hay en tu mente. Fíjate que esa violencia siempre deriva del deseo. Cuanto más violento es un hombre, más groseros son sus deseos.

Pero es en la historia que propone después donde se halla el centro del mensaje que está lanzando. Ahí se encuentra la alegoría de un nuevo mito, la esencia de su doctrina, la base de la cultura que necesita hoy la Humanidad para salir el aparente callejón sin salida en el que se encuentra, el germen de una nueva civilización por primera vez planetaria que retome la dirección que siempre ha guiado al ser humano en su liberación.

¿Y qué propone tal alegoría?

En la misma, Silo habla de un viajero, de un caballo -al que llama ‘necesidad’- y de un carro -al que llama ‘deseo’-, cuyas ruedas llevan por nombre ‘placer’ y ‘dolor’. El viajero va cargando el carro con más y más deseos, con más y más posesiones, hasta que se convierte en un lastre para su propósito.

Después de meditar, comprende por un relincho del caballo -una señal de la necesidad- que debe desprenderse de aquello que no le permite avanzar en su camino hacia el destino que se ha marcado, el mismo que siempre ha guiado al ser humano: liberarse de dolor y sufrimiento. Para lo cual, primero se desprende de todos los adornos y más tarde del carro mismo.

Pero ¿Qué papel tiene el viajero, el jinete, en esta historia? Porque no representa la necesidad, sino que se sube sobre sus lomos, se eleva sobre ella.

Silo está explicando su visión sobre el ser humano -alejada de la mirada zoológica que tienen otras concepciones- al señalar que es un ser con capacidad de volver la mirada sobre sí mismo, de reflexionar sobre sí y su acción, de meditar sobre su destino y el camino que le lleve a él.

Un ser intencional, con capacidad de transformarse y transformar el medio en el que vive, de cambiar las condiciones con las que se encuentra; un ser que llega a este mundo con un propósito: superar el dolor y el sufrimiento. Un ser que -con aciertos y errores- va avanzando en su despertar y elevando su nivel de conciencia.

Más tarde Silo profundiza en las raíces del sufrimiento y explica las diferentes manifestaciones de la violencia que lo genera: física, económica, racial, religiosa… para denunciar, por último, la violencia que ejercemos sobre otros cuando buscamos imponer nuestra mirada…

Hay otras formas de violencia que son las impuestas por la moral filistea. Tú quieres imponer tu forma de vida a otro, tú debes imponer tu vocación a otro… pero ¿quién te ha dicho que eres un ejemplo que debe seguirse? ¿Quién te ha dicho que puedes imponer una forma de vida porque a ti te place? ¿Dónde está el molde y dónde está el tipo para que tú lo impongas?

Como no puede ser de otro modo, muestra la salida para terminar con la violencia…

Únicamente puedes acabar con la violencia en ti y en los demás y en el mundo que te rodea, por la fe interna y la meditación interna. No hay falsas puertas para acabar con la violencia

Y finaliza su intervención alentando a recorrer caminos de paz, alegría, amor… de esperanza…

Hermano mío: cumple con mandatos simples, como son simples estas piedras y esta nieve y este sol que nos bendice. Lleva la paz en ti y llévala a los demás. Hermano mío: allá en la historia está el ser humano mostrando el rostro del sufrimiento, mira ese rostro del sufrimiento… pero recuerda que es necesario seguir adelante y que es necesario aprender a reír y que es necesario aprender a amar.

A ti, hermano mío, arrojo esta esperanza, esta esperanza de alegría, esta esperanza de amor para que eleves tu corazón y eleves tu espíritu, y para que no olvides elevar tu cuerpo.

¿Será capaz hoy el ser humano de parar y meditar? Quizás aguijoneado por la necesidad, ante el momento difícil que vivimos, lo haga; vuelva la mirada sobre sí, despierte… y entonces decida desprenderse de tantos deseos, que le mantienen perdido y de la violencia que éstos generan, para subirse a lomos de la necesidad y retomar el camino que siempre le abrió el futuro: el sendero de la noviolencia, el camino de la vida… de su liberación.

 

Para más información:

www.silo.net
https://www.parquepuntadevacas.net/Arenga.php
https://www.elmayordelospoetas.net/1978/09/29/dia-2-la-accion-valida-transcripcion/