Los ocho cuentos de Balneario parecen decirnos: «Esto no se hace», e inmediatamente responder a esa sentencia con un «Bueno, pues lo hago igual». Relaciones de poder que duran lo poco que dura una vida, el caudal subterráneo de nuestros impulsos y deseos que determinan actos miserables o, quizás, simplemente humanos; acaso sean lo mismo. Afectos que parecen bien armados hasta que un mínimo gesto descubre su precaria estructura. La perversión que cobra caro y que se paga aún más cara. Personajes descarnados por exceso de carne, sumidos en la desidia, la venganza soterrada, la extrañeza. La condena entre hacer posible lo imposible, dar vida a lo absurdo, e insistir en la premisa: «no se hace pero lo hago igual». Sólido debut de José Fliman, abrupto en atrapar a la lectura, tal como los finales de cada relato: de golpe todo termina mientras sus palabras ya se han quedado en nosotros.

Acá la entrevista sobre este libro: