Noam Chomsky, John Pilger, y Chris Hedges han aportado su experiencia al tema de la guerra en Ucrania con algunos recientes comentarios que ayudan a brindar algo de claridad más que necesaria en un asunto que a menudo es confuso y siempre polémico. Aquí las presentamos:

«He pasado mi carrera trabajando en actualidad y he cubierto probablemente siete, ocho, nueve guerras de tiroteos; nunca había visto una cobertura completamente consumida por un tsunami del Jingoísmo y de un jingoísmo tan manipulador como este.»~ John Pilger

Esta cita proviene de una reciente entrevista con el legendario periodista Australiano realizada por el South China Morning Post, y dice mucho acerca del ecosistema informático en el que ahora nos encontramos debatiendo tratando de entender las cosas.

Desde los primeros días de la invasión estaba claro que el mundo occidental estaba siendo destrozado con una inundación de propaganda como nunca antes habíamos visto. En el primer mes completo del conflicto, las cadenas de televisión estadounidense dieron más cobertura a la guerra en Ucrania que a cualquier otra guerra que Estados Unidos haya estado directamente involucrada, incluyendo Irak y Vietnam. Literalmente los arquitectos de la guerra en Irak fueron algunos de los primeros especialistas buscados por la prensa dominante para el análisis del conflicto, los que junto con los llamados en una escalada demente en contra de Rusia consiguieron empujar la ventana de Overton de un debate aceptable hacia un belicismo extremo y alejar el apoyo de posibles soluciones diplomáticas.

Y todo esto fue fácilmente canalizado en la consciencia popular ya que el camino ha sido lubricado por años de histeria rusa, resultado de la operación a gran escala conocida como Rusiagate. La confrontación más peligrosa de Estados Unidos en generaciones, ha sido precedida por años de pánico generados por la media del mismo país, a pesar de que la invasión a Ucrania aparentemente no tiene absolutamente nada que ver con la teoría conspirativa de que el Kremlin se habría infiltrado en los más altos niveles del gobierno Estadounidense. Vaya coincidencia, amigo mio.

«Es bastante interesante que en el discurso estadounidense, es casi obligatorio referirse a la invasión como la «no provocada invasión de Ucrania». Búscalo en Google, encontrarás cientos de miles de visitas. Por supuesto, fue provocado. De lo contrario ellos no se referirían a ello todo el tiempo como una invasión no provocada».~ Noam Chomsky

Esta cita, extraída de una entrevista del mes pasado con Ramzy Baroud, es evidentemente cierta y debería señalarse más a menudo.

La gente no va añadiendo gratuitamente los mismos adjetivos y modificadores a algo una y otra vez a menos que estén intentando manipular como es percibido. Si tu vecino siempre se refiriera a su esposa como «mi esposa a quien definitivamente nunca he golpeado», tu inmediatamente desconfiarás porque así no es como la gente normal habla de cosas normales.

Nosotros no decimos «tierra redonda» o «el Holocausto que totalmente sucedió», simplemente decimos las palabras, porque su naturaleza básica no está en disputa y no hemos invertido nada en manipular o confundir la comprensión de la gente acerca de ello.

La necesidad de la clase política/mediática de continuamente fanfarronear la frase «invasión no provocada» una y otra vez es una confesión en sí misma, donde ellos saben que no están contando toda la verdad. Es la versión de propaganda imperial de este clásico tweet:

Chomsky resume muchas de las provocaciones en las que las estructuras de poder de los Estados Unidos y la OTAN se vieron involucradas antes del conflicto, lo que muchos analistas occidentales advirtieron durante años que se vendría como el resultado de las acciones provocadoras que ya estaban siendo tomadas por el imperio. La invasión fácilmente podría haberse evitado con un poco de diplomacia y ciertas concesiones de bajo costo y alta recompensa, como honrar los acuerdos de Minsk y proporcionar la garantía de neutralidad para Ucrania, pero ellos en cambio, escogieron la provocación y el aumento del conflicto. Agreguemos a eso el exponencial aumento del bombardeo de Donbas por Kiev justo antes de la invasión y podrás entender por qué los maestros del imperio están trabajando tan duro para impulsar la linea «no provocadora».

Nada de esto quiere decir que Rusia está libre de culpa en esta guerra; si yo provoco a alguien a golpear a otro, ellos siguen siendo moralmente responsables por haber lanzado el golpe, pero yo también soy responsable por haberlo provocado. Rusia es responsable de sus acciones, y la estructura de poder de los Estados Unidos, la OTAN y Ucrania también son responsables por sus acciones. Putin es responsable por invadir, el imperio occidental es responsable de provocar esa invasión. No es complicado.

En la misma entrevista Chomsky también dice «la censura en Estados Unidos ha alcanzado tal nivel que supera todo en mi experiencia de vida» en relación a esta guerra. Esa evaluación junto con el testimonio de Pilger respecto a la propaganda de guerra como nunca él la había visto antes, muestra que la gestión narrativa imperial está en su punto más alto, lo que no estaría sucediendo a menos que el imperio tuviera algunas importantes agendas que quisiera desarrollar en los próximos años.

«En ningún momento, incluida la crisis de misiles en Cuba, hemos estado tan cerca del abismo de una guerra nuclear». ~ Chris Hedges

Haciéndose eco de las urgentes advertencias que Stephen Cohen estuvo realizando al final de su vida, Hedges en un nuevo articulo, describe los juegos profundamente peligrosos que el imperio esta realizando con una superpotencia nuclear en esta constante escalada por la guerra de poder en contra Moscú.

Las observaciones de Pilger y Chomsky sobre el gran esfuerzo que están haciendo para manipular la comprensión que la gente tiene con esta guerra, toma sentido cuando te das cuenta de que las agendas que el imperio está tratando de desplegar, ahora contra Rusia y luego contra China más adelante en el camino no es solo para lanzar al mundo en la pobreza y hambruna extrema, sino para borrarnos de la faz de este planeta.

No tiene porque ser así. No hay ninguna razón por la que el gobierno más poderoso del mundo necesite arriesgar la vida de todos los habitantes de la tierra en un intento por asegurar el dominio del planeta. Es posible que todas las naciones y personas simplemente prosperen y colaboren juntos hacia el bien común. Lo único que tendría que suceder es que se abandonen esas agendas de total hegemonía.

Desafortunadamente los gestores del imperio no parecen tener ningún plan de abandonar su objetivo de conquista mundial en un corto plazo, por lo que nosotros, la gente común de este mundo, quizás en algún momento terminaremos teniendo que hacerles presión, en pos de nuestra propia supervivencia.

Estos son tiempos infernales para estar vivo, pero reconozcamos, ellos lo han mantenido interesante.
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Traducido por Nicole Valenzuela Pimentel.

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