De cara a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Colombia, Pressenza invitó a Katherin Gómez, Camilo Espinosa y Francisco Rubio Pérez, jóvenes colombianos que residen actualmente en Córdoba, Argentina, a conversar sobre sus expectativas, sus sueños, sus reivindicaciones, su relación con la política y el dilema y la oportunidad que representa este 19 de Junio.

Por Javier Tolcachier / Cámara: Ana Sofía Tolcachier / Edición: Walker Vizcarra

Pressenza: Ante todo, una pregunta personal que quizás diga mucho sobre la situación general en la que viven muchos jóvenes: ¿Por qué salieron de Colombia?

Katherin: yo salí de mi país en busca de  oportunidades. Colombia es un país donde el estudio es un lujo, no un derecho. Si quieres estudiar en Colombia tienes que adquirir unas deudas que son impagables. Somos una sociedad que ha sido violentada y vivimos en una cultura de violencia muy terrible, así que decidí cambiar y salir del país en busca de una mejor vida y oportunidades.

Camilo: Yo pienso que el objetivo común del colombiano que tiene que salir e ir a otros países es buscar más oportunidades y es claro que el foco es básicamente el de la educación. Creo que también,  al igual que Kathy, uno de los principales detonantes que me llevaron a pensar en cambiar de contexto y de país, es el contexto de violencia que ha trascendido a mi persona y a toda mi familia durante muchas generaciones, entendiendo esa violencia como estructural, que engloba muchos aspectos más allá del económico.

Pressenza: Hablemos de paz y no violencia, una situación prácticamente desconocida para un país desgarrado  por el poder concentrado de la oligarquía y los intereses geopolíticos imperiales.  ¿Qué tienen que ver estas elecciones con el justo anhelo del pueblo colombiano de vivir en una sociedad menos violenta?

Siento que estamos en un punto muy trascendental. Como lo mencionas, creo que la violencia y todo el contexto en Colombia nos ha marcado de una forma muy abrupta. La mayoría de nosotros hemos crecido en un contexto violento y pienso que el programa que estamos teniendo hoy sobre la elección presidencial deja muy en evidencia esa lucha de la oligarquía, de la concentración de poder por seguir  manteniéndolo y por seguir perpetuando esa violencia que es estructural y comprende una cantidad de componentes sociales más allá que el económico.

Creo que este proceso que estamos atravesando nos marca como colombianos. Tenemos un escenario con dos posturas básicamente muy divididas y muy bien caracterizadas. La campaña que representa el Pacto Histórico representa la unión y la lucha de muchos sectores y creo que el programa opositor o contradictor representa justamente un foco de violencia que ha ido atravesando muchos sectores y regiones. Esa oligarquía concentra también gran parte de la responsabilidad de la violencia y de la injusticia social.

Así que creo que en este proceso está en juego esa lucha: la lucha de los que siempre han sido marginados contra la lucha de los que siguen queriendo concentrar el poder a costa de todo, a costa de la vida y ese es el foco en el que nos hemos unido y nos estamos uniendo cada vez más como Colombia, para pensar que el centro es justamente la vida y todo lo que compone nuestra humanidad.

Pressenza: Hablemos del futuro: para la juventud de Colombia, hoy en su mayoría desempleada, precarizada o explotada, rodeada por un entorno consumista sin límites y la imposición de modelos de vida sin sentido y desgastados, situación que sin duda explica el amplio protagonismo juvenil en la rebelión popular contra el gobierno de Duque y la apuesta de las y los jóvenes en la primera vuelta presidencial ¿Qué cambia si gana Petro? ¿Cambia algo si gana Hernández? ¿Qué le exigen al nuevo presidente?

Francisco: referente a las tres preguntas que me realizas, Colombia ha venido en los últimos años – no hablo en los últimos diez, sino en los últimos veinte años – en una decadencia totalmente negativa en su gran mayoría, no se han respetado nunca los derechos, no hay igualdad. Son un sinfín de cosas negativas que llevaron el año pasado a un estallido social y esto ha generado que todo el país revolucione, que cambie su pensamiento y obviamente quiera un cambio.

Ese cambio está ligado, está unido a Petro y a Francia, que en este caso serían los candidatos principales y óptimos para poder llevar otro rumbo y para poder generar una igualdad y un respeto por los derechos.

En el caso que gane Rodolfo va a ser un poco complicado porque es un continuismo lo que ha venido generando y más ahora que justamente la ultraderecha perdió y se unió a la campaña de Rodolfo Hernández. Calculamos entonces que puede venir siendo lo mismo, no hay unas propuestas claras, no hay un cambio directo, ni tampoco se le ve ese espíritu o esas ganas de querer pensar por un momento en el pueblo.

Así que lo que se espera este 19 de junio es simplemente que todos votemos a conciencia, que se genere un cambio real y que ojalá, si todo sale bien, ganen Petro y Francia para el bienestar y el bien del país.

Pressenza: Hablemos de la situación de las mujeres. Colombia es una sociedad machista y patriarcal, los distintos tipos de violencia se han ensañado, igual o peor que en otros lugares de América Latina y el mundo contra las mujeres, en especial contra las jóvenes y las niñas.

Sin embargo, es notable observar el avance femenino en reclamo de derechos, de participación, de oportunidades. ¿Dónde ubican a las fórmulas contendientes en esta segunda vuelta, respecto a la posibilidad de liberación de la mujer de las distintas modalidades de opresión?

Katherin: En el actual contexto en Colombia y las dos opciones que tenemos para la presidencia, es notable que la propuesta del Pacto Histórico reconoce a la mujer como una actora principal tanto en la política como en la vida cotidiana de nuestra sociedad.

Gustavo Petro y Francia Márquez -afrodescendiente, lo que es histórico-, han querido darle en su propuesta de gobierno ese protagonismo y la relevancia que la mujer hoy no tiene. Que pueda defender sus derechos, que sea un actor principal en la política, ofreciendo casi el 50 por ciento de participación femenina en un gobierno históricamente patriarcal.

Esto sienta un precedente para ver que hay un cambio en camino. Reconocer la labor de las mujeres dedicadas al cuidado del hogar, brindándoles la posibilidad de tener una pensión digna son actos que dignifican la vida, que empoderan a la mujer; reconocer las comunidades que siempre han estado en el olvido, afrodescendientes, raizales y palenqueras, mujeres que han sufrido la violencia con el rigor más impresionante y que son reconocidas como parte importante de este proceso de cambio, esto es el Pacto Histórico.

Por el otro lado, la campaña del ingeniero denigra a la mujer. Un hombre abiertamente machista y misógino que en su programa de gobierno no tiene ninguna propuesta para la mujer, siendo que somos una fuerza enorme en Colombia y que cada día demandamos más participación y muchísimos más derechos y respeto por la vida. Es claro en los dos escenarios lo que hay y es claro el cambio que queremos como mujeres.

Pressenza: Un sensibilidad muy presente en la agenda de las nuevas generaciones es el del cuidado medioambiental y la relación de mayor empatía con los animales. Ambos candidatos, como es obvio, prometen desarrollo económico y social, que no pocas veces encubre una sobreexplotación de los bienes naturales y el patrimonio común. ¿Ves matices diferentes al respecto en la agenda de Petro y Francia de la de Hernández y Castillo?

Katherin: Hay matices bastante marcados, partiendo de uno muy importante: el Pacto Histórico defiende la firma del Acuerdo de Escazú, vital para el desarrollo sostenible del Caribe y Latinoamérica, mientras que la campaña del “ingeniero” ni siquiera tiene conocimiento qué es el Acuerdo de Escazú.

El pacto histórico tiene asentada una agenda sobre protección animal, donde visibilizan la relación que una sociedad debe tener con los animales, con la naturaleza. La campaña del ingeniero no tiene una sola propuesta de protección animal. Terminar la explotación animal para la diversión de las personas y crear leyes que protejan la vida animal, que cuiden nuestra fauna y nuestra flora, es vital para el sostenimiento de cualquier nación.

En relación a las pruebas de fracking, el Pacto Histórico rotundamente está cerrado a ello,  no se va a practicar fracking, no lo quieren porque conocen las consecuencias en nuestro ecosistema. El ingeniero lo desconoce totalmente y por el contrario está a favor del fracking,  es colocar la plata y los intereses económicos sobre la vida.

Pressenza: Hablemos de discriminación. El gran apoyo recibido por la fórmula de Francia y Petro en regiones con fuerte presencia de población afrocolombiana e indígena indica las esperanzas que estos millones de personas, las más sometidas y vulnerables de Colombia, cifran en su victoria. No hay dudas que de concretarse, la presencia de Francia Márquez en la vicepresidencia de Colombia representaría un enorme avance humanista, un triunfo cultural, un salto civilizatorio.

Sin embargo, también es dado pensar que esto despierta recelos y resistencias en otros grupos poblacionales por los esquemas socioeconómicos y culturales en los que históricamente se ha moldeado a la sociedad colombiano. ¿Qué mensaje tienen para ellos? ¿Más allá de la coyuntura política, qué debe cambiar en cada una y cada uno de nosotros para poder sentir la enorme riqueza de la diversidad humana?

Camilo: como bien lo mencionas, creo que vas a un punto muy certero que se refiere al cambio que necesitamos en cada uno, más allá de pensar en delegar o en el trabajo que los otros y los demás tienen que hacer. Esa es una construcción que necesitamos encaminar,  seguir encaminando y destinar recursos. Es una construcción del yo, de lo que tenemos en nuestro interior, algo con lo que desde mi perspectiva y desde la de muchos, claramente sólo es posible cuando priorizamos la educación, cuando priorizamos nuestra formación.

La construcción de la cultura desde el enfoque educativo es algo que justamente está priorizando el liderazgo que propone Gustavo Petro, el favorecer y permitir el acceso a la educación superior para toda la población, focalizado obviamente en la población joven.

Creo que es ahí, en el foco de la educación, donde yace el punto trascendental de cuál es el cambio que necesitamos y lo que tenemos que hacer.  Estamos en un momento muy puntual y crítico para la sociedad colombiana donde necesitamos poder conectar con nosotros mismos como personas, como individuos y sensibilizarnos en cómo estamos frente a un escenario donde hay una persona que queda en exposición y en evidencia su rechazo a toda la diversidad, su rechazo a nuevos cuestionamientos y a toda una nueva construcción.

Es claro que el panorama que nos muestra hoy todo el mundo requiere cambio, requiere nuevas acciones, exigee cuestionarnos en una cantidad de aspectos, que es justamente lo que estamos tratando de traer con el Pacto Histórico y con las personas que estamos trabajando en construir esta idea y creo que conectamos con eso de sensibilizarnos. Ése es el trabajo más grande que tenemos hoy como colombianos y como individuos, sensibilizarnos acerca de esta nueva construcción cultural y social que estamos, creo yo,  casi obligados a decidir.

Pressenza: por último, el pueblo colombiano necesita urgentes y profundos cambios, y así lo ha hecho sentir en las urnas en la primera vuelta. ¿Cuál es entonces la opción para un cambio verdadero este 19 de Junio y por qué?  

Camilo: Esta pregunta, que es muy amplia, se puede contestar simplemente diciendo el cambio es uno o el cambio es otro. Es así de simple porque ha quedado en evidencia los apoyos y la calidad de personas que se han unido para seguir tratando de concentrar el poder a costa de la violencia.

Yo pienso que el cambio más real es pensar en las necesidades puntuales que tiene el pueblo colombiano, que tiene cada persona, y que trascienden múltiples dimensiones.  Hay que poder escuchar y entender la posición de los diferentes escenarios.

La posición que manifiesta Gustavo Petro es en torno a una visión de desarrollo humanista, un desarrollo que respete la vida y que prevalezca sobre cualquier otra dimensión. Poder garantizar la dignidad de cada persona por el simple hecho de ser persona.  Creo que ese cambio se está reflejando en este Pacto, un pacto que es histórico y que está liderado por personas que han construido, que han luchado de una forma constructiva desde diferentes escenarios y desde el priorizar siempre la justicia social.

Yo creo que el cambio hoy, en el contexto de Colombia, lo marca pensar en nuestra necesidad de justicia social y de sacar poder a los que siempre lo han tenido y que se han encargado de seguir empobreciendo y explotando de una manera irresponsable tantos recursos.

Francisco: referente a esas dos preguntas pues la respuesta prácticamente es la misma.  Obviamente todos queremos que el presidente sea Petro y la vicepresidenta Francia. Necesitamos un cambio real y el cambio real está con ellos. Todo se demostró en la primera vuelta, fueron más de ocho millones y medio de votos, que nunca en la historia del país un candidato presidencial en primera vuelta había tenido esa cantidad de votos.

Desafortunadamente no se llegó a ese 50 por ciento pero sí estuvo muy cerca; eso quiere decir que todo el mundo quiere un cambio, todo el mundo está pensando hacia el futuro del país, pensando en el pueblo y bueno, todos esperamos que este 19 de junio sea un día para el cambio, para festejar, porque en realidad es lo que anhelamos todos los amigos.

Así que esperamos que esto se dé y que todos los colombianos tengamos conciencia del voto.

Katherin: Es un momento histórico y la opción de cambio de Colombia está en nuestras manos. Hay que hacer un voto responsable. Gustavo Petro y Francia Márquez proponen gobernar respetando la constitución del 91 y creando un gobierno para la gente, cuidando el medio ambiente, siendo un gobierno inclusivo. Entonces es la única opción que tenemos, un cambio por la vida, propuestas reales y serias. Del otro lado tenemos pisoteo a la constitución, no hay un plan de gobierno serio y significaría el continuismo.

El no al plebiscito de paz fue dado por el ingeniero Rodolfo. Esto nos muestra que es un continuismo, quiere la guerra y Colombia quiere paz. La única paz está en cambiar y el Pacto Histórico es la salida.