El 14 de junio es el Día Mundial del Donante de Sangre.

El objetivo según la Organización Mundial de la Salud (OMS) es  acrecentar la concienciación mundial sobre la necesidad de disponer de sangre y productos sanguíneos seguros para transfusiones.

También poner de relieve la contribución que efectúan los donantes de sangre voluntarios no remunerados a los sistemas nacionales de salud.

Segun la OMS:

  • La sangre y los productos sanguíneos son recursos esenciales para el tratamiento eficaz de mujeres que sufren hemorragias relacionadas con el embarazo y el parto.
  • Para los niños que padecen anemia grave debida al paludismo y la malnutrición.
  • Para los pacientes con trastornos de la médula ósea, trastornos de la hemoglobina y enfermedades por inmunodeficiencia hereditarios.
  • Para las víctimas de traumatismos, emergencias, desastres y accidentes.
  • Así como pacientes sometidos a procedimientos médicos y quirúrgicos complejos.

La necesidad de sangre es universal, pero el acceso de todos los que la necesitan no lo es:  La escasez de sangre es particularmente aguda en países de ingresos bajos y medianos.

Para asegurar el acceso a sangre segura para toda persona que requiera una transfusión, todos los países necesitan donantes de sangre voluntarios no remunerados que donen sangre periódicamente.

Un programa eficaz de donación de sangre caracterizado por una participación amplia y activa de la población es crucial para satisfacer la necesidad de transfusiones de sangre en tiempos de paz. También durante emergencias o desastres que motiven un repentino aumento de la demanda de sangre. O cuando se vea afectado el funcionamiento normal de los servicios de hematología.

Un entorno social y cultural propicio y muy solidario facilita el desarrollo de un programa de donación de sangre eficaz.

Además, la donación de sangre contribuye a generar vínculos sociales y forjar una comunidad cohesionada.

Algunas cifras y datos según la OMS

  • El 40% de los 118,5 millones de donaciones de sangre extraídas en todo el mundo se recogen en los países de ingresos altos. Allí vive el 16% de la población mundial.
  • En los países de ingresos bajos hasta un 54% de las transfusiones sanguíneas se realizan a menores de 5 años, mientras que en los países de ingresos altos, el grupo de pacientes transfundidos con mayor frecuencia son los mayores de 60 años, que reciben hasta un 76% del total de las transfusiones.
  • La tasa de donación de sangre por cada 1000 personas es de 31,5 donaciones en los países de ingresos altos, 16,4 en los de ingresos medianos altos, 6,6 en los de ingresos medianos bajos y 5,0 en los de ingresos bajos.
  • Entre 2008 y 2018 se ha notificado un aumento de 10,7 millones en las unidades de sangre donadas por donantes voluntarios no remunerados. En total, en 79 países este grupo de donantes aportó más del 90% de su suministro de sangre; sin embargo, en 54 países más del 50% del suministro de sangre procede de familiares o allegados o donantes remunerados.
  • Solo 65 de los 171 países que aportaron datos fabrican productos medicinales derivados del plasma mediante el fraccionamiento del plasma recogido en el propio país. Un total de 91 países declararon importar todos los productos medicinales derivados del plasma, 16 países declararon que durante el periodo objeto de la notificación no utilizaron ninguno de estos productos y 8 países no respondieron a la pregunta.
  • El volumen de plasma para el fraccionamiento por cada 1000 habitantes varió considerablemente entre los 44 países informantes, oscilando entre 0,1 y 52,6 litros, con una mediana de 5,2 litros.

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