Por Hugo Rodríguez

La base está en los «contenidos»

Un contenido es un regalo con formatos de: escritos, imágenes, videos, entre otros, que como marcas, empresas o simplemente anunciantes, podemos darle a los usuarios para que estos obtengan información práctica sobre un tema en particular. Esto es lo que dicen los expertos en marketing que trabajan a diario y en todas la plataformas posibles para en definitiva “vendernos” algo, es decir para que hagamos consumo de nuestro tiempo o de nuestro dinero. Es decir, es la forma que utiliza el “sistema” para llegar a nosotros.

Visto esto, estarán de acuerdo conmigo en que las redes sociales están invadidas de “contenidos” esencialmente porque ganan “dinero” o “poder” y ¿como lo hacen?  …lo hacen a través de “algoritmos” (programas informáticos) que controlan este flujo para mantenernos esencialmente enchufados y pendientes de aquello que se mueve en la red.

No voy a juzgar esto en esta nota, simplemente lo enuncio porque este mundo tecnológico se mueve así, ninguna novedad, es lo de siempre, ampliado hasta límites inimaginables.

Si un “contenido” destaca, conecta, despierta interés… te llega, pues lo “compartes” y de esa manera, si sigue produciendo lo mismo en otros, se convierte en “viral” y ¡listo! ¡Triunfa!

Nosotros nos vamos a detener y reflexionar en otro tipo de “contenidos” aquellos que nacen con otro propósito, desde otra intención o lugar. Por ejemplo: esta nota la hago para compartir reflexiones, intereses y buscar interlocutores para seguir aprendiendo, buscando maneras para que la comunicación humana ayude a liberarnos… a ser más felices.

Este tipo de “contenidos” también siguen la dinámica de lo enunciado por los expertos en marketing, pero la diferencia está en la intención y el resultado final. También son escritos, imágenes, videos que se comparten y dependiendo de su “importancia” se puede convertir en “virales”.

La clave está en la «interacción»

Interactúas cuando compartes, cuando opinas, cuando marcas un “me gusta”, es decir cuando te conviertes en co-participante del creador del contenido. De esta manera, al interactuar, un contenido va ganando más “relevancia” tanto en el sentido positivo como negativo. A través de esta interacción el contenido se ajusta al mundo en una “adaptación creciente” si suma en el propósito del autor o los autores, o “adaptación decreciente” cuando desactiva ese interés.

Siendo así las cosas, el cuidado de ese ámbito mayor, en este caso la Red Social donde sucede esto, es muy determinante. Imaginen por ejemplo que alguien publica un contenido a favor de su equipo de fútbol en el grupo del equipo contrario. Salvo que esto sea avalado por los participantes, lo más normal es que lo critiquen como poco…

La interacción entonces crea sociedad –sociedad virtual, se entiende–, que puede o no coincidir con un lugar, un colectivo, etc.

Algunos datos de las redes sociales

Así están cotizadas las redes sociales. Sin comentarios…

  • Facebook (Facebook, Instagram, Whatsapp)   US$ 915.600 millones
  • Alphabet (YouTube, Google)                                US$ 907.200 millones
  • Tencent (WeChat, QQ)                                          US$ 623.000 millones
  • ByteDance (TikTok)                                               US$ 250.000 millones
  • Snap Inc (Snapchat)                                              US$ 122.100 millones
  • Twitter                                                                      US$ 50.100 millones
  • Pinterest                                                                   US$ 33.900 millones

¿Ustedes por qué creen que valen tanto?

No quiero alentar con esto a no utilizarlas, simplemente llamo la atención sobre lo que estamos hablando y sobre la posibilidad, aunque sea ínfima, de que sean verdaderas herramientas del cambio social. ¿Se imaginan una sociedad donde las estrellas del fútbol sean destacadas por su calidad de juego, no por el dinero que tienen, que resulta ya obsceno?

Las redes sociales podrían avanzar hacia una verdadera democratización, técnicamente posible, en vez de ser instrumentos de poder y de dinero… En fin, tengo clara mi postura y se que toda influencia que pueda hacer en retratar y alentar al uso consciente de las mismas, puede ayudar al propósito del cambio humano.

La solución está en «la propuesta»

Una red social propia es un gran reto, pero a todas luces, es el lugar ideal para no depender, es decir, tener el control de su uso (acuérdense de los algoritmos que hablábamos arriba). No queremos una red de consumidores, queremos una red de intenciones, una comunidad de usuarios que generen lo mejor para buscar conectar con lo mejor de la sociedad y juntos avanzar hacia la unión de todos los humanistas del mundo.

Todo Internet es una gran red, no es posible aislar una plataforma de otra, todo lo contrario, estamos diciendo que es más sensato tener claro lo que se hace y llenar de “contenidos” mas interesantes a todas las redes generando al mismo tiempo una lanzadera… humanistas.net

Por qué es importante una red social «humanista»

Una red social humanista está para crear “contenidos” de calidad que ayuden a la futura “Nación Humana Universal”. Una empresa compartida que concentra intenciones, para que en su conjunto, con el aporte de todos, sean eruditos o simples participantes, se convierta en un faro de referencia al momento social presente y futuro.

Continuará…