Fuente: Ojo Público. Foto: peru21.pe

La sentencia judicial contra el periodista Christopher Acosta acaba de sentar un peligroso precedente para la libertad de expresión y el ejercicio periodístico. Acosta fue declarado culpable del delito de difamación contra el político César Acuña Peralta, ex candidato presidencial y líder del partido Alianza para el Progreso.

Acuña demandó al periodista por la publicación de 55 frases consignadas en el libro Plata como cancha, escrito por Acosta. Para el político y empresario de la educación ese contenido afecta su honor. La información se basa en declaraciones públicas de terceros, también en citas de sesiones judiciales y congresales.

La condena de dos años de prisión suspendida incluye a Jerónimo Pimentel, director de la editorial Penguim Random House Perú, distribuidora del libro. Este fallo en primera instancia dispuso además el pago de 400 mil soles de reparación civil en favor del querellante. Expertos coinciden en que la condena a Christopher Acosta es parte de una «instrumentalización» del Poder Judicial para «acallar periodistas».

Diversas organizaciones civiles han rechazado la medida judicial. El Instituto Prensa y Sociedad (IPYS) la calificó de “aberrante”, mientras Proética señaló que con la sentencia “se está buscando intimidar al periodismo de investigación, pieza clave para combatir la corrupción”. La Asociación Nacional de Periodistas del Perú (ANP) también criticó la condena. Esta entidad registró en el 2021 más de 200 ataques a periodistas y medios del país.

El caso es relevante no solo porque pone en riesgo el libre ejercicio periodístico, sino también porque se da en un año de elecciones municipales y regionales, a realizarse en octubre próximo, donde el periodismo ejercerá un papel preponderante para conocer a fondo a los candidatos.

Mientras tanto, el 2022 ha llegado con la confirmación de la tercera ola de la pandemia en el país. La variante Ómicron se ha vuelto la predominante y en 3 semanas podríamos superar los 150 mil casos por semana, cuando en la segunda ola el pico más alto fue de 60 mil casos por semana, afirmó el viceministro Augusto Tarazona.

En casi dos años, la pandemia ha traído también males silenciosos como la ansiedad y la depresión, cuya lucha mundial se conmemora este 13 de enero. El curso actual de la crisis sanitaria indica que el patógeno seguirá circulando este año, que la sociedad deberá retomar sus actividades cotidianas mientras aprende a convivir con el virus, y que la llamada inmunidad de rebaño es un fenómeno lejos de alcanzarse a corto plazo.