Por Horacio Mesón

Escribir sobre el cannabis era algo pendiente, hay experiencias que contar  y testimonios para dar, propios y ajenos. Conocimientos en el proceso de extracción y elaboración del aceite y  ungüentos, y sobre todo dar a conocer, difundir y ser caja de resonancia de referentes en este tema.  

La lucha a favor del auto cultivo y legalización de la medicina cannabica es mucho más de lo que se ve, tan solo abriendo una pequeña ventana a este mundo se podrá percibir cuantas causas nobles arrastra consigo. Visibilizar el tema es el objetivo de este escrito que inicio con el relato de algo vivido hace unos  años.

Sucedió en Mar del Plata. Me encontraba en un salón, como en un gran living rodeado de unas veinte personas. La mayoría mujeres, todas madres jóvenes y dos padres que acompañaban. Quien narra era el mayor de todos. Con un trato amable y franco las anfitrionas nos recibieron con alegría. La convocatoria había sido a un taller de extracción y elaboración de aceite de cannabis, pero me encontré con mucho más que eso.

El desarrollo duró unas tres horas y media, comenzando con la extracción de los principios activos de unos “cogollos” o flores de la planta. Los sumergimos en alcohol etílico 96 grados unos cuatro hasta cinco minutos no más y luego un pulcro colado. Se trasvasó el contenido a una pírex (vidrio templado) que se colocó arriba de un recipiente (olla) con agua y sobre un anafe  eléctrico. Así realizamos una destilación a baño maría por vapor con temperatura controlada que nos dio como resultado aceite de cannabis. Este método es utilizado desde hace unos cinco mil años. 

Luego de la práctica hubo ruedas de intercambio en varios momentos propiciados por las integrantes de esta entidad. Personas comunes y sensibles abocadas a la digna tarea de aplacarles el dolor y sufrimiento a los demás. Todas tenían hijos e hijas pequeños con algún problema neurológico, el autismo y la epilepsia los más comunes. Las inscriptas estaban haciendo los primeros pasos en el cultivo de sus propias plantas para producir el aceite tan preciado, que suministrarían a sus seres queridos con cuidado y devoción. 

Descubrí un mundo y en él una gran humanidad. Durante el intercambio se sucedían testimonios conmovedores que surgían de situaciones de vida difíciles en donde la única amalgama y motor era el amor.  Mi tema o problema en aquel momento era la artrosis y la depresión que al lado de lo que escuchaba se minimizo.

Las organizadoras fueron arrimándose de a una a las personas más reservadas, silenciosas o más tímidas. Daban contención, brindaban ayuda y experiencia, ellas tenían muy claro lo que hacían porque habían pasado por lo mismo. 

Late aún en mi corazón uno de los relatos de las jóvenes asistentes que fue a perfeccionarse al igual que yo, dijo así: cuando le di por primera vez aceite de cannabis a mi hijo en ese momento él tenía cinco años, al rato estaba jugando sentado en el piso sonriendo por primera vez en la vida…

Uno de los padres de aspecto noble y corpachón dijo: mi hijo tiene doce años, es grandote y mi señora no lo podía controlar, llegó a tener cien convulsiones diarias, desde que toma aceite no tiene ninguna… Hubo más testimonios todos del mismo calibre.

 Tengo mis propios testimonios y estos surgen de un trabajo de campo compartido con un amigo con el que hemos tomado aceite elaborado por mí. En encuentros semanales intercambiábamos la experiencia de lo que generaba en nosotros. 

La primera toma la hacíamos al rato de levantarnos, tres gotas sublingual. Más o menos a los cuarenta y cinco minutos comienza a profundizarse un registro de bienestar en todo el cuerpo. Los cannabis-receptores distribuidos en red por todo el organismo bloquean las sensaciones de malestar, dolores y tensiones  produciendo placer. Pero además coincidíamos en lo psicológico cuando notábamos que favorecía a la secuencia de pensamientos positivos abriendo espacios de luz. Es antidepresiva y regula la presión sanguínea y mucho más.

En el caso puntual del dolor localizado debido a la artrosis me aplicaba un ungüento  potente con base de aceite de coco. Aún lo produzco, es oscuro y mi nieto lo llama “mágico”, cuando él se da algún golpecito se lo aplicamos y antes de contar hasta cinco se le pasa el dolor. 

Una mujer es la fundadora de esta asociación Mama Cultiva de Argentina que nace en Buenos Aires y ya tiene representación en otros países de Latinoamérica. Rompiendo mitos y sembrando esperanzas, compartiendo experiencias. Forjando nuevas leyes, interactuando con gran cantidad de universidades y otras organizaciones posibilitando estudios y conclusiones de producción y de uso. Enfermedades y posologías, micro dosis. Algo bastante complejo que ellas manejan con simplicidad. 

En lo que me toca me saco el sombrero porque gracias a personas como estas mujeres,  la Fitoterapia esta en gran cantidad de centros de estudios terciarios como práctica en el estudio y elaboración de producidos medicinales del cannabis. Un gran paso que anuncia un gran momento que se avecina. 

Durante la cuarentena participe de un zoom organizado por la asociación perfeccionando el método, quien coordino fue Valeria Salech su fundadora. Esta valiente mujer en su libro “La historia de mamá cultiva Argentina, el camino del cannabis terapéutico” (Ediciones B. Setiembre 2018, Bs. As. Rep. Argentina) nos cuenta que junto con Jorge son la mamá y papá de Ariadna nacida en el 2003 y Emiliano del 2006, nacido con epilepsia criptogénica, diagnosticado con autismo a los 3 años, y es usuario del aceite de cannabis medicinal que Valeria y Jorge cultivan y producen. 

Desde aquel momento hasta hoy el propósito de Valeria llego muy lejos. Y ahora se plasma en este escrito para quienes  estén interesados en profundizar en una medicina y una causa que no tienen contraindicaciones probadas. Que no son invasivas, que aplacan y calman el dolor, que difuminan el sufrimiento. Que propician la horizontalidad y la metodología de la no violencia. Que sanan integralmente el cuerpo, el alma y el espíritu. Que promueven la ayuda a otres, la inclusión y la reciprocidad. 

¡Estas, son causas Humanistas!

Continuará…

Mamá Cultiva Argentina

Rehuno Salud


 NOTA: este es  el primero de una serie de tres escritos en donde se aborda el tema del “Cannabis Medicinal”. En los tres se mencionaran referentes, la intención es difundir la forma de tomar contacto con ellos además de acercar información útil para quienes quieran y necesiten profundizar.