Por Horacio Mesón

El cultivo del cannabis según investigaciones recientes comenzó hace unos doce mil años en la zona de Asia central, lo que hoy es Mongolia y el sur de Siberia. Este dato la hace una de las plantas más antiguas en ser cultivadas por el ser humano. 

Los primeros registros de utilización cultural del cannabis provienen de los Yangshao, la sociedad neolítica más antigua de China. Esta civilización surgió en el valle del Rio amarillo y desde el año 5000 hasta el 2000 a C. basaron su economía en el cultivo de cáñamo y cannabis. 

Hoy nos encontramos con estudios científicos realizados sobre la utilización del cannabis medicinal con tratamientos para: Alzheimer, ansiedad, artritis gotosa, artrosis, asma, asperger, ataxia, condiciones del espectro autista, cuidados paliativos / fin de vida, depresión, dolor crónico,   enfermedad de Crohn, epilepsia refractaria, esclerosis múltiple, esclerosis tuberosa, esquizofrenia, fibromialgia, hernia lumbar, inflamación, insomnio, lupus, migraña, neuralgia del trigémino, neurofibromatosis 1, neuropatía diabética, parálisis cerebral, Parkinson, psoriasis, quemaduras, quimioterapia, retraso madurativo, síndrome de Tourette, temblor esencial, tercera edad y estrés post traumático. 

Hay un libro recientemente editado en donde se encuentran testimonios de pacientes tratados con cannabis medicinal y tratamientos para todas las enfermedades o situaciones de vida recién mencionadas. Su título hace honor al contenido: “CANNABIS MEDICINAL. LA GUÍA COMPLETA”. Sus autores la Dra. Celeste Romero y el Dr. Marcelo Morante (Año 2021, Editorial revista THC. Bs. As. Argentina). 

Si recorremos el índice de este abultado libro de 424 páginas nos encontraremos con estos capítulos: 1) Teoría e historia sobre la planta de cannabis, 2) Preparados medicinales, 3) Uso / Vías de administración, 4) Tratamientos, 5) Estudios científicos, 6) Historias / Testimonios. 

El prólogo fue escrito por uno de sus autores el Dr. Marcelo Morante. Medico egresado de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Capacitado en usos medicinales del cannabis (Canadá, 2014). Director del seminario de cannabinología en la Cátedra de Farmacología de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNLP. Profesor de medicina interna de dicha facultad. Médico internista y experto en dolor del instituto de Neurociencias Alexander Luria. Director del primer Curso de Posgrado de Endocannabinología y Terapéutica cannabica (UNLP). Autor junto a Mariela Morante del libro Sin dolor. Historias intimas del cannabis medicinal. Coordinador de la Diplomatura sobre usos medicinales y/o terapéuticos de la planta de cannabis (CONICET/UNAJ/MSM).  Coordinador del Programa Nacional de Cannabis Medicinal del Ministerio de Salud de la Nación Argentina. 

Comparto párrafos textuales del prólogo: “Estamos ante un libro que busca empoderar a las personas usuarias de cannabis medicinal para que puedan ejercer plenamente la soberanía sobre su salud y su propio cuerpo, aprovechando todas las herramientas terapéuticas que tanto médicos como pacientes venimos desarrollando en función de mejorar la calidad de vida de las personas. 

Es muy importante que el libro comience hablando de la planta desde la germinación hasta la cosecha, para poder entenderla en toda su complejidad. A quienes somos médicos esto nos permite ir más allá de los compuestos purificados sobre los que fuimos educados, formación que nos hace rechazar las herramientas multimodales. Esto genera grandes problemas cuando nos toca asistir a pacientes que realmente tienen múltiples síntomas como el dolor que impacta en el sueño y genera angustia. Cuando nos toca enfrentar estos procesos es cuando realmente requerimos de herramientas que ofrezcan variables en sus efectos, es decir que sean multi-target, y nos provean de ventajas frente a herramientas purificadas. 

Otro punto esencial de este libro es que nos permite aprender sobre las diferentes formas de administración del cannabis medicinal, lo que permite explicarle al médico y al usuario medicinal cuál es la mejor forma de entrega cuando estamos ante un síntoma agudo o crónico, cuando se quiere impactar en la estructura del sueño, si es necesario tener en cuenta determinadas interacciones con otros medicamentos que también tienen metabolización hepática. Todas estas cuestiones son claves para definir el proceso terapéutico. 

Las enfermedades que hoy solemos encontrar como blanco terapéutico seguramente son enfermedades crónicas que condicionan la calidad de vida y hacen que, como médicos, intentemos superar el pensamiento meramente curativo para entender que además de buscar paliar síntomas necesitamos mejorar el día a día de las personas. En ese sentido la medicina cannábica viene a interpelarnos proponiéndonos un vínculo médico-paciente mucho más comprometido, mucho más horizontal, donde tenemos que escuchar tanto al paciente que nos habla de dolor crónico como al nieto que nos habla de la variedad de cannabis que está cultivando para su abuela y las mejoras que observa en ella. 

Las historias personales con las que termina el libro reflejan otro proceso clave del conocimiento. De eso se trata también el complejo proceso que llevan adelante usuarios y usuarias medicinales de cannabis. Son historias que nos permiten conocer porque llegó un paciente en busca de esta herramienta, qué pensaba previamente, que pensó durante el proceso, que rol tuvieron el cultivador y el familiar cercano, que rol cumplió el médico, como se generaron estos escenarios de acompañamiento, qué tuvieron que ver las organizaciones civiles y cómo se organizaron en busca de trasladar este beneficio a otras personas. 

Todo esto es parte de un proceso educativo y un compromiso necesario que transitó nuestra sociedad. Las personas tienen que ser protagonistas de sus propios tratamientos, empoderarse de su propio dolor, de su propia angustia, de cómo mejorar su calidad de vida y la de sus familiares. Es algo extremadamente necesario, algo que las personas entendieron, y a partir de ahí fue que intentaron mejorar los marcos regulatorios que se oponían a su bienestar. 

Como médico y docente de una casa de estudios, solo me queda remarcar la necesidad de que como actores de estos procesos intentemos generar una deconstrucción para lograr el mayor compromiso frente al sufrimiento y así lograr que la medicina que soñamos practicar y enseñar a nuestros alumnos siga siendo entendida como un arte que desborda humanidad”.

De esta manera concluye tan solo el prólogo. Un texto que nos deja mucho, que narra experiencias y regala vida. Que abre una ventana por la que se puede ver un mundo nuevo y bueno. No solo en el vínculo médico-paciente y en la acción de forma que esto generara cuando se replique masivamente. Sino también en ese complot tácito que se establece cuando miles de jóvenes proveen medicina cannabica a sus abuelos y juntos construyen una nueva cultura. Un nuevo estilo de vida y un planeta más humano. 

Y todo esto está sucediendo ahorita nomas, hoy día. 

Ver nota anterior de esta serie: Cannabis medicinal- Mamá cultiva

  1. M.

Continuara…  

Autor del libro: Dr. Marcelo Morante