Se espera que los cuerpos celestes caigan en picado hacia la atmósfera de nuestro planeta a unos 66 kilómetros por segundo.

La lluvia de meteoritos Oriónidas, que tiene lugar cada año entre el 2 de octubre y el 7 de noviembre, alcanzará su punto álgido la mañana del próximo miércoles, 21 de octubre, iluminando el cielo a su paso, informó este sábado EarthSky.

El fenómeno ocurre cuando la Tierra atraviesa la corriente de escombros que dejó el cometa Halley en 1986, que es el padre de dicha lluvia de meteoritos, explica el portal especializado en temas científicos.

¿Cuál es el mejor momento para verlo?

«Las Oriónidas suelen emitir la mayor cantidad de meteoros pocas horas antes del amanecer», explica el medio, que recomienda empezar a observar ya la lluvia porque, como la Luna está en fase creciente, disponemos de un cielo oscuro.

Teniendo en cuenta estas condiciones, este año podríamos ser testigos de entre 10 y 20 Oriónidas por hora en el punto máximo de la lluvia.

Cada Oriónida cae en picado hacia la atmósfera de nuestro planeta a unos 66 kilómetros por segundo. A veces puede ser «excepcionalmente brillante y romperse en fragmentos». En otras ocasiones, simplemente deja estelas de gas ionizado que duran unos segundos después de que el meteorito se haya ido.

¿Por qué se llama así?

«El punto radiante de las Oriónidas está en la dirección de la famosa constelación de Orión el Cazador, que encontrarás ascendiendo por el este en las horas posteriores a la medianoche», explica EarthSky el origen del nombre del fenómeno.

Asimismo, el portal indica que a menudo los meteoritos no se vuelven visibles hasta que están a unos 30 grados de su punto radiante, lo que significa que pueden aparecen en cualquier parte del cielo. En el caso de las Oriónidas, su radiante se sitúa al norte de la estrella Betelgeuse.

Las Oriónidas son escombros dejados por el Halley, que visitó la Tierra por última vez en 1986, y que suelen golpear nuestra atmósfera superior todos los años cuando nuestro planeta se cruza con la órbita del cometa, entre el 20 y el 22 de octubre. Sin embargo, estas partículas se desintegran a unos 100 kilómetros sobre la superficie de la Tierra.

 

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