Howie Hawkins exige a los Estados desmantelar a las milicias privadas ilegales

Howie Hawkins, el candidato presidencial del Partido Verde, pidió a sus partidarios y a los estadounidenses de todos los sectores, que protejan la elección del 3 de noviembre contra la intimidación de los votantes y la restricción al voto por correo que el presidente Donald Trump ha animado a ejercer a sus partidarios, con el respaldo de milicias racistas blancas.

Hawkins exigió que el FBI y el Departamento de Seguridad Interior (DHS, sigla en inglés) aumenten la vigilancia y las medidas legales contra la violencia de los grupos terroristas racistas, y que las agencias estatales hagan cumplir las leyes de los estados contra las milicias privadas ilegales.

“La única forma en que Trump puede aferrarse al poder es suprimiendo el voto y robando las elecciones. Desde que Biden se convirtió en pre-candidato presidencial de los demócratas en marzo pasado, Trump ha estado bastante rezagado en las encuestas a nivel nacional y en la mayoría de los estados que tuvieron un resultado estrecho en 2016. Trump será aplastado por el voto popular y por una victoria apabullante en el Colegio Electoral, si es que la gente puede votar y su voto es contado”, advirtió Hawkins.

Hawkins instó a sus partidarios a que se convirtieran en observadores electorales oficiales para documentar y objetar los casos de intimidación de votantes y la denegación del derecho al voto de los sufragantes debido a la eliminación de listas de votantes, rechazos a los documentos de identificación de las personas, centros de votación insuficientes, equipo de votación defectuoso o injustificadas largas filas de espera para votar.

“La campaña Hawkins/Walker utilizará su posición legal en las elecciones para proteger en los tribunales el derecho al voto y el recuento de votos por correo, como lo hicieron los candidatos presidenciales del Partido Verde en acciones legales sobre casos de integridad electoral en Ohio en 2004 y en Wisconsin, Michigan y Pensilvania en 2016. Queremos una elección justa y un conteo completo. Queremos que Trump se vaya y queremos que también se cuente íntegramente el voto verde. El voto a favor del Partido Verde en estas elecciones presidenciales impactará en la retención de los derechos electorales en muchos estados, o permitirá ganar estos derechos en otros nuevos estados”, explicó Hawkins.

“Estamos preparados para movilizar a la gente en manifestaciones para un recuento total de votos de los sufragios por correo después del cierre de las urnas el 3 de noviembre, incluida una huelga general si es necesario”, dijo Hawkins. “Debemos derrotar el juego autoritario de Trump que busca robar las elecciones con la ayuda de la violencia de vigilantes racistas y maniobras legales ante jueces de derecha para suprimir el conteo de los votos por correo. Tenemos que votar y respaldar el voto con una movilización masiva sin violencia, pacífica”. Oponerse a la violencia es uno de los “cuatro pilares” de la política verde, junto con la justicia, la ecología y la democracia.

Hawkins señaló que las estadísticas federales muestran que los racistas blancos han sido responsables de la mayoría de los incidentes terroristas nacionales desde 1994, y que ha ido aumentado la proporción de esos incidentes donde estos grupos radicales son responsables. El número de incidentes de este tipo ha aumentado en los últimos seis años desde que Donald Trump anunció su campaña presidencial en 2015 con un mensaje disparatado racista contra los inmigrantes, latinxs y musulmanes.

Los judíos, los negros y los asiáticos también se han convertido en víctimas de ataques racistas alentados por la reiterada negativa de Trump de denunciar a los racistas de derecha cuya ideología también difama a esos grupos. Trump ha utilizado constantemente a China como chivo expiatorio del COVID-19, lo que ha provocado crecientes ataques contra los asiáticos. Cuando se le preguntó en el primer debate presidencial, Trump volvió a fallar en condenar claramente la violencia de los supremacistas blancos. Trump volvió a poner a los asiáticos en la mira durante el debate cuando llamó a COVID-19 la “plaga de China”.

Hawkins dijo que el FBI y el Departamento de Seguridad Nacional deberían dedicar más personal y fondos para monitorear y prevenir la violencia de los terroristas racistas blancos dentro de EE. UU. Hizo un llamado a los fiscales de distrito y fiscales generales para hacer cumplir las leyes contra las milicias privadas, que están prohibidas en los 50 estados.

“Una presidencia progresista haría de la lucha contra el terrorismo racista blanco una prioridad. La misión sería similar a lo que se suponía que haría el Ejército de la Unión durante la Reconstrucción para proteger los derechos civiles y electorales de los negros de los ataques de los terroristas supremacistas blancos del Ku Klux Klan, de la White League (Liga Blanca), los Knights of the White Camellia (Caballeros de la Camelia Blanca), y otros”, dijo Hawkins.

Hawkins dijo que esta acción federal contra el terrorismo racista blanco debe extenderse a las agencias policiales en las que los movimientos racistas blancos se han infiltrado y reclutado miembros, desde la Patrulla Fronteriza hasta las policías locales y los departamentos de alguaciles. La violencia policial generalizada contra las manifestaciones pacíficas de Black Lives Matter en los últimos meses ha sido documentada y condenada por organizaciones de derechos humanos, como Amnistía Internacional, Human Rights Watch (observatorio de derechos humanos) y Physicians for Human Rights (doctores por los derechos humanos).

Trump y muchos departamentos de policía y de alguaciles han dado la bienvenida abiertamente a las milicias que portan armas e intimidan a los manifestantes que protestan contra la brutalidad policial e incluso a los legisladores estatales. Manifestantes armados de derecha bloquearon una sesión de la legislatura de Oregon en oposición a la legislación sobre el cambio climático, e interrumpieron una sesión de la legislatura de Michigan, para oponerse a las medidas de salud pública relacionadas con el COVID-19. Llevaron a cabo manifestaciones armadas en los edificios de los capitolios contra las medidas de salud pública del COVID-19 en Michigan, Kentucky, New Hampshire y otros estados.

Hawkins renovó su llamado al control comunitario de la policía. “Mientras la policía siga vigilándose a sí misma, seguirá encubriendo los ataques y asesinatos cometidos por agentes de policía y mimando a los vigilantes racistas. Necesitamos una medicina más fuerte que las juntas consultivas de revisión nombradas por los mismos políticos que han diseñado y financiado los departamentos de policía militarizados de hoy. Necesitamos comisiones policiales elegidas por el público, o seleccionadas por sorteo como los jurados, con el poder de contratar y despedir a jefes de policía, librar a los departamentos de racistas y sádicos, establecer políticas y presupuestos e investigar y disciplinar de forma independiente la mala conducta de los agentes policiales”, dijo Hawkins.

/Comunicado de prensa campaña Hawkins/