Entomólogos descubren una nueva especie que se ha adaptado a las áreas urbanas.

Las grandes ciudades de África se encuentran amenazadas por una nuevo mosquito portador de la malaria originario de Asia que es capaz de sobrevivir en el medio urbano y que se propaga por el continente africano, advierte un nuevo estudio.

La malaria, que en 2018 mató a 400.000 personas, en su mayoría niños africanos, es causada por un grupo de mosquitos de la especie Anopheles gambiae. Este tipo de insectos no pudo adaptarse a los charcos contaminados de las ciudades ni logró depositar sus larvas en reservorios urbanos de agua potable. Eso explica que la mayoría de los casos de malaria se registren en regiones rurales.

Sin embargo, en un estudio publicado en la revista Proceedings on the National Academy of Sciences (PNAS), la entomóloga médica Marianne Sinka, de la Universidad de Oxford, indica las áreas de propagación de otra especie, Anopheles stephensi, nativa de Asia, que ha aprendido a deslizarse en las grietas más pequeñas, especialmente de los ladrillos y cemento, para acceder a los depósitos y dejar allí sus larvas.

«Es la única especie que ha logrado penetrar en áreas urbanas centrales», asegura la científica a la AFP.

En 2012 el Anopheles stephensi provocó un brote en Yibuti, una ciudad africana donde apenas existía la malaria, observándose desde entonces casos en Etiopía, Sudán y otros lugares.

El nuevo estudio concluye que 44 ciudades son lugares «muy adecuados» para el insecto. Se trata de áreas urbanas de alta densidad donde hace calor y abundan las lluvias, lo que pone a 126 millones de africanos más, principalmente aquellos que viven alrededor de las regiones ecuatoriales, en riesgo de padecer malaria.

«Eso significa que África, que ya tiene la carga más alta de malaria, podría tener un impacto aún mayor», dijo Sinka, pues el 40 por ciento de la población del continente vive en áreas urbanas.

Para protegerse de estos mosquitos, que suelen picar por la tarde, cuando todavía hace calor, la entomóloga aconseja instalar mosquiteras, rociar las paredes con insecticidas y cubrirse el cuerpo. Aunque lo principal es combatir las larvas, para lo que se necesita eliminar el agua estancada y cerrar herméticamente los reservorios de agua, métodos resultaron efectivos en la India, señala Sinka.

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