REFLEXIONES

 

 

Por Vera L. S. S. Gregório

 

¿Quién quiere casarse con una profesora y llevarse en el paquete…?

Una mujer empoderada (juro que voy a encontrar otra palabra), feminista, antiracista y activista;

que usa camiseta #elenão, #sosamazonia, #vidasnegrasimportam y #quemmatoumarielle;

que sólo no sale a la calle por la pandemia, pero que mueve las redes sociales, organizando eficientes vínculos de protección.

¿Quién quiere llevarse en el paquete…?

Una montaña de tareas para corregir en el fin de semana, clases para preparar, ensayos para escribir y además tiene que ser superestrella en las clases online, a distancia o como se las llame;

una mujer que ya viene con una parte del corazón ocupada por decenas (cientos) de estudiantes con sus dudas, miedos, sueños y expectativas,

y encima se preocupa por cada uno de ellos, desde los que tienen Internet hasta los que no tienen ni siquiera celular –porque esos alumnos también existen, ¿sabías?

¿Quién quiere llevarse en el paquete…?

Una mujer que vive sola por opción, o que cría a su hijo, casi en el límite, compartiendo las alegrías y también las tareas de la casa, la mesa y la cocina;

una mujer que aprendió a gustar de estar sola –lo que los machistas de turno insisten en llamar soledad–, sabe de política, escucha música popular, baila feliz y enseña a sus alumnos sobre la vida y los derechos humanos, con las letras del Funk urbano y la cultura de la periferia.

¿Quién quiere llevarse en el paquete…?

Una mujer que mientras reflexiona toma su ginebra o su vino, pagados de su propio bolsillo; tal vez un té de limón siciliano con jengibre, acompañado de una galleta integral. No tiene etiqueta, ni manual de instrucciones. Hace lo que quiere y cuando quiere, sin que le importe ninguna opinión que no sea sincera ni llegue directamente del corazón.

¿Quién quiere llevarse en el paquete…?

Una mujer que estuvo –o no– casada y que conoce el peso y el lugar que cada persona, lugar, objeto tiene en su corazón. Trae consigo sus libros, sus escritos, teatros y museos; la palabra sumisión no cabe en su vida.

¿Quién la quiere?

Una mujer que lee, escribe y reescribe su propia vida, según sus propios principios y valores, basada en la “nueva normalidad» que develó mucho antes del aislamiento social.

Una nueva mujer que se caracteriza por querer menos cantidad y más calidad. Que capitaliza su irreal e injusto salario para viajar en las vacaciones y conocer un mundo infinitamente más grande que nuestro mundito.

Ni siquiera es cuestión de casarse…

La pregunta es: ¿quién acompaña a una profesora-mujer de estas?


* Pedagoga, profesora, especialista y mediadora en Enseñanza a distancia, con maestría en Cognición y lenguaje.