ENTREVISTA

 

 

Por Jorge Nuñez Arzuaga

 

Aly Corrado Mélin es escritora, pero su voz trasciende las palabras, llega al lector con una vibración particular. Su sensibilidad atraviesa lo individual y lo colectivo. Siempre dispuesta a la comunicación, así dialogó con Pressenza.

 

–¿Aly, por qué escribís, qué buscás en el mundo de la literatura?

–Escribo desde chica porque me nace hacerlo, es como derribar muros, entrar en el plano ficcional me traslada al mejor de los estadíos.

Que a alguien le llegue una palabra, frase, musicalidad o una fracción argumental y lo traslade a su propia vivencia, ya cobra un sentido, no sé si como propósito de búsqueda pero sí de conmoción para quien lee y para quien escribe. Esa comunión aunque sea pequeña y dure un momento, es la fortaleza necesaria para que la comunicación exista.

–¿Cuáles son los géneros y autores que más te gustan?

-Me gusta la narrativa costumbrista y la poesía despojada de retóricas, igual incursiono en otras lecturas, soy curiosa. Hay muchos autores y autoras que releo, Raymond Carver, Forn, Lispector, de les contemporáneos Leila Guerriero, Luciana de Mello. Ahora estoy leyendo un libro que encontré de Naty Menstrual.

–¿Qué has publicado hasta ahora y qué tenés en proyecto?

–He publicado en poesía: “En territorio anónimo”, “Sombrero de cardos” y “Dicen que dicen” y en narrativa “Quejosos in de floter” una recopilación de cuentos. Pronto saldrá “Circus” que es un poemario breve donde me corrí del sitio de confort al escribirlo, ya que las voces son de victimarios, un modo que hallé para expandir visibilidad ante el flagelo de tantas mujeres asesinadas, y también una novela “De doñas y tipitos” escrita en formato diario durante época de cuarentena dentro de un contexto político convulsionado. Relata como foco de preocupación la delgadez en el cuerpo de Lía y a medida que transcurre y se asevera la pandemia, muta esa temática recorriendo un pasaje de cómo vivió la protagonista otro encierro durante la última dictadura militar en Argentina, asimismo compara la relevancia de los cuerpos femeninos (el propio, con bajo peso) con el de las mujeres que desaparecen en el país. Está escrita íntegramente en lenguaje inclusivo.

–¿Tu participación en grupos de escritores, en talleres y revistas, te ayudó en el plano creativo, o la inspiración es algo individual, propio de la intimidad?

–Sí, claro, siempre son motores para intentar extirpar lo mejor que podemos crear. He hecho talleres y seminarios desde los años 80, hay un tiempo para los mismos, también. Los extremos no son potables pero aunque resulte odioso, dudo que haciendo un par de talleres te puedas poner el rótulo inmediato de escritora o escritor, tampoco pasar la vida sostenida por otre para reafirmar tu escritura, hay un momento para soltar. Me gusta ahondar en propuestas innovadoras con gente idónea y que posea sensibilidad, sino no me es útil. Ya no hago más talleres pero insisto, creo son muy necesarios transcurrirlos. La creación es intimista, leer a otres como asistir a talleres, ordenan  esa intimidad. En cuanto a las participaciones en revistas también, las invitaciones siempre son bien recibidas si nacen dentro de una corriente donde esto no se tome como una catarsis o hobby.

–¿Pensás que Mar del Plata tiene autores referenciales? ¿Hay un estilo o corriente marplatense?

–Algo así como un sello propio de la ciudad, no me parece. Hay escritores y escritoras muy interesantes, eso sin duda. Aquí como en muchos sitios, existe una variante de voces y de cómo decirlas, lo cual celebro.

–¿Creés que el artista puede asumir un rol social, un compromiso político?

–Es todo un tema y respeto a quienes piensen que la escritura no tenga que ir de la mano con el compromiso, con lo social, con lo político. En mi caso lo incorporo no como estilo, sino porque lo siento entrelazado. No podría abstraerme de las miradas de vida, porque en definitiva esa es la política, ficcionando claro, en forma subjetiva, metafórica o cruda. Por lo tanto, volviendo a tu pregunta sostengo que les artistas pueden asumir un rol social.

–¿Las instituciones culturales deben ser parte de la gestión pública? Por ejemplo aportando iniciativas legislativas para beneficio del sector, elaborando planes estratégicos, incidiendo en la agenda y programación de los centros culturales estatales y espacios públicos…

–Todo aporte a una gestión pública es saludable, esta es una fructífera etapa para colaborar, ya que existe una gestión provincial y nacional, inclusiva. Si me lo preguntabas el año pasado, mi respuesta hubiese sido diferente. Aportar donde existe interés cultural, es enriquecedor para ambos sectores.

–¿Nos compartís un texto de tu autoría que te represente?

Esquinas esquivas

Agua de sueño vapor
la plaza
Arrojado
el único trébol de cuatro hojas
en la ciudad hundida
y todo el calor de enero condesado allí
hirviendo
hojas
hamacas
charcos
durante suertes y confines
que el hombre de la esquina quiere imaginar.
Es humo traspasando siestas
y el trébol de cuatro hojas
se contrae
hasta la sed
del hombre de la esquina
que tampoco quiere extinguirse
desde humedades verdes
tan verdes las supersticiones
esperanza/ fe /amor /suerte
cuatro enigmas desheredados
también sus estaciones
su calle
mirando pasar a todos
que lo miran
solitario
de cuarta hoja
rareza
que los que pasan
uno de cada diez mil
se sobreviven.
¿Dónde está el gen recesivo
en los hombres de las esquinas?
Si la ciudad ya no huele
¿Cómo mutarán los días?
Se sabe que las vainas han dejado
agridulce
sobre los zapatos embarrados.
Entonces
habrá que no dormirse
durante las noches aterciopeladas
de padre, madre y crío
no sea cosa que venga el viento otra vez
a terminar de modorrar la ciudad
y saquee
los ápices
de la plaza
de la esquina
de las panzas
y se lleve
la célula
de la memoria.
No darle de comer
al viento
antes de que vuelen
tréboles
veredas
los hilos de las costuras malhechas
las sobras de los platos
los dientes de leche
las almohadas desplumadas
los con dueños
los sin remedio
tan antes
perpetuamente
antes
habrá que acaramelar
los limbos
de las esquinas olvidadas
y a los hombres
que la habitan.

©Aly Corrado Mélin.
Del libro: “Dicen que dicen”


* Poeta y periodista. Miembro del Centro de Estudios Humanistas Moebius, Mar del Plata (Argentina).