En el 2015, los Millonarios Patriotas dijeron, que “el nivel de desigualdad es increíble. La gente acumula dinero para influir en el sistema político y obtener más dinero. Si no hacemos algo esta sociedad no va a funcionar ni para los ricos ni para los pobres”. ¡Qué diferencia con nuestros ricos! Tiene toda la razón Juan Pablo Feimann cuando dice que los ricos en nuestros países son “ciegos, torpes, egoístas y malas gentes”. Y, yo agrego, viven en lo inmediato; no aprenden de las tragedias pasadas y tampoco de los dolores recientes.

Se discute en el Parlamento chileno una reforma constitucional para aplicar, por una sola vez, un impuesto al patrimonio del 2,5% a las personas más ricas de la población, lo que permitiría una recaudación de más de 6 mil millones de dólares. Se trata de una respuesta necesaria frente a la crisis provocada por el Covid-19, para atender la salud y la reactivación económica. No es nada del otro mundo. De hecho, esta medida existe en varios países desarrollados y de forma permanente; no por una sola vez, como se ha propuesto en Chile, y a propósito de la crisis originada por la pandemia.

El jefe de los empresarios, presidente de la CPC, Juan Sutil, rechaza el impuesto al patrimonio que se debate en el Parlamento. No podía ser de otra manera. Su avaricia y escasas luces no le permiten entender que la sociedad chilena está cansada de abusos y desigualdades. No le importa. No entiende que gran parte de la responsabilidad por las injusticias corresponden al empresariado, a los grandes empresarios. Su antecesor en la CPC, Juan Pablo Sweet, lo entendió bien a propósito de las movilizaciones del 18. Dijo que había que meterse la mano al bolsillo, lo que no gustó mucho a Sutil.
El 18-O y la pandemia han sido duros con los pobres y clase media. Si los ricos mantienen su intransigencia y no devuelven en impuestos parte de la riqueza acumulada, la crisis se multiplicará y las penas del infierno caerán sobre la sociedad chilena. Por ello es bueno, y bueno para todos, el impuesto al patrimonio.

En Estados Unidos, millonarios sensibles e inteligentes, se han organizado para “construir una nación más estable, próspera e inclusiva”. Se trata de Millonarios Patriotas, grupo presidido por Morris Pearl, un ex ejecutivo de Blackrock, y sus miembros incluyen grandes inversionistas y propietarios de negocios de todo Estados Unidos, involucrados en una amplia gama de industrias. Promueven políticas públicas basadas en una representación política igualitaria, salario digno garantizado para todos los trabajadores y un sistema tributario justo. El grupo se reunió por primera vez en 2010 para exigir el fin de los recortes de impuestos de Bush en favor de los millonarios.

En el 2015, los Millonarios Patriotas dijeron, que “el nivel de desigualdad es increíble. La gente acumula dinero para influir en el sistema político y obtener más dinero. Si no hacemos algo esta sociedad no va a funcionar ni para los ricos ni para los pobres”

¡Qué diferencia con nuestros ricos! Tiene toda la razón Juan Pablo Feimann (Pagina 12 03-07-2020) cuando dice que los ricos en nuestros países son “ciegos, torpes, egoístas y malas gentes”. Y, yo agrego, viven en lo inmediato; no aprenden de las tragedias pasadas y tampoco de los dolores recientes.

Juan Sutil y el empresariado que representa deberían escuchar a los Millonarios Patriotas norteamericanos. Destaco las opiniones de algunos, que parecen en su página web:

“Siempre he pensado que cuanto más haces, más deberías devolver a tu comunidad. Si queremos convertirnos en una nación verdaderamente progresista con oportunidades para todos, tenemos que comenzar gravando a los ricos como yo, asegurando que estos impuestos no se puedan evitar a través de lagunas o costosos abogados fiscales” (Kristin Luck, 09-08-2020)”

Otro millonario señala:

“Nosotros, millonarios patrióticos, entendemos que para vivir en una sociedad segura y sostenible necesitamos cerrar la brecha entre los más ricos y los pobres. Creemos que una de las mejores maneras de hacerlo es fortalecer nuestras leyes fiscales; para eliminar las lagunas y promulgar impuestos progresivos como tasas marginales más altas y impuestos sobre el patrimonio» (Karen Edward. 07-08-2020).
Interesante referente los Millonarios Patriotas. Son hombres y mujeres, sensibles e inteligentes, que se han dado cuenta que la estabilidad y progreso de toda sociedad exige inclusión y reducción de las desigualdades. Y, por cierto, entienden que su aporte impositivo debe ser sustancial para generar equilibrios económicos y sociales. Sutil está a tiempo para aprender de estos patriotas.