Al cumplir sus 18 años de existencia, el Bachillerato CDEZ, institución educativa mexicana, organizó el pasado 1 de junio el diálogo virtual «Perspectiva Latinoamericana de la Educación frente a los Nuevos Desafíos».

El dialogo contó con la intervención de Vernor Muñoz, de Costa Rica, miembro de la Campaña Mundial por la Educación de Costa Rica, quien enfoco su participación en los nuevos desafíos que significa la construcción de una educación para todos/as especialmente en América Latina, puesto que ya hay un desafío histórico que engloba todas las luchas por la justicia y por la inclusión.

Lamentablemente el panorama de la exclusión sigue siendo evidente en nuestra región en la que, las condiciones de pobreza, inequidad, exclusión social, de precarización tienen un impacto devastador en niños/as y adolescentes. En Centroamérica, agregó Muñoz, se calcula que habrá otro millón de niños, niñas y adolescentes en condiciones de trabajo infantil y que esta realidad afectará especialmente a las niñas que, dedicadas al trabajo doméstico, no tendrán oportunidades para su educación.

Por otra parte, Muñoz anotó que el 70% de rezago educativo de la región latinoamericana lo aportan las familias campesinas y migrantes que se caracterizan por tener padres y madres analfabetos, mencionó que la pandemia covid-19 ha tenido un impacto en las poblaciones indígenas, especialmente porque la información no se brinda en sus idiomas maternos pero además porque no tienen ningún acceso a tecnología para atender sus necesidades educativas. La brecha digital, escenario en el que se operan los procesos de digitalización, impone tres condiciones a las cuales estas familias no tienen acceso: la electricidad, la cobertura de Internet y finalmente, la posibilidad de contar con dispositivos que permita a los estudiantes estar conectados para recibir clases virtuales.

Vernor Muñoz mencionó también la complejidad de llevar adelante la educación virtual, distinguiéndola de lo que está sucediendo ahora, que es llevar la escuela al Internet. La virtualización supone otros enfoques, herramientas, metodologías, materiales y didácticas, para ofrecer una educación de calidad. En todo caso, nada reemplaza a la escuela, espacio en el que se construyen amistades, donde niños, niñas y adolescentes juegan, donde los docentes pueden enseñar con el ejemplo. La escuela nos ofrece aprendizajes irremplazables.

Por su parte, Carlos Fritzen, coordinador de la Federación Internacional Fe y Alegría, afirmó que las vidas más empobrecidas han sido las más vulnerables en esta pandemia y mencionó de manera particular a las poblaciones en movilidad humana. Durante este período, los esfuerzos se han concentrado en el acompañamiento a docentes y estudiantes para sostener los procesos educativos desde las casas. Por otra parte, mencionó también la importancia de la ayuda humanitaria en el actual contexto, considerando la presencia de grupos humanos muy alejados o sin acceso a servicios básicos como el agua.

Se esta hablando de una nueva normalidad, lo que conlleva a que cambian varias cosas entren las cuales la escuela tiene el reto de repensarse para poder dar una educación de calidad a todas las personas, incluyendo a aquellas que no tienen posibilidades, afirmó Fritzen.