La inhumanidad de un sistema que ha priorizado el dinero y la acumulación de la riqueza en manos de muy pocos por sobre el bienestar de las poblaciones, está poniendo en riesgo la disponibilidad de agua potable y aire puro, la fertilidad de la tierra, el equilibrio climático, la biodiversidad y, por lo tanto, la vida humana misma en nuestro planeta. Por ello se encontraros hoy numerosas personalidades y expertos que han venido tomando conciencia de esta realidad y están dispuestos a asumir un compromiso de transformación. Un compromiso activo para luchar noviolenta y conjuntamente por la defensa del Agua, la Tierra, el Clima y la Diversidad en cada uno de los países de Nuestramérica y en todo el mundo. Para que superada esta pandemia, en la sociedad humana ya nada vuelva a ser igual. Para que esta verdadera catástrofe planetaria se convierta en el preludio de un nuevo amanecer, el de un mundo más humano, justo y solidario.

Hoy 5 de junio 2020 -Día Mundial del Medioambiente- tuvo lugar este Foro Mundial Virtual, en el que se expresaron públicamente muchas posiciones y se hicieron explícitos compromisos. Publicamos acá las palabras que pronunciara el diputado humanista Tomás Hirsch en su intervención «Desde un mundo violento e inhumano hacia la Nación Humana Universal»

«Les hablo desde Chile, un país largo y angosto con una enorme diversidad de climas, paisajes y especies. Gran parte de esta diversidad hoy está en peligro de desaparecer.

Hace ya más de 30 años este país se convirtió en el paradigma del modelo neoliberal en su estado más puro y radical. Chile, por décadas ha exhibido al mundo sus indicadores macroeconómicos generando aplausos de los banqueros y los poderosos de Davos, pero claro, los que han promocionado en el mundo los “éxitos” de Chile son los pocos que se han beneficiado del modelo. El problema es que la gente no come ni vive de indicadores macroeconómicos, vive de un sueldo o una pensión y ambos son un desastre. Los trabajadores no han podido viajar para explicar la miseria que reciben por su trabajo. Los mapuches no han podido ir a Europa para explicar que les siguen robando sus tierras. Los adultos mayores no han podido denunciar que les pagan pensiones miserables después de aportar con su esfuerzo por 30 o 40 años. Los estudiantes no han podido ir a foros mundiales para decir que la educación es un negocio los endeuda de por vida. Las mujeres y la diversidad no han podido explicar que siguen siendo discriminadas y violentadas. El Chile real es MUY diferente del que han pretendido mostrar por décadas.

Hoy el mar de Chile les pertenece a 7 familias. La pesca industrial en pocos años ha arrasado con la costa chilena, obligando a miles de pescadores artesanales a abandonar para siempre sus botes y lanchas ante el agotamiento de las especies. La gran minería del cobre, alguna vez nacionalizada por el presidente Allende, hoy está entregada en un 70% a transnacionales y grandes empresas privadas. Los proyectos mineros en Chile arruinan a la pequeña agricultura, destruyen glaciares, contaminan las tierras y aguas, generando impactos severos sobre la salud de las comunidades.

En sus glaciares, Chile concentra enormes fuentes de agua dulce. Sin embargo, hoy el país está entre las 30 naciones con mayor riesgo hídrico. Enfrentamos desde hace años una severa sequía, y ésta se ha visto agudizada porque en Chile existe un Código de Aguas único en el mundo, que privatiza los ríos y sus afluentes, entregando a perpetuidad los derechos de agua a quien primero los inscribe, despojando a las comunidades del vital elemento. ¡El agua en Chile es privada!

A su vez, la industria ganadera, causante de una alta producción de gases de efecto invernadero, en Chile se mueve a sus anchas. Las plantas faenadoras de aves y cerdos, que contaminan las aguas, el aire y la tierra, han obligado a las personas a vivir rodeadas de moscas y roedores, en medio de nauseabundos olores.

Hoy en Santiago es literalmente imposible observar la cercana Cordillera. Desde los 90’ la Región Metropolitana está declarada zona de aire saturado de material particulado respirable, monóxido de carbono, ozono y nitrógeno, lo que causa una gran cantidad de enfermedades respiratorias.

Desde los años 70, formo parte del Movimiento Humanista fundado por Silo, oriundo de Mendoza. En 1987, los humanistas creamos el primer Partido Verde en Chile, y en 1989 formamos la primera Internacional Verde, en Río de Janeiro. En Chile los humanistas hemos denunciado desde siempre la complicidad de los gobiernos frente a la contaminación atmosférica en las grandes ciudades, hemos condenado los impactos ambientales de la gran minería, y hemos promovido la protección del bosque nativo. Y lo hemos hecho por nuestra convicción que la preocupación y valor central de toda sociedad debe ser el Ser Humano y eso significa que es fundamental cuidar su casa, que es nuestro planeta, garantizando así la sustentabilidad para las futuras generaciones.

Como diputado Humanista hemos presentando recursos en favor del derecho a la ciudad sustentable fiscalizando las acciones de la gran minería transnacional para proteger los glaciares de la precordillera de Santiago, hemos promovido el derecho a la vivienda digna y a las ciclovías. Estamos impulsando proyectos de Ley para renacionalizar el agua y anular la Ley de pesca para que el mar vuelva a ser de todos los chilenos. Y nuestro mayor esfuerzo lo hemos puesto en proyectos para promover la Democracia Directa en vez de esta democracia formal q impide la participación ciudadana. A su vez, como parte de la Bancada Parlamentaria por la Dignidad Animal, hemos apoyado proyectos tendientes a evitar el maltrato a los animales por parte de la industria ganadera, cosmetológica y de la entretención.

Los humanistas rechazamos la violencia en todas sus formas. El complejo financiero-industrial-militar – que es responsable de la violencia, la opresión y la explotación de miles de millones de personas en el mundo – es también el principal responsable de la devastación ambiental del planeta.

El mundo vive hoy una grave pandemia. Mientras tanto las potencias compiten por quién será la primera en producir la vacuna que detenga la enfermedad. Muy bien que los científicos del mundo estén empeñados en encontrar una cura para el virus. Pero cuando esta vacuna se encuentre, ¿será un bien de uso libre o será un gigantesco negocio? ¿lograremos que las naciones colaboren o quedaremos de nuevo expuestos al arbitrio de las grandes potencias y la industria farmacéutica?

En 2019 se realizó en España la COP25, cuyos acuerdos para frenar el calentamiento global fueron totalmente insuficientes. Originalmente ésta debía realizarse en mi país, pero un maravilloso movimiento social de protesta impidió que esto ocurriera. Millones de personas se manifestaron contra un sistema económico que se sostiene con la sobreexplotación del trabajo humano y el endeudamiento asfixiante de las personas; un sistema que somete a los pueblos originarios; que oprime a las mujeres; que excluye a la diversidad sexual, que arrasa con la biodiversidad.

Y la misma violencia que hemos visto nosotros en Chile contra el movimiento social, es la que vemos hoy en Estados Unidos expresada en violencia racial contra la población afrodescendiente, latina o asiática. Pero también vemos con esperanza a los pueblos levantarse y clamar por detener esta ola de violencia, abuso y maltrato.

Nuestra esperanza está en aquellos que se rebelan en forma No-Violenta, en los que luchan contra esta violencia política, económica, racial y social; Nuestra esperanza está en los movimientos sociales y en las nuevas generaciones que se movilizan masivamente por una sociedad más justa, más humana y en la que se cuide y proteja la naturaleza como nuestro único hogar.

Creo que, a pesar de las dificultades, algo grande y bueno está creciendo en el interior del Ser Humano. Tengo la certeza que la humanidad sabrá sobreponerse al imperio del dinero y de las armas. Solo así avanzaremos desde un mundo violento e inhumano hacia la Nación Humana Universal.«