La gente no quiere más esta violencia policial, ni estas terribles injusticias, estas discriminaciones raciales. No dejarán que vuelva a suceder. Ni aquí, ni en ninguna parte.

Mientras que docenas de ciudades en EE.UU. están  «en llamas y sangre », según la prensa, sus calles están llenas de manifestantes de todos los colores, exigiendo justicia por George Floyd, y más allá, exigiendo el fin de la violencia policial sistemática contra los negros ;

Mientras que se envía al ejército para reprimir las protestas y apoyar a la policía;

Mientras que esta misma policía no quiere seguir guardando  silencio cuando quiere ser el« guardián de la paz » y no el guardián de los poderosos de los Estados ;

Mientras que ciertos jefes de la policía no quieren seguir obedeciendo ciegamente órdenes anti-constitucionales y contrarias a la esencia de su misión, en diferentes ciudades los policías, con el jefe en primera línea, ponen una rodilla al suelo, demostrando así su desacuerdo con la violencia de algunos de sus colegas y el respeto por los manifestantes.

En algunas ciudades, la policía incluso se unió a la protesta.

Nace entonces una esperanza y al mismo tiempo la desesperación ante las imágenes de gran represión…

Pero el virus del clamor por más justicia y democracia se extiende mucho más rápido que la última « pandemia ».

En Francia, pese a la prohibición dictada por el prefecto de la policía de Paris, miles de manifestantes se reunieron frente al tribunal, la noche de este martes 2 de junio de  2020, respondiendo a la llamada del comité de apoyo a la familia de Adama Traoré, un joven negro de 24 años muerto en 2016 tras ser detenido.

El 19 de julio de 2016, Adama Traoré murió en el cuartel de Persan, casi dos horas después de ser arrestado en Beaumont-sur-Oise (Val-d’Oise) al cabo de una persecución con los gendarmes.

Cuatro años después, el caso Traoré se ha convertido en una guerra de expertos; mientras que tres peritajes forenses han descartado la responsabilidad de los gendarmes, un peritaje ordenado por la familia, revelado este martes 2 de junio, afirma lo contrario..

En varias ciudades de Francia y pese a la prohibición prefectoral, miles de personas se reúnen para manifestar y exigir JUSTICIA, democracia y no discriminación.

La represión fue la respuesta habitual. Y los manifestantes a su vez se separaron entre aquellos que se volcaron hacia la violencia urbana y los otros, que esperaban poder expresar en paz el deseo de cambio.

Violencia urbana contra la represión policial.

No importa lo que hagan, parece que esta inmensa ola no se detendrá: la gente sabe que están en un mismo mundo, con las mismas aspiraciones LEGÍTIMAS de democracia, dignidad, justicia, libertad… Están conectados. Lo que ocurre allá influye aquí, lo que ocurre aquí tendrá un efecto allá.

Esperemos que los acontecimientos desencadenen cambios rápidos, y que la necesidad de la no violencia sea reconocida y proclamada EN TODAS PARTES.


Traducción del francés por Beatriz Leclerc