A causa del COVID-19, cada vez hay más pacientes hospitalizados y los recursos de los establecimientos de salud se vuelven insuficientes. Es entonces de gran importancia reducir el número de enfermos y evitar la repentina afluencia de pacientes ya que no habrá camas ni equipos médicos vitales. En Italia, donde actuaron demasiado lento para limitar el contacto, esto ya sucedió: los hospitales en el norte del país han excedido su capacidad y los equipos son insuficientes, por lo que el resultado ha sido una gran cantidad de muertes. Sin embargo, cuando un hospital italiano se quedó sin válvulas para los respiradores, los fabricantes locales comenzaron a reemplazarlas con válvulas impresas en 3D.

Según un reportaje de la compañía fastcompany, todo comenzó cuando la periodista Nunzia Vallini, de Giornale di Brescia, explicó a Massimo Temporelli, fundador del laboratorio digital FabLab, el problema que ella había tomado: un pequeño hospital de la ciudad, Chiari, se estaba quedando sin válvulas de reanimación, que son máquinas que ayudan a los pacientes a poder respirar a través de ventilación mecánica por sus pulmones. La compañía que suministra estas válvulas no pudo reemplazar las faltantes en tan poco tiempo y por esta razón la gente estaba muriendo.

Las carreteras llevaron rápidamente a dos fabricantes: Christian Fraccasi y Michele Faini, especialistas en impresión 3D y diseñadores de investigación y desarrollo en Lonati SpA, una empresa constructora en Brescia. Ambos habían ya trabajado antes y ahora el tema de estudio eran las válvulas, que ayudan a mezclar oxígeno con aire y constituyen una parte importante del sistema respiratorio mecánico.

El proveedor de válvulas hospitalarias no quiso dar a los fabricantes Christian Fraccasi y Michele Faini información sobre el diseño de las mismas, como dijo Faini. Sin embargo, lograron encontrar el diseño por sí mismos, incluso cuando ésta era la primera vez que su compañía imprimía algo para el sector médico, que necesitaba un equipo especial que pudiera desinfectarse y utilizarse con fines biomédicos.

En el Hospital Chiari, los pacientes de COVID-19 ahora pueden respirar gracias a estas válvulas impresas en 3D. Pero a medida que se propaga la pandemia, otros hospitales pueden correr el riesgo de quedarse sin válvulas u otros equipos. Gerrit Coetzee, un ingeniero de diseño de San Francisco, llamó a los diseñadores e ingenieros a través del blog Hackaday con la intención de diseñar un respirador artificial de “código abierto” para pacientes con COVID-19, que describe como «un dispositivo que decide entre la vida y la muerte «.

La impresión tridimensional ya se ha utilizado en el ámbito médico, con la creación de prótesis económicas y asequibles, herramientas quirúrgicas e incluso terapias personalizadas. Parece que esto podría ser la clave para hacer que los respiradores estén disponibles en todas partes. Se necesita cooperación para avanzar con dicho plan, para ayudar a todos en esta pandemia. Fiani señaló que la cooperación era esencial para la creación de estas válvulas. Ellos sabían que tenían que actuar rápido porque las personas podían morir sin un respirador. «Espero que todos entiendan que tenemos que trabajar juntos para detener esta pandemia», dijo. “Todos debemos mantenernos a salvo y usar nuestras habilidades para ayudar a quienes más lo necesitan. »

Fuente: fastcompany.com


Traducción del francés por Maria Paula Alvarez