Decenas de jóvenes de la organización «Climate Strike Canada» marcharon el viernes por la tarde en el centro de la ciudad de Montreal. Lo hicieron en silencio durante 10 minutos para enfatizar su solidaridad con las comunidades indígenas que luchan por la soberanía de su territorio frente a la industria petrolera y de gas.

Wilson-Raybould, diputada federal independiente del distrito de Vancouver Granville, en Columbia Británica, explicó recientemente cómo las primeras naciones están viviendo un periodo de transición ante el conflicto con la construcción del oleoducto de Coastal GasLink.

«Nuestro pueblo está en un periodo de gran transición y de reconstrucción. Entender esta transición es esencial con el fin de dar un sentido al conflicto del oleoducto de Coastal GasLink. Por ejemplo, quién habla en nombre del pueblo de Wet’suwet, aprobando o no los acontecimientos en su territorio. Gran parte del diálogo sobre las tuberías se enmarca de una manera simple: construir o no el oleoducto; respetar o no los derechos de los indígenas. Sin embargo, estos marcos no nos ayudan a comprender mejor cómo hemos llegado hasta aquí, y qué debemos hacer para evitar y resolver futuros conflictos», explicó la señora Wilson-Raybould. (The Global and Mail)

Según la señora Wilson-Raybould, la reconciliación exige la transición de un sistema colonial que ha sido impuesto a las Primeras naciones por medio de la Ley de Indígenas, a sistemas de gobernanza autóctona determinados por los mismos pueblos y reconocidos por otros gobiernos en Canadá.

Con respecto al «Climate Strike Canada»

«Climate Strike Canada» es una red de estudiantes, jóvenes y activistas climáticos que conectan las acciones de huelga con las escuelas de todo el Canadá. Las primeras huelgas estudiantiles se inspiraron en el movimiento «Viernes para el futuro» de Greta Thunberg. Un movimiento en el que niños y jóvenes de todas las edades hacen huelga en la escuela pidiendo medidas urgentes con relación al clima.


Traducción del francés por Maria Paula Alvarez