Por Dolores Pizarro Vidal

Cuando pensamos haberlo visto todo, en representaciones de protesta y manifestaciones masivas, cada una en su formato: única, inédita, creativa, lúdica y osada, es que aparece “Campamento Dignidad” una manifestación permanente. Como una nueva inspiración de los miembros de la Mesa de Unidad Social. (Dirigentes de las agrupaciones No + AFP, Colegio de Profesores, ANEF, entre muchos otros).

Campamento Dignidad, que llegó para quedarse en forma indefinida, como un llamado o estado de alerta permanente a las autoridades de Gobierno y Congreso de Chile, a no olvidar las demandas que nos han llevado a este punto de conflicto en el país y considerar que todos esperamos prontas y favorables respuestas.

Pero ¿qué es Campamento Dignidad? Una toma pacífica del espacio público. Aparentemente se observan muchas carpas instaladas en una plaza pública, en el casco histórico de Santiago, entre dos edificios referentes y emblemáticos de la autoridad –transcendental- del país: el Palacio de Justicia y la (ex) Sede del Congreso Nacional.

Sin embargo, más allá de sus carpas, encontramos en el fondo de esta interesante manifestación una señal potente que posee una inteligente forma de expresión y símbolos, al menos algunos que logramos visualizar.

En lo concreto, su ubicación está directamente relacionada con ser visibles y recordar en forma concreta a los poderes del Estado las peticiones de la ciudadanía: la necesidad y el anhelo de construir un nuevo Chile pero desde las bases. Una nueva Constitución desde la raíz. Consultando a los ciudadanos por sus necesidades propias y no las de papel. Allí mismo, a los que asisten a las actividades que están realizando, a los vecinos, al entorno inmediato y a quienes transitan por el lugar. Y tal como se construye una casa, estos serían los cimientos que deben ser fuertes y bien calculados, construyendo políticas colectivas en búsqueda de justicia social de otro modo, la experiencia lo indica, se podría derrumbar.

Se utilizó un espacio público (plaza), recordando el Chile antiguo, los barrios, los vecinos, las comunidades. De eso se trata, realizar conversatorios, diálogo, acuerdos. Volver a sociabilizar, tomar el espacio para la deliberación el debate y reflexión, conjunta. Utilizar también el arte y la cultura como herramientas lúdicas y espirituales.

Y si analizamos el término toma, se nos viene a la memoria colectiva los campamentos y los allegados sin casa. Tan lejanos en el tiempo, pero que en la realidad siguen mas vigentes aún.

…” La demanda por la vivienda y por el derecho a vivir en la ciudad ha sido una modalidad histórica de acción política de los pobres urbanos desde la década del 50 en adelante…”

…”De tomas de terreno a campamentos: Movimiento social y político de los pobladores sin casa, durante las décadas del 60 y 70, en la periferia urbana de Santiago de Chile…”

Así lo señalan los estudios de Antropología Social, que pronostican un aumento de la población en las ciudades y la hacinación y segregación aún sin resolver. Por muchos motivos, entre ellos el alto valor de las viviendas, un sistema poco eficiente de subsidios habitacionales y segregación hacia lugares alejados del sector de permanencia o de interés de los pobladores.

En los noventa el Estado de Chile promovió la vivienda subsidiada y mal localizada, recordemos casos como Copeva (Puente Alto), El Monte, Til-Til. Desde el 2011 en adelante la cantidad de campamentos casi se ha duplicado. (Catastro Nacional MINVIU/2018).

La propuesta y arquetipo de una toma en Campamento Dignidad, además de todos los fundamentos que hemos asociado a su lectura, le concede un nuevo plus a la agenda de peticiones ciudadanas y nos invita a pensar sobre una demanda no tan visibilizada, como es la casa propia desde la petición de vida digna que circula entre los pobladores de todas las regiones del país. Quienes demandan al Estado por uno de sus derechos: una vivienda digna, como una aspiración más del colectivo del movimiento social, que se suma de alguna manera, a la plástica en esta nueva representativa e inclusiva forma de manifestación.