La histórica ciudad de Stone Town se reunió con el futuro de las artes visuales en África en la inauguración de los siete días del Festival de Artes Visuales de Zanzíbar (VAFZ), que sorprendió a sus visitantes con su gran gama de trabajos exhibidos por artistas de Zanzíbar, Tanzania continental, Haití, Nigeria, Ghana y Senegal, entre otros países.

Con el cartel de “Hapa Hapa Now” (“Acá estamos ahora”), los organizadores de VAFZ quisieron “ampliar los discursos creativos” en Zanzíbar, por medio de conectar a artistas locales e internacionales, emergentes y establecidos durante el festival que se llevó a cabo entre el 21 y el 27 de octubre de 2019.

Aunque Zanzíbar tiene un sólido mercado de artes, los artistas suelen tener formas seguras y predecibles de maestros tanzanos como el legendario Edward Said Tingatinga. Pero las obras exhibidas en VAFZ variaban en forma, estilo, medio y asunto —un gran rumbo para Zanzíbar.

VAFZ lanzó un llamado para envíos de artistas en África en agosto y trabajaron a toda marcha para elegir a diversos artistas, bajo el liderazgo de Vijana Vipaji Foundation, con sede en Dar es Salaam, Tanzania, y el Centro de Artes Culturales (CAC), con sede en Stone Town, Zanzíbar.

“Todo lo que somos viene formado por nuestra herencia e historias, pero acá estamos construyendo y creando hoy. Ese ‘plural’ en nuestro festival se centra en la colaboración y participación con otros dentro de Zanzíbar y África con nuestra invitación… una conversación sobre artes visuales”, dijeron los organizadores de VAFZ, según su comunicado de prensa.

Jardín interior de Hifadhi House/Kukutana Hub, Kiponda, Stone Town, Zanzíbar, 25 de octubre de 2019. Foto de Amanda Leigh Lichtenstein, usada con autorización.

A pesar de la inusual lluvia para la temporada, habitantes y viajeros por igual llegaron a Kukutana Hub de Hifadhi Zanzíbar —edificación histórica restaurada para actividades culturales y sociales multipropósito— para experimentar la exhibición mixta de medios, conversaciones.

La propia edificación histórica fue una exquisitez visual. Pero las artes visuales mostradas —desde pintura contemporánea, dibujo y fotografía para medios mixtos, artesanía, arte temporal y moda, ofreció una sorpresa en todo momento.

La artista emergente Nayja Suleiman, de Zanzíbar, ofrece una visión brillante y vibrante de las mujeres en el arte del retrato.

Obra de la artista Najya Suleiman, de Zanzíbar, exhibida durante la inauguración del Festival de Artes Visuales de Zanzíbar, 2019. Foto de Amanda Leigh Lichtenstein, usada con autorización.

El galardonado artista veterano Lute Mwakisopile, de Tanzania, aborda la ardua labor y rol de los artistas en la sociedad contemporánea:

Obra de Lute Mwakisopile, artista de Tanzania continental. Foto de Amanda Leigh Lichtenstein, usada con autorización.

El fotógrafo emergente Ouattara Moussa Idriss Mahaman, de Senegal, presenta una serie en movimiento llamada “Cultura Negra”:

Fotografía de Ouattara Moussa Idriss Mahaman, de Senegal, en la serie “Cultura Negra”. Foto de Amanda Leigh Lichtenstein, usada con autorización.

Educar a futuros artistas

En la semana que duró el festival, muchos estudiantes de Zanzíbar recorrieron impresionados el espacio de exhibición con asombro. Para casi todos los estudiantes que visitaron de escuelas de primaria y secundaria cercanas era la primera vez que veían arte contemporáneo en el espacio de una galería, dijo Hamad Mbarouk Hamad, director del Centro de Artes Culturales, y además artista profesional.

“No existe un programa académico para artes visuales en nuestras escuelas”, dijo Hamad. “Una escuela puede tener un club de arte, pero eso es todo. Lo demás que un joven aprende sobre artes visuales depende de su propio camino —y suele ser una lucha, como fue la mía”, continuó.

Hamad Mbarouk Hamad, artista y director del Centro de Artes Culturales en Stone Town, Zanzíbar, dirige un recorrido de la muestra de artes visuales “Hapa Hapa Now” para estudiantes de la escuela secundaria Kiponda, 25 de octubre de 2019. Foto de Amanda Leigh Lichtenstein, usada con autorización.

Hamad y su equipo ofreció recorridos y talleres práticos de arte para grupos de estudiantes durante el festival, con la esperanza de inspirar a la siguiente generación de artistas y generar una comunidad más fuerte de artes visuales en Zanzíbar.

“El arte es vida, es todo lo que hacemos. Tu vida es una obra de arte, ¡incluso así! La propia vida es arte. Y es una forma de autoanálisis. El arte requiere gran concentración”, dijo Hamad. El desafío es educar al gran público sobre el valor intrínseco de arte como forma de expresión individual y no solamente su potencial comercial.

Hamad Mbarouk Hamad explica una escultura de madera del destacado artista tanzano Mwandale Mwanyekwa, conocido como “Big Mama”, a un grupo de estudfiantes de la secundaria Kiponda en Kukutana / Hifadhi House, Stone Town, Zanzíbar, 25 de octubre de 2019. Foto de Amanda Leigh Lichtenstein, usada con autorización.

Hamad Mbarouk Hamad explica una pintura llamada “Inmigración” del artista Haji Chilonga, a estudiantes de la escuela secundaria Kiponda, Kukutana / Hifadhi House, Stone Town, Zanzíbar, 25 de octubre de 2019. Foto de Amanda Leigh Lichtenstein, usada con autorización.

Farhat Shukran Juma, 23 años, siempre supo que le gustaban las artes pero nunca se dio cuenta de que podía dedicarse a eso seriamente hasta que llegó al Centro de Artes Culturales en Stone Town y entró. Empezó a estudiar técnicas de arte con Hamad y ahora, Juma pinta sus propias obras abstractas y también produce jabones naturales para vender en la tienda. Juma dirigió un taller de papel reciclado durante el festival a un grupo de 30 estudiantes.

El camino para convertirse en artista no le ha sido fácil.

“Acá, la mayoría —hablan mucho de ti, sobre todo si no entienden qué haces o si estás haciendo algo diferente. En realidad no entienden el arte abstracto”, dijo, mientras señala una obra suya. “[Muchos] no han recibido educación y pueden ver el papel reciclado como ‘sucio’ y se preguntan por qué elegí este material. No tienen idea de que hacer arte tiene sus beneficios”, explica Juma.

Farhat Shukran Juma, 23 años, (izquierda) con su colega preparando jabones artesanales hechos a mano en el Centro de Artes Culturales en Stone Town, Zanzíbar. Juma es artista que dirigió un taller de papel reciclado durante VAFZ 2019. Foto de Amanda Leigh Lichtenstein, usada con autorización.

Los padres de Juma la apoyaron en su carrera de arte, pero el artista Evarist Chikawe, de la Fundación Vijana Vipaji, dijo que su padre desalentó su temprano interés en dibujar y pintar.

“Creo que nací artista”, dijo Chikawe. “Mi padre se molestó conmigo cuando me vio dibujando y dibujando y destruyó muchos dibujos, pero mi hermana —vio algo en mí y empezó a darme materiales de [arte] y a comprar mis dibujos”.

Con lágrimas en los ojos, Chikawe recordó cómo su hermana, ya fallecida, lo llevó a la casa de su primera maestra de arte a finales de su adolescencia. “Mi hermana fue quien me hizo artista”, dijo Chikawe, enfatizando cómo los defensores tienen un rol crucial en el camino de vida de un artista.

Evarist Chikawe artista visual al lado de su pinutra “Happy Hour”, durante el Festival de Artes Visuales de Zanzíbar, 25 de octubre de 2019.

Para Hamad, que ha trabajado incesantemente para defender las artes en Zanzíbar, a menudo con pocos recursos, ver visitantes del Ministerio de Educación de Zanzíbar y de Baraza la Sanaa la Zanzibar (Consejo de Artes de or Zanzíbar) en la exhibición es una señal de esperanza para el futuro de artes visuales en el archipiélago.

Pero por ahora, más allá de rumor del festival, Hamad regresa al Centro de Artes Culturales todos los días como su “lugar feliz”.

“No tengo tiempo para ver televisión o sentarme en la baraza [banca pública]. Ver lo que mis estudiantes logran en el arte me da la mayor alegría. Me da un propósito. Los jóvenes necesitan espacio para hablar, aprender e intercambiar ideas. Los jóvenes ansían la creatividad”.

El artículo original se puede leer aquí