Según informes, más de 6 millones de personas están infectadas por el parásito ‘Trypanosoma cruzi’ en América Latina, sin ser conscientes de ello.

“Si es diagnosticada y se la contiene, se puede hacer un tratamiento que es efectivo y ese niño o niña se cura. El problema es que hay una falla muy grande en todo el sistema de salud por el que no podemos llegar a diagnosticar bien a todas las personas que están infectadas”, ha afirmado bióloga molecular Julia Cricco, a Sputnik.

La enfermedad, conocida como Chagas-Mazza, causada por el parásito Trypanosoma cruzi y que llega al ser humano a través de las picaduras de unos insectos que se alimentan de sangre, se asocia a la pobreza, ya que estos insectos viven en las grietas de las paredes rajadas de adobe y se hallan en áreas rurales.

La primera reacción infecciosa se puede confundir con una gripe común y el parásito puede permanecer en estado de latencia sin producir síntomas por años. Si se activa de nuevo, puede atacar el corazón y el sistema nervioso, y luego causar la muerte.

Si es diagnosticada y se la contiene, se puede hacer un tratamiento que es efectivo y ese niño o niña se cura. El problema es que hay una falla muy grande en todo el sistema de salud por el que no podemos llegar a diagnosticar bien a todas las personas que están infectadas”, ha afirmado bióloga molecular Julia Cricco a Sputnik, en alusión a personas infectadas por el parásito ‘Trypanosoma cruzi’ en América Latina.

La Tripanosomiasis americana o enfermedad de Chagas-Mazza es reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una de las 13 afecciones tropicales más desatendidas del mundo. Conforme a la Organización Panamericana de la Salud (OPS), se calcula que hay 6 millones de infectados en el continente latinoamericano y se producen 14 000 muertes al año por dicha enfermedad.

Los insectos que lo transmiten se encuentran en toda Latinoamérica continental y en algunos países, como Argentina, se ha controlado la transmisión vectorial, es decir, la que se transmite a través de la mordedura de los insectos. No obstante, la enfermedad aún se puede contagiar por otras vías, como una transfusión sanguínea o durante el embarazo.

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