La ciudad se ha quemado.
Una nueva «Rosa de Foc»* nos inunda.
Destrozos, escombros, sirenas, disparos esporádicos, escandalosos helicópteros y corridas en avalancha.
Las fuerzas de seguridad actúan con ambivalencia.

Mientras la mayoría de la población catalana participa manifestándose en actos multitudinarios de carácter festivo y familiar, radicales violentos cambian el signo de esta quinta jornada de protestas en Barcelona y el resto de provincias catalanas.
Los numerosos actos sucedidos en Barcelona desde que se citó la sentencia al juicio sobre el caso 1-O y que empezaron con consignas pacíficas han ido aumentando el tono de violencia y espectáculo a medida que sucedían los días.

Nada más vistoso que quemar la ciudad por la noche para crear un espectáculo pirotécnico que muestre una ciudad en llamas como protesta radical. Eso vende a los medios y visibiliza nacional e internacionalmente.

Barcelona rememora lo que sucedió hace un siglo durante la Semana Trágica y la «Rosa de Foc».

La ciudad huele a quemado.

A pesar de que la población catalana insiste en que la violencia no va con la solución del proceso actual, radicales violentos han ido aumentando el tono hasta la noche de hoy, la quinta noche y la más violenta.

Frente a los grupos de radicales que prenden fuego, la actuación de las fuerzas de seguridad resulta desconcertante.

Una nueva «Rosa de Foc» nos inunda.

El centro de la ciudad está ardiendo desde las 19h de la tarde. Barricadas de contenedores que cruzan la calles y los prenden. Las provocan grupos de jóvenes, muy jóvenes, adolescentes mayoritariamente, con sudaderas y encapuchados. Se proveen de botellas, baldosas del pavimento y diversos objetos para lanzar a las fuerzas de seguridad. Han destrozado el pavimento para tener entre 6 y 8 kg de piedras en las mochilas.

Algunos vecinos paran a los grupos de radicales para proteger los contenedores y otros proveídos de extintores tratan de sofocar las hogueras.

Destrozos, escombros, sirenas, disparos esporádicos, escandalosos helicópteros y corridas en avalancha.

Mientras los helicópteros no cesan de sobrevolar el centro. Furgones de policía nacional y Mossos d’esquadra (policía autonómica) se coordinan en fila para dispersar por las zonas conflictivas. Las cuentas se saldan con unos 60 heridos en hospitales, unos tres graves; más de 1.000.000 de euros en contenedores en las 5 noches de disturbios y eso sin contar los desperfectos del resto de mobiliario urbano y asfalto destrozado.

Las fuerzas de seguridad actúan con ambivalencia.

Pero mientras los radicales hacen lo suyo, las fuerzas de seguridad desconciertan en sus actuaciones. Así lo demuestran los videos de algunos tuiteros.
En boca de la población está la criminalización a los cuerpos de seguridad. El doble juego está servido.

*Rosa de Foc:  La ‘Rosa de Foc’ (rosa de fuego) fue el apodo dado a Barcelona durante la Semana Trágica, en 1909, cuando comandos anarquistas se dedicaron a incendiar la ciudad y especialmente iglesias y conventos (21 iglesias y 40 conventos fueron destruidos).