En el marco de la charla “Los derechos que supimos conseguir”, a la cual fuimos invitados ayer a participar desde Copehu en el Centro de la Cultura Humanista de la Comuna 8 (ciudad Buenos Aires), planteamos las propuestas de la Educación Humanizadora. En la jornada participaron Sandra Sandrini, Lorena Divita (Docentes-UTE) Paula Bianco, juventud NEP (Nuevo Espacio de Participacion) Uriel Obaya (Juventud Campora) e Iván Novotny (Copehu).
Se dio un profundo intercambio, en el cual destacamos que en estos cuatro años de neoliberalismo macrista, lo que nos permitió que no retrocedieramos más en los derechos educativos fue la enorme resistencia no-violenta de la comunidad educativa, de estudiantes, docentes, profesores/as de todos los niveles.
En estos años tan difíciles para los sectores populares, donde estos gerentes de companys en el gobierno, formados en la educación privada en su mayoría, quisieron arrebatarnos el derecho a la educación pública, fue ese fuerte clamor del pueblo, ese valor que el pueblo argentino le da históricamente a la educación laica, pública, no-arancelada, y que la supo defender claramente mediante una resistencia no-violenta, la que nos da la pauta de que no podrán avanzar contra ella, privatizarla, restringir su ingreso, por más que lo sigan intentando por distintos modos. A veces más larvados y otros más confrontativos, pero siempre el poder económico tiene el interés de mercantilizar la educación pública de nuestro pueblo.
Durante la charla se plantearon debates sobre las enormes problemáticas materiales, edilicias y presupuestarias en las escuelas de la Ciudad. Luego se conversó sobre el sentido de la Educación, del aprender, el educar, y cómo damos la batalla simbólica con el neoliberalismo por la transformación educativa. Asimismo, se plantearon puntos de vista sobre cómo fue transformándose la Educación en los distintos momentos históricos y qué necesitamos en el presente y futuro en los ámbitos educativos.
A través del profesor Iván Novotny de la Copehu, planteamos la necesidad de un nuevo paradigma integral que posibilite el desarrollo pleno del individuo: físico, emocional, intelectual y espiritual, en función social. Se trata de una educación para un sujeto del aprendizaje activo, un ser intencional que aspira a crecer como ser humano en su posibilidad de transformar el mundo, gestando su propia trascendencia; al tiempo que intenta materializar socialmente, junto a otros, la intuición de que el progreso será para todos o no será para ninguno.
Desde nuestra visión, educar hoy no puede implicar formar o instruir para ser engranaje de un modelo, de un tipo de sociedad preexistente y, además, desigual y decadente.
Consideramos que educar es habilitar. Habilitar a las nuevas generaciones en el ejercicio de una visión integradora, amplia, abierta y no dogmática de la realidad, de manera que su mirada tenga en cuenta al mundo no como una supuesta realidad objetiva que no puede ser modificada, sino como el medio en el cual aplica el ser humano su acción, transformándolo y humanizándolo.
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