En el Mediterráneo se pone en escena por enésima vez un guion ya conocido: los barcos de las ONG salvan a los migrantes que llevan sobre sus cuerpos las terribles huellas de las torturas sufridas en Libia, Salvini reanuda su juego de chantaje y amenazas y la magistratura libera un barco humanitario.

«Otras 68 personas fueron salvadas durante la noche con claras señales de tortura en Libia. 2 niños, 2 mujeres embarazadas, una de 9 meses con contracciones. 123 personas a bordo del Open Arms. Ahora necesitamos un puerto seguro para desembarcarlos», anunció la ONG española en twitter.

El Alan Kurdi, un barco de la ONG alemana Sea Eye con 40 inmigrantes rescatados a bordo, se dirige hacia Lampedusa. Pero cuando llegó a las proximidades de las aguas italianas, recibió por parte de los soldados de la Guardia di Finanza la prohibición a la entrada al mar nacional, firmada por Matteo Salvini, Elisabetta Trenta y Danilo Toninelli. «Si entran en aguas italianas tomaremos posesión de ese barco. ¿Estamos jugando al rubamazzo? Suficiente, me rompí las pelotas. Los barcos serán requisados y abordaremos», amenaza Salvini, en el lenguaje vulgar habitual, indigno de un ministro de la República.

«Salvamos a 40 personas, 15 de las cuales eran menores con necesidad de protección especial», respondió Gordon Isler, portavoz de Sea Eye. «No ofreceremos a Matteo Salvini otra oportunidad para un espectáculo tan indigno. Nos tomamos en serio nuestras responsabilidades hacia los rescatados y ahora vamos a Malta. Todavía tenemos el gasóleo necesario para llegar allí y, por lo tanto, podemos tomar esta decisión por nuestra cuenta».

Por su parte, Mediterranea Saving Humans anunció en twitter que «la Fiscalía del Tribunal de Agrigento ha ordenado la liberación de la embarcación MareJonio. Ya nos estamos preparando para volver al mar lo antes posible».


Traducción: Ana Gabriela Velásquez Proaño