Hace 400 años comenzó la trata de esclavos desde Ghana y el escultor de esa nacionalidad, quiere que todo el mundo recuerde. Por eso, desde 2010, Kwame Akoto-Bamfo ha estado esculpiendo rostros de hombres y mujeres que vivieron la esclavitud. El artista ubicó las esculturas en Ada Foah, un lugar que fue mercado de esclavos durante el coloniaje británico.

El artista afirma que «lo que espera hacer es capturar una experiencia y dejar que este arte provoque un diálogo sobre quiénes somos como pueblo africano, quiénes fuimos antes y hacia dónde vamos» y así, mantener viva la historia y poner el tema para que se hable sobre el.

Akoto-Bamfo anunció que se trata de una instalación viva, que seguirá expandiéndose y que llegará a todos los continentes. De hecho, está trabajando piezas nuevas que llevará a museos en varias ciudades de Estados Unidos.