Alberto Fernández, que tiene a la expresidenta Cristina Kirchner como vicepresidenta, sale de las primarias como favorito para las elecciones en octubre. Si el resultado se repite, la contienda termina en la primera vuelta

Las elecciones primarias de Argentina, conocidas como Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias

(PASO), realizadas este domingo 11 de agosto, apuntan favoritismo al binomio de Alberto Fernández- Cristina Kirchner para las elecciones generales de octubre, luego de que el actual presidente, Mauricio Macri, fue derrotado con casi 15 puntos de diferencia.

Con el 86,75% de urnas constatadas, el binomio kirchnerista aparece con el 47,35%, contra el 32,33% de Macri, que tiene como candidato para vicepresidente al senador Miguel Ángel Pichetto. En tercer lugar, aparece el binomio del exministro Roberto Lavagna, que tiene como vicepresidente al gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, con el 8,37%.

“Tuvimos una mala elección”, admitió Macri, en un discurso cerca de las 22h10, incluso antes de que se publicaran los resultados. Se esperaba a que las primeras cifras comenzaran a la salir a las 21h, pero nada había sido anunciado hasta entonces. Los medios locales hablaron de “problemas técnicos” en el conteo. El conteo en Argentina lo realiza la empresa Smartmatic.

En un mensaje grabado, Cristina agradeció los votos y pidió que no se “repitiera lo que pasó en 2017”, cuando ella se postuló para el senado de Buenos Aires y Macri celebró la derrota de la expresidenta, quien acabó siendo electa. “Quiero pedir que no vuelva a ocurrir lo que ocurrió en 2017. Los números que tenemos son muy amplios (…) Quiero que esta noche se conozca el número verdadero, no por nosotros, sino por los argentinos que fueron a votar”, dijo.

En Argentina, para vencer en la primera vuelta, no es necesario tener el 50% más un voto. Si el primer lugar supera el 45% de los votos o tiene más del 40%, y una diferencia de 10 puntos en relación con el segundo lugar, la elección se termina.

En teoría, el proceso de primarias debería servir para definir a los candidatos calificados para participar en las elecciones presidenciales del 27 de octubre. Sin embargo, ninguno de los partidos nominó a más de una lista, por lo que la contienda funcionó solo como una especie de encuesta sobre la intención de voto, ya que los ciudadanos argentinos son obligados a participar.

Sin embargo, la regla aún se mantiene: la lista que no alcance el 1,5% de los votos, no participará en octubre.

Reproducción/Facebook

Alberto Fernández, que compone el binomio con Cristina Kirchner, se convirtió en el favorito para las elecciones en octubre.

Otro mal resultado para Macri. La gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, aliada con el presidente, quedó en segundo lugar en las primarias con 17 puntos de desventaja abajo del exministro Axel Kicillof, quien fue titular de la cartera de Economía en el gobierno de Cristina.

Tampoco todos los resultados fueron malos para Macri, sin embargo, el alcalde Horácio Rodríguez Larreta, quien era jefe de Gobierno en la época en la que el actual presidente dirigía la ciudad, obtuvo 14 puntos sobre el candidato del kirchnerismo, Matías Lammens.

 

Economía

Las discusiones en torno a la economía argentina han dominado la corrida electoral hasta el momento, y eso porque el país atraviesa su mayor crisis desde que se declaró una moratoria en vísperas de navidad de 2001.

El próximo mandatario tendrá que lidiar con una creciente devaluación de la moneda nacional frente al dólar, y con una inflación del 47,6% que cerró en 2018, la tasa más alta en los últimos 27 años.

El endeudamiento público del país también es un problema, incluso con Argentina que recurrió a un préstamo de $ 57.1 mil millones del Fondo Monetario Internacional. Los expertos afirman que es posible que el país tenga que declarar moratoria de nuevo.

Otro tema presente en los debates es la legalización del aborto, asunto que paralizó al país en 2018, cuando un proyecto de legalización fue aprobado por la Cámara de Diputados y rechazado por el Senado. La aprobación de la ley fue defendida abiertamente por Cristina.


Traducción del portugués por Erika Rodriguez

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