En Colombia el día de la rebeldía se pasó en las calles. Con tambores, velas y disfraces, miles de personas marcharon por las principales ciudades del país, exigiendo respuestas al gobierno frente al asesinato sistemático de líderes y lideresas sociales, así como de excombatientes de las Farc. Desde Cúcuta hasta Popayán, así se vivió esta jornada de movilización que recorrió el país de punta a punta.

Cúcuta

Cientos de personas se movilizaron ayer por las calles de Cúcuta, Norte de Santander, rechazando la indiferencia y el cinismo del gobierno local, regional y nacional frente al asesinato sistemático de líderes y lideresas sociales en el país. Durante todo el día se realizaron actos simbólicos relacionados con este genocidio, así como la inauguración de un mural en la ciudadela de Juan Atalaya.

El inconformismo por como el Gobierno de Iván Duque ha manejado la problemática de la persecución, hostigamientos y asesinato de líderes y lideresas sociales llevaron a que más de mil bumangueses, entre ellos sindicalistas de todos los sectores, estudiantes y comunidad en general se movilizaran en las principales calles de la ciudad.

La jornada avanzó con total normalidad durante dos horas y culminó en un plantón en el Parque San Pío a las 6:00 pm, donde cientos de velas se encendieron para homenajear a quienes les arrebataron la vida de manera impune e injusta por sus justas luchas.

Las organizaciones sociales de Arauca también se movilizaron este 26 de julio; esta región ha sido una de las más azotadas por la persecusión, hostigamientos y judicialización de los líderes y lideresas.

El centro de la capital antioqueña vibró con las miles de personas que rechazaron el genocidio de líderes y lideresas sociales, pues este es uno de los departamentos con el índice de asesinatos de líderes sociales más alto. La movilización finalizó en el Museo Casa de la Memoria, también en el centro de la ciudad.

Desde las 2:00 pm comenzó la movilización por la vida de los excombatientes y de los líderes y lideresas sociales. El rechazo al asesinato, tortura, desaparición y criminalización de los líderes en los territorios, ha sido masivo. Fue una marcha llena de color, de valentía y de resistencia frente a un Estado criminal y negligente.

La jornada culminó en la Plaza de Bolívar con diversas actividades artísticas como el Cineclub Malas Mañas del Colegio Inem Felipe Pérez, en donde se afirmó: «allí donde la sangre corre, el árbol del olvido no debe crecer. Por eso, sembramos la memoria en los zapatos de los líderes para que su voz y su lucha sigan caminando«.

El 26 de Julio las calles de la ciudad de Bogotá estuvieron repletas de miles de personas y mensajes que exigían garantías para las lideresas y los líderes que luchan en sus territorios. La movilización inició en el Centro Nacional de Memoria Histórica y estuvo acompañada de niños, adultos mayores y diversas representaciones artísticas.

Desde la plazoleta de Santo Domingo, la ciudad de Popayán se movilizó en defensa de la vida de líderes y lideresas sociales. En la manifestación se rechazó la violación de derechos humanos que se han cometido contra comunidades de los diferentes territorios en Colombia.

“Se exigió el respeto a la vida y a todas las acciones que realizan las organizaciones sociales y los defensores de derechos humanos. Se reiteró que esas garantías debe brindarlas el Gobierno a través de la prevención, protección, reconocimiento de las formas de autoprotección como las guardias indígenas campesinas y afros. Se insistió en que se deben brindar resultados en las investigaciones tanto de los perpetradores de los asesinatos, como de quienes están detrás”, expresó Víctor Collazos, integrante del Comité de Integración del Macizo Colombiano -CIMA-.

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