Independientemente de lo que haga y de cualquier escándalo que pueda tener, Salvini crecería en popularidad y consenso según las encuestas. Parece imposible hacer una oposición efectiva. Indudablemente logra traducir y encarnar los impulsos infernales de un país.

Hay incluso quien dice que si atacas a Salvini con el tema de los inmigrantes, él obtiene votos. Esta invitación al silencio parecería ser una alternativa peligrosa y engañosa a una situación de aparente impotencia, en donde hagas lo que hagas, se vuelve cada vez más poderoso.

Sin embargo, para entender cómo salir de este «estancamiento mexicano» tarantinesco, se necesita prestar atención a los discursos en los bares de la gente común y corriente y tratar de interpretar el sentido deformado por la cobertura mediática del debate. De esta manera podríamos evitar que estos consentimientos se deslicen inexorablemente hacia el «agujero negro».

¿Y quién piensa en los italianos?

Hay una petición que no entiendo si es cierta o si forma parte de la retórica del odio, y es la de estos italianos y personas en dificultades que merecerían una atención prioritaria sobre los extranjeros.

En este discurso no importa entender si la petición es correcta o no (claramente no lo es) y no importa considerarla solo porque, desafortunadamente, está ganando según las encuestas. En resumen, no se trata de perseguir a los salvinistas y racistas para conseguir su consentimiento. Siempre se prefiere el original a la copia.

El objetivo es entender cómo se puede invertir el curso, transformando este estribillo racista para eliminar el consenso, en su nacimiento, de la fuerza atractiva del agujero negro.

Mientras tanto, debemos tratar de ejercer la «empatía política» tratando de neutralizar el aspecto nacionalista e ir al meollo de la demanda popular.

En primer lugar, ¿tiene la petición de ayuda del fantasma «italiano promedio, blanco, etc.» alguna base de verdad? ¿Se ha escuchado esta petición de ayuda en el pasado?

¿Existe una solicitud preexistente de ayuda por parte de las personas que tenga que ver o no con el tema de la migración?

El tema de la migración es impuesto por los medios de comunicación como un tema existente y real, permitiendo a los dos bandos tomar partido a favor y en contra o, peor aún, entre aquellos que afirman la urgencia y aquellos que creen que es una urgencia creada artísticamente para crear distracción frente a los verdaderos problemas. Argumento que ambas partes se reprochan mutuamente.

Por lo tanto, es cierto que el tema de las penurias socioeconómicas de millones de italianos se ha mantenido en secreto, y es negado mediáticamente por otros temas en los que es más fácil hacer política porque no tienen «costo alguno».

¿Quién negó o mantuvo en silencio los verdaderos problemas del país?

Todos. Por el contrario, los que dieron la impresión mediática de que querían lidiar con ellos fueron los del gobierno en función. Ciertamente nada estructural, de hecho, mucha propaganda, pero la impresión cuenta mucho en términos de la campaña electoral y, si se le pregunta a un votante del sur qué es lo que ha mejorado su condición, es probable que responda con los ingresos de ciudadanía.

El anuncio del impuesto plano y la reforma de las autonomías no serán suficientes para convencer a la gente de que este gobierno pretende destruir en un sentido neoliberal un país que ya es muy frágil. Por el contrario, ganará en consenso con las élites locales. Lo que les interesaba en el fondo era un subsidio del panem, aunque solo fuera temporal. Para los circenses, en cambio, está el trágico espectáculo social que ofrecen las transmisiones en vivo de Salvini o el deseo de muerte de los que se ahogan en el mar.

Por otro lado, no es la pseudo izquierda liberal que ha gobernado en los últimos años la que ha dado un buen ejemplo de cómo resolver la petición de ayuda de los italianos, sus jóvenes «niños mimados» desempleados. Desde el paquete Treu hasta la Ley JOBS, la dirección ha sido la de las peores socialdemocracias del mundo. De hecho, ahora está condenada al silencio como la principal arquitecta del desmantelamiento del estado de bienestar y los derechos de los trabajadores, cuando no imitaba la derecha con Minniti. Su falta de credibilidad la condena a la marginalidad política si no  para magnificar el agujero negro que combate.

Así que no es tanto el tema de la seguridad y de la migración lo que refuerza la posición de Salvini en cuanto a los años de mala gobernanza y de «inseguridad laboral», operados por el centro-izquierda y el centro-derecha.

¿Por qué primero los demás y luego los italianos?

En segundo lugar, esta supuesta falta de atención hacia los ciudadanos italianos siempre está relacionada con la competencia con otras personas extranjeras. En la práctica, la pregunta que se hacen es: ¿por qué los radical-chic solo se ocupan de los inmigrantes, de los que son diferentes y nunca de los que son similares a ustedes? ¿Por qué primero los demás y luego los italianos? Para traducir: ¿Por qué se despiertan solo cuando hay manifestaciones y peticiones a favor de los inmigrantes y no de los trabajadores italianos?

Antes que nada, el problema es el propio contexto de la cuestión, que es claramente benaltrista. Hacer una manifestación a favor de los inmigrantes no excluye que no podamos apoyar la defensa de los trabajadores de Whirpool. Por el contrario, es absolutamente necesario estar en ambas luchas.

Pero me pregunto si tal vez es precisamente porque la izquierda no se manifestó en la de los trabajadores que prestan esta coartada a estos odiadores, antiguas incertidumbres.

A los ojos de los odiadores, parece nauseabundo incluso tener la calumniosa impresión de que hay más solidaridad con los inmigrantes que con los italianos.

La tarea de una alternativa digna, o incluso justa, de todo ciudadano lúcido es la de recuperar el debate sobre estas cuestiones que han sido traicionadas y abandonadas hasta el punto de que la gente ya no cree en ellas. Lamentablemente, en Italia no se considera plausible que la lucha pueda conducir a una mejora de las condiciones de trabajo.

El abandono de estas luchas colectivas ha impreso en los corazones y en las mentes de muchos que hay un camino más simple para la lucha común: el de salvar el propio pellejo, a través del arribismo y la recomendación. Y esto también representa la victoria del mensaje liberalista: quienes lo hacen por sí mismos lo hacen por tres. El individualismo y la competencia entre los italianos, incluso antes que los enfrentamientos de los extranjeros. La soberanía no es más que la otra cara del mensaje neoliberal.

Es cierto que el racismo y ciertos discursos siempre han estado ahí, y que ahora son despachados. Pero por una amplificación de la presencia mediática y social hay una multiplicación y movilización tout court de los sujetos que intervienen como verdaderos escuadrones del debate social.

¿Cómo evitar la formación de racistas?

Para evitar el paso de una persona incierta a una racista, es necesario bajar de la torre de marfil y luchar personal y colectivamente contra todo el discurso de la «prioridad a los italianos», no solo en su infantil componente racista, sino sobre todo en su verdadera naturaleza de «necesidades reales del país».

Y es necesario hacerlo demostrando no solo que es erróneo y engañoso ponerlo en competencia con la abominable tesis del «ejército industrial de reserva» formado por inmigrantes, sino también demostrando que se ocupa de todos los oprimidos, italianos y no italianos.

La política debe realmente intervenir y mejorar las condiciones materiales de las personas, de lo contrario serán vulnerables a las «sirenas» de las identidades nacionales, y es muy sencillo para los salvinistas minimizar a ese componente.

Es mucho más simple botarlo a la basura con odio y miedo que hacer un discurso de esperanza y amor. Psicológicamente somos mucho más reactivos a lo primero que a lo segundo.

Dado que parte de lo que erróneamente se llama la izquierda a menudo trata de perseguir a Salvini sobre el tema de la seguridad, necesitamos aclarar una pregunta: ¿se participa en el juego de Salvini si se defiende a los inmigrantes?

Es una cuestión de percepción y de acumulación de consenso. El tema de la seguridad se activa fácilmente, la resolución real de los problemas no lo es. Hemos llegado a la paradoja de que los racistas dicen que el objetivo de los «accidentes» sería distraer a los italianos de los problemas reales del país.

Por supuesto, la oposición podría encontrar argumentos fáciles para oponerse realmente, pero todo lo que hace es caer en muchas trampas.

La primera es la de seguridad, persiguiendo a la derecha.

En segundo lugar, enfrentar a Salvini única y exclusivamente de frente y por medio de eslóganes, en el juego en el que él es un maestro.

Tercero, permanecer solo a nivel mediático y no llevar a cabo el trabajo realizado en la base económica, social y cultural del país.

Es necesario reactivar una escuela política para oponerse a una hegemonía cultural de derecha que se ha impuesto a todos los niveles y para derribar el discurso común que ha pasado de los bares al Parlamento y a las clases sociales.

Por lo tanto, lo único que queda por hacer es demostrar que realmente sabemos cómo resolver los problemas de los italianos para no darles una coartada y recrear la confianza y el reconocimiento en torno a los cuales se está creando el consenso. No es fácil, pero no hay alternativa, antes de que el agujero negro absorba todo.

Para más información

http://contropiano.org/interventi/2019/07/14/la-strada-sbagliata-dalla-sea-watch-allantifascismo-0117260

http://m.espresso.repubblica.it/palazzo/2019/07/12/news/zitti-o-perdiamo-1.336603?ref=fbpe


Traducción: Ana Gabriela Velásquez Proaño