Ayer, viernes 28 de junio del 2019, la coalición antirracista por los derechos de los palestinos llamada Palästina Spricht – Palestine Speaks («Palestina Habla») organizó una manifestación cerca del Bundestag, el parlamento alemán. La más alta institución alemana aprobó una moción contra el BDS el 17 de mayo del 2019, calificándolo de campaña antisemita, una condena que ya había estado activa durante algún tiempo. El BDS (Boicot, Desinversión y Sanciones) es el movimiento global pacifista de activistas palestinos, israelíes y de la sociedad civil cuyo objetivo es perseguir la plena igualdad en términos de libertad, justicia y dignidad en la tierra que se reconoce como Palestina e Israel.

Por lo tanto, Palästina Spricht quizo responder públicamente a la resolución aprobada por los parlamentarios alemanes hace unas semanas. La manifestación tuvo lugar sin problemas y contó con la participación colorida y cálida de varios activistas y gente común de diferentes grupos étnicos y creencias religiosas, unidos por las convicciones que han formado la base de la campaña de BDS desde 2005, el año de su fundación.

En un comunicado de prensa sobre la convocatoria de la manifestación emitida hace unos días por la coalición Palästina Spricht, se afirma: «(….) El Bundestag hizo caso omiso de las protestas públicas contra la resolución, incluida una declaración firmada por más de 60 eruditos judíos e israelíes, entre los que se encontraban destacados investigadores sobre el antisemitismo y la historia del Holocausto, que suplicaron al Bundestag que no confundiera al BDS con el antisemitismo. Esta moción no tiene nada que ver con la oposición al antisemitismo. Por el contrario, perjudica esta lucha al trivializar el significado del antisemitismo y aprovechando el Holocausto para mezquinos caprichos políticos. Rechazamos las declaraciones infundadas de esta resolución. A través de sus principios y acciones, el movimiento BDS rechaza todas las formas de racismo y discriminación, incluido el antisemitismo. La BDS se dirige sistemáticamente a instituciones e individuos que son cómplices de violaciones israelíes de las leyes internacionales, independientemente de su identidad, fe o afiliación política».

Por Francesco Barbati


Traducción: Ana Gabriela Velásquez Proaño