Tuvimos el placer de hacerle algunas preguntas a Moncef Marzouki, un activista de los derechos humanos, ex Presidente de la República Tunecina (período comprendido entre 2011 y 2013), y un oponente infalible del régimen de Ben Ali. A principios de su campaña para las próximas elecciones presidenciales, las cuales tendrán lugar en noviembre de 2019, nos expuso su visión sobre la política tunecina y los movimientos sociales actuales.

Créditos del video: Dario Lo Scalzo

Pressenza : Usted ha sido un activista de derechos humanos durante mucho tiempo, ¿puede decirnos cuál es el marco de los derechos humanos en su país y en la región?

Moncef Marzouki : Fui presidente de la Liga Tunecina de Derechos Humanos entre 1989 y 1994 y tuvimos que enfrentarnos a la dictadura. Teníamos problemas muy, muy grandes de violaciones… sobre todo de la libertad de prensa, de la libertad de asociación y, especialmente, el gran problema era la tortura, las condiciones de encarcelamiento, etc.

Así que luchamos durante años y años, durante los cuales tuve la oportunidad de ser presidente entre 2011 y 2013, y lo primero que hice fue prohibir la tortura, haberla prohibido completa y totalmente supuso para nosotros una gran alegría; aunque esta no ha desaparecido del todo ya que todavía hay casos, pero ya no se trata de una política de Estado, y además hemos mejorado mucho las condiciones de encarcelamiento, se ha respetado la libertad de prensa, he sido atacado por periodistas porque pocos presidentes han sido atacados, sin embargo nunca he ido detrás de ningún periodista, de esta manera se han respetado todas las libertades fundamentales y esto se ha incluido en la Constitución.

Así que tenemos una constitución muy, muy buena. Ahora debemos respetarla; con todo, Túnez es ahora un país en el que los derechos humanos se respetan relativamente bien, tanto bajo mi Presidencia como en la actualidad. Hay fracasos, pero ya no hay tortura organizada, los tunecinos son ahora un pueblo libre.

P : ¿Cuál es su punto de vista sobre la revolución tunecina y la primavera árabe que le siguió, así como también los cambios que han producido hoy en dicho país?

MM : Lo que llamamos la primavera árabe es un fenómeno sin precedentes en toda la orilla sur del Mediterráneo, desde Marruecos hasta el Golfo [N.d.T Golfo de Suez]. Estamos viviendo una gran transformación, hay nuevas generaciones las cuales yo llamo e-generaciones, es decir, generaciones electrónicas, extremadamente avanzadas en términos de tecnología como cualquier otro joven en Europa o América, y por otro lado hay un viejo régimen político que ha permanecido igual desde el siglo XIX, es decir, un estado autoritario, un estado que no respeta las libertades, un estado que pertenece a una élite corrupta y por lo tanto esto supone un choque muy violento entre estas nuevas generaciones ultra modernas y este sistema político ultra atrasado. Entonces, este es el mecanismo que se ha disparado por todas partes, así que lo que llamamos la primavera árabe representa la colisión entre las nuevas generaciones y el viejo sistema político y por lo tanto… podríamos hablar mejor de un volcán árabe, un volcán que ha erupcionado en Túnez, en Egipto, en Libia y ahora explota en Argelia, en Sudán, explota en todas partes, así que tenemos que esperar una serie de erupciones hasta que todo se calme, es decir, hasta que haya una coincidencia entre las nuevas generaciones y un nuevo sistema político.

P : ¿Le gustaría hablar también de lo que ha pasado hoy en Túnez, del resultado….?

MM : El resultado es que ahora tenemos un sistema político que está en sintonía con las nuevas generaciones, es decir, ahora el problema es económico, y esto es otra cosa, el problema político ya está resuelto pero todavía tenemos que resolver el problema económico, es decir, el desempleo de los jóvenes.

P : Además de la Primavera Árabe, en los últimos años se han formado varios movimientos en todo el mundo, empezando por los pueblos: Occupy, les Indignés, Marcha de las Mujeres, etc. ¿Qué relación ve entre todos estos movimientos?

MM : Sucede lo mismo en todas partes, asistimos al nacimiento de lo que yo llamo los pueblos de los ciudadanos, es decir, que los pueblos ya no quieren ser gobernados a la antigua, incluso en democracia, la democracia representativa está en crisis porque la gente quiere una democracia más directa, que represente más. Es el mismo fenómeno en todas partes, son las nuevas generaciones, son muy parecidas a las nuevas generaciones árabes, norteamericanas y de otras procedencias. Representa lo mismo, es decir, son jóvenes muy autosuficientes que poseen tecnología, un poco irónicos con respecto a la clase política, y que quieren participar. Esta juventud del mundo es la que ha cambiado por completo, de manera que será igual en todas partes, y sin embargo el movimiento de los Chalecos Amarillos, que ha tomado las palabras clave de la revolución tunecina, es un poco sorprendente….

P : ¿Qué soluciones prevé desde su punto de vista para el problema de la migración hacia la realización del derecho universal a la libre circulación de los seres humanos, establecido por la Declaración Universal de Derechos Humanos?

MM : Es un problema complejo, la gente piensa que queremos enviar al exterior a nuestros jóvenes, etc. Les diré una cosa: en Túnez, el problema radica en la migración de los jóvenes, muchos de ellos se van: médicos, abogados, informáticos, etc. En realidad, nosotros, los países pobres, formamos especialistas para los países ricos, formamos médicos, enfermeras, nos empobrecemos y los demás ganan. Siria ha proporcionado a Alemania una población joven de trabajadores…

Así que, de hecho, somos doblemente víctimas del fenómeno de la inmigración, damos y además nos insultan. Esto sigue siendo inaceptable. Europa debería estar un poco más agradecida, ya que en realidad le estamos dando nuestra sangre, nuestra riqueza, y además nos atacan, nos insultan, etc., es inaceptable.

P : Con respecto a las próximas elecciones, ¿cuál es su principal objetivo con esta campaña política?

MM : Hemos resuelto el problema político en Túnez, ahora somos una democracia, aunque al principio hayamos sido una democracia con mucha corrupción. Hemos pasado de una dictadura corrupta a una democracia muy corrupta. Ahora bien, a mi parecer se trata de pasar a la etapa de la democracia donde no haya corrupción, y dado que la corrupción es la raíz de la pobreza del país, la lucha contra esta es a la vez luchar por una democracia real y permitir que los jóvenes vivan en el país, de lo contrario la gente dirá: en realidad lo que hemos hecho ha sido simplemente cambiar el grado de corrupción, pero siempre es la misma cosa. Y eso no podemos permitirlo.


Traducción del francés por Rosalía Briones