Publicamos acá las notas tomadas por Alicia Muñoz durante las deliberaciones que tuvieran lugar en el marco del IV Foro Humanista Latinoamericano, por la Red de Comunicación y Periodismo No-violento. Ellas dan cuenta de las inquietudes y necesidades de los nuevos medios para poder seguir avanzando en el intento por instalar nuevos relatos y miradas sobre la realidad, con enfoque de paz y no-violencia.

¿Como responder a la coyuntura del Continente y al tremendo poder que han ganado los medios convencionales gracias al uso de las redes virtuales?

En el mundo de la comunicación sabemos que desde siempre hay noticias falsas y se han potenciado últimamente debido a las nuevas tecnologías. Este fenómeno, que es contemporáneo, arrastra al común de la gente al tener fácil acceso a la información digital, provocando incluso injerencias en procesos políticos.
Sin embargo, algunos de sus beneficios, es que hay cada vez más plataformas de comunicación que trasmiten sus posiciones y luchan con los medios convencionales; se comprende que la comunicación se convierte en un espacio importante para expresar las ideas.

Debe ser posible que con los múltiples medios de los movimientos sociales se genere una gran masa para combatir los medios convencionales, sin embargo, no estamos lo suficientemente vinculados como para que nuestros discursos tengan un peso relevante y lleguen a ser una amenaza para los medios que son funcionales al poder establecido. Es tiempo de pensar cómo colaborar para construir una red de comunicación.

Julián Assange, debido a su inmensa labor, evidencia las contradicciones de los grandes medios de comunicación: los gobiernos están censurado contenidos. Detrás de los ataques y persecución a Julián, que de ser extraditado sería muy grave porque lo que él estaba entregando era información relevante, se está diciendo que cualquier persona puede ser demandada y acusada de violar la privacidad de los usuarios.

No se puede pensar en el tema de la comunicación sin tener en cuenta lo político, que intenta desesperadamente que no surjan nuevos medios. En nuestro Continente mueren un sin número de periodistas, o son amenazados sin siquiera ser conocidos y condicionados por la falta a la libertad de prensa. Se necesita ser valiente para la articulación de las pluralidades: el único modo que se tiene para avanzar es mostrando que otro periodismo es posible, y también denunciando la situación monopólica, generando coaliciones que favorezcan cambios.

Internet está sesgada por intereses empresariales. Los portales de izquierda han sido desviados intencionalmente, porque la world wide web ya no es la herramienta que era. Por ello, hay que generar coaliciones para que internet se convierta en una plataforma que funcione para los pueblos.

Un gran tema de discusión para las redes sociales es ¿Cómo nos hacemos atractivos para el público? Es importante el acompañamiento que hacemos a la audiencia; hay que mantener las pautas, la credibilidad; encontrar un equilibrio, encajando en el discurso público y manteniendo nuestra visión.

¿Cómo enfrentar esa fuerza política que hay hoy en día? Las cosas se están radicalizando mucho, las redes sociales tienen una personalidad y van tomando vida propia.
Es necesario crear alianzas, porque los medios tradicionales están obstaculizando a los alternativos que, además, cuentan con pocos recursos en comparación a los medios masivos. Una plataforma de comunicación debe mantenerse a futuro, cada una tiene su capacidad y necesidad de trasmitir. El problema es que estamos en una misma burbuja, porque la gente tiene pocos medios alternativos. Necesitamos unirnos, agruparnos con otros. Hay que hacer un esfuerzo para salir de la burbuja y, para ello, se necesitan alianzas con grupos sociales.

También podemos implementar formatos de comunicación que demanden menos tiempo, porque la gente no está dispuesta a sostener la atención por mucho rato. Por ejemplo, la televisión es un video continuo que capta la atención. Los videos pueden tener igual contenido que los textos; hay que tener en cuenta las formas que exige el medio hoy en día. La calle es un medio de comunicación que no se debe abandonar.

¿Cómo se hace algo para cambiar el modo de comunicar?

Para llegar más lejos se requiere una adaptación como la que venimos haciendo. Hay que tener más reflexión y estrategia común; animar, ser creativos, osados, cumpliendo con la necesidad de llegar a más personas.
Venimos de una nueva escuela de comunicación donde se habla de lo que se cree, mas no se escucha y no se crea interacción. Es fundamental ir tejiendo más narradores que se apropien de los contenidos, que inviten a la gente a crear. El problema no es el contenido sino el lenguaje, requiere adaptación. Estar entre lo análogo de la calle y lo digital, creando narrativa.

Estamos acostumbrados a usar las redes, pero no se confía en ellas. Nunca se debe centrar ahí toda la estrategia.

El desarrollo de Pressenza se ha dado abriendo nuevos campos. El objetivo de los medios alternativos es cambiar el mundo y transformarlo hacia uno no-violento.

Existe un punto de proporción entre impacto y profundidad; entre coyuntura y proceso. La mirada de ganar “likes” y republicaciones nos puede llevar al pragmatismo propio de la comunicación capitalista. Hay que mejorar la calidad de narradores en una comunicación multidireccional no sólo creando impacto, sino produciendo cosas de otra calidad que tal vez requieran más esfuerzo.

No es lo mismo la subjetividad que la mentira, pero otra cosa es falsear la información.

Cuando se sabe dónde se quiere llegar, se pueden ir entrelazando las diferentes habilidades y potenciando lo que se tiene.

Una manera para combatir la desinformación es la seriedad. La credibilidad lo es todo. En el mundo de las comunicaciones lo que genera influencias es la verdad, los hechos concretos, lo real.

Pensar en global y actuar en local: lo que no cambia es la humanidad, es la historia real que nos conecta e identifica con el otro. Cuando se tiene claro lo que se va a escribir, lo que quieres decir, se van identificando las audiencias, porque desde el momento en que existe información se la puede transmitir, es más fácil conectar con problemas reales.

Para cambiar el mundo hay que ser fuertes; crear objetivos en común para trasmitir la misma ola comunicacional en diferentes países.

Escribir no es para uno, se debe pensar en quienes van a leer lo que escribimos, es para ellos.

La multiplicación de relaciones crea impacto. Pressenza tiene un entretejido de relaciones que se deben tener en cuenta porque es lo que permite a la agencia nutrirse, esto es lo que da fuerza. No es un medio comercial, se puede mejorar porque no participamos del capitalismo.

¿Para qué hacemos lo que hacemos? Nosotros no coincidimos con los medios masivos. Se trata de avanzar de la mano del humanismo. Estamos haciendo muchas más cosas de lo que cada uno hacía o sabía, hemos aprendido. Tenemos apps en distintos idiomas; estamos sosteniendo programas de tv en internet, programas de radio, estamos presentes en Facebook. Pressenza ha producido una serie de documentales y estamos ad portas de hacer más. La prensa no-violenta necesita capacitar a jóvenes y periodistas. Se pueden profundizar las alianzas que se tienen, es allí donde hay una gran riqueza. Tenemos posibilidades de crear un departamento de gráfica, nos lo han ofrecido en estos días. Podemos seguir ampliando lo que hacemos, muchísimo, siempre con el objetivo de disputar los relatos, de comunicar nuestra mirada, de hacer periodismo con enfoque de paz y no-violencia.