¡Ningún muro por encima del ser humano!

En este 21 de marzo, Día internacional contra el racismo y la xenofobia, Convergencia de las Culturas quisiera invitar a tomar contacto con lo más esencial de uno mismo, tomar contacto con aquello que es capaz de barrer cualquier forma de discriminación.

Comencemos por reconocer que, por más obstáculos que se le haya puesto al ser humano, no ha habido muro, ni valla, ni cerco que le haya impedido poblar hasta el último rincón de los cinco continentes; que no ha habido límite que le haya impedido surcar los siete mares; que no ha habido freno que le impidiera saltar al espacio y alcanzar otros planetas; que no ha habido barrera que le impidiera llegar a las regiones más íntimas y microscópicas de la vida.

¿Qué fronteras podrían detener al ser humano cuando lo característico en él es la apertura al mundo? Sin embargo, hoy se siguen poniendo límites a muchos seres humanos por razones de raza o de procedencia. Se les impide acceder a la sanidad pública; se les empuja violentamente al mar; se les aisla en centros de internamiento de extranjeros; se les deporta a terceros países… se les niega sin pudor su apertura al mundo, su humanidad.

Pero no nos engañemos, cuando se levantaron los muros ilusorios de las fronteras no se hicieron sólo para que no entraran aquellos a los que ahora se discrimina, sino para que no saliéramos los que estábamos dentro del cerco: para que no saliéramos del temor a lo diferente, para que no saliéramos de la ignorancia, para que no saliéramos de la estupidez chovinista… en definitiva, para asfixiar el espíritu humano y su apertura social.

Los de «adentro» y los de «afuera» compartimos el mismo muro que nos impide estar abiertos a la sociedad, al mundo, a la historia, a la vida… va siendo hora de ir derribando esos muros, que en ocasiones son físicos, otras legales, otras ideológicos y también sicológicos, pero sobre todo son ilusorios porque no están en la esencia humana.

¡Desmontemos la ilusión de los muros! ¡Afirmemos nuestra esencia de estar abiertos a los demás!